¿Cómo quitar lo salado del frijol?

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Para disminuir la sal en los frijoles, agrega una o varias patatas peladas y cortadas al agua de cocción. Las patatas actuarán como absorbentes de sal, aliviando el exceso de salinidad en los frijoles de forma natural y efectiva.

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Rescatando tus frijoles: Adiós al exceso de sal

A todos nos ha pasado: la mano traicionera que vierte demasiada sal en la olla de frijoles, arruinando lo que prometía ser un plato delicioso. Antes de que te resignes a desecharlos, respira hondo, porque hay una solución sencilla, natural y sorprendentemente efectiva: ¡la humilde patata!

Olvídate de remedios complicados. Para desalar tus frijoles, no necesitas recurrir a ingredientes extraños ni a procesos laboriosos. La clave reside en el poder absorbente de la patata, un ingrediente que seguramente ya tienes en tu despensa.

Aquí te explicamos cómo obrar este pequeño milagro culinario:

  1. Pela y corta: Toma una o varias patatas, dependiendo de la cantidad de frijoles y del nivel de salinidad. Pélalas y córtalas en trozos medianos, no demasiado pequeños para que no se deshagan por completo en la cocción.
  2. Introduce las patatas: Añade las patatas peladas y cortadas a la olla con los frijoles salados. Si los frijoles ya están cocidos, simplemente caliéntalos a fuego lento con las patatas en el caldo. Si aún están en proceso de cocción, simplemente agrégalas al agua.
  3. El tiempo es clave: Deja que las patatas cocinen junto con los frijoles durante al menos 20-30 minutos. Este tiempo permitirá que las patatas absorban el exceso de sal.
  4. Retira y prueba: Una vez transcurrido el tiempo, retira las patatas con una espumadera. Pruéba los frijoles y, si es necesario, repite el proceso con patatas frescas hasta alcanzar el nivel de sal deseado. Las patatas utilizadas para absorber la sal no se deben consumir.

Este método es especialmente efectivo porque la patata actúa como una esponja, absorbiendo el cloruro de sodio disuelto en el agua de cocción. Además, es una solución completamente natural, evitando la necesidad de añadir otros ingredientes que podrían alterar el sabor original de tus frijoles.

Así que la próxima vez que te excedas con la sal en tus frijoles, recuerda este sencillo truco con la patata. ¡Te sorprenderá lo efectivo que es para rescatar tu plato y disfrutar de unos frijoles deliciosos! Un consejo adicional: para evitar este problema en el futuro, es mejor añadir la sal al final de la cocción y probar el caldo antes de servir.

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