¿Cómo se llaman los platos de la vajilla?

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Una vajilla básica incluye platos hondos para sopas, platos llanos para los principales, platos de postre, pequeños platos de pan o mantequilla, tazas, teteras, sopera y ensaladera; la composición varía según el tamaño y el estilo de la vajilla.

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Descifrando el lenguaje de la vajilla: ¿Cómo se llama cada pieza?

A la hora de poner la mesa, un mar de platos, tazas y fuentes puede resultar abrumador. Más allá de las distinciones obvias, existe un vocabulario específico para cada pieza de la vajilla, que refleja su función y aporta un toque de elegancia a la hora de servir. Conocer el nombre de cada elemento no solo demuestra conocimiento, sino que también facilita la comunicación al momento de solicitar o describir una pieza en particular.

Si bien una vajilla básica puede variar en tamaño y estilo, generalmente incluye un conjunto esencial de piezas que cubren las necesidades de una comida cotidiana o una ocasión especial. Desglosemos el misterio detrás de cada elemento:

  • Plato hondo o plato sopero: Profundo y con bordes anchos, diseñado para contener líquidos como sopas, cremas, consomés y caldos. Su forma evita derrames y facilita el manejo de la cuchara. Algunas vajillas incluyen versiones más pequeñas para consomé.

  • Plato llano o plato trinche: De mayor diámetro que el plato hondo y con una base plana, ideal para servir el plato principal. Su superficie amplia permite acomodar diferentes alimentos y guarniciones. En ocasiones, se utiliza un plato llano de mayor tamaño, llamado plato base o bajo plato, con fines decorativos, sobre el cual se coloca el plato llano para cada comensal.

  • Plato de postre: Más pequeño que el plato llano, generalmente con un diseño más elaborado. Se utiliza para servir postres, frutas o quesos al final de la comida.

  • Plato de pan o platito de mantequilla: Pequeño y de forma variada, usualmente redondo o con un ligero borde. Se coloca a la izquierda del comensal, encima de los tenedores, para el pan, y en ocasiones para la mantequilla o pequeños aperitivos. También se le conoce como platito de servicio.

  • Taza: Recipiente con asa, destinado a contener bebidas calientes como café, té o chocolate. Su tamaño y forma pueden variar según la bebida.

  • Tetera: Recipiente con asa y pico vertedor, diseñado para preparar y servir té. Generalmente incluye una tapa y un filtro para las hojas de té. También existen cafetera, para el café, y lechera, para la leche, con diseños específicos.

  • Sopera: Recipiente hondo y con tapa, generalmente con dos asas, para servir sopas y cremas en la mesa. Su tamaño permite mantener la temperatura del contenido.

  • Ensaladera: Recipiente amplio y de poca profundidad, diseñado para servir ensaladas. Su forma facilita el mezclado y el servicio de las porciones.

Además de estas piezas básicas, existen otras complementarias como salseras, pimenteros, azucareras, fuentes ovaladas para carnes o pescados, fuentes redondas para pastas o arroces, y cucharones o pinzas para servir, que enriquecen y completan el conjunto de la vajilla. Dominar el vocabulario de la mesa añade un toque de distinción y facilita la comunicación en cualquier contexto culinario.