¿Cuál es la diferencia entre agua pura y agua purificada?

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El agua purificada elimina impurezas a niveles muy bajos, mientras que el agua potable no se altera químicamente, pero sí se filtran impurezas. La diferencia clave radica en la intensidad del proceso de depuración.
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¿Agua pura o agua purificada? Descifrando las diferencias

El agua, esencial para la vida, está presente en múltiples formas y con diversas calidades. A menudo escuchamos términos como “agua pura” y “agua purificada”, pero ¿en qué se diferencian realmente? Aunque ambos conceptos apuntan a un agua más limpia, la diferencia reside en la intensidad del proceso de depuración y, por ende, en los resultados.

El agua potable, por definición, es aquella apta para el consumo humano. Este proceso de potabilización, generalmente, implica la eliminación de impurezas como bacterias, virus y contaminantes químicos. Sin embargo, la potabilización no implica necesariamente una modificación química en el agua. En esencia, el agua potable es agua que ha pasado por un proceso de filtración y, posiblemente, de desinfección para hacerla segura para beber, pero no necesariamente libre de todas las sustancias en menor proporción. Se centra en la seguridad y la ausencia de elementos peligrosos, no en la composición en sí.

Por otro lado, el agua purificada va más allá. El agua purificada se somete a un proceso intensivo de depuración para eliminar impurezas a niveles muy bajos. Esto puede incluir la eliminación de sustancias químicas orgánicas e inorgánicas, metales pesados, pesticidas, y otros contaminantes, a concentraciones muy inferiores a lo requerido para el agua potable. Se busca una calidad mucho más elevada, incluso a nivel molecular, en el proceso de depuración. La intensidad del proceso químico o físico (como ósmosis inversa o destilación) es mucho mayor que en la potabilización.

La diferencia clave, entonces, radica en la intensidad del proceso de depuración. Mientras el agua potable se centra en la eliminación de elementos potencialmente dañinos, el agua purificada busca una pureza a un nivel mucho más profundo, eliminando la mayor parte de las impurezas posibles.

Es importante destacar que, si bien el agua purificada suele ser más pura que el agua potable, no necesariamente es mejor en todos los casos. La necesidad de un tipo u otro dependerá del contexto específico. Para la salud general, el agua potable es generalmente suficiente. En algunos casos, como en la industria o en la preparación de productos específicos donde la pureza absoluta es crítica, el agua purificada puede ser indispensable.

En resumen, el agua purificada representa un escalón superior en la depuración del agua, buscando una pureza a un nivel más profundo que el agua potable, que se centra principalmente en la seguridad para el consumo humano.