¿Cuál es la sal que tiene menos sodio?
La sal baja en sodio, o sal reducida en sodio, es la opción con menor contenido de sodio. Contiene aproximadamente un 50% menos que la sal común, ideal para controlar la presión arterial. Su uso es recomendable para quienes deben limitar su ingesta de sodio.
¿Qué sal tiene menos sodio?
¡A ver, a ver! La sal que tiene menos sodio es la sal baja en sodio, ¡obvio! Es como la versión light de la sal de mesa que usamos siempre.
Recuerdo que mi abuela, que luchaba contra la presión alta, siempre usaba esa sal. La comprábamos en el super del barrio, por unos 2 euros el paquete, creo.
Esta sal rebajada tiene como la mitad de sodio que la sal normal, ¡una diferencia importante! Por eso los médicos la recomiendan a personas con problemas de presión, como mi abuela.
La verdad, al principio me costó acostumbrarme al sabor, era como si le faltara “algo”. Pero con el tiempo, uno se adapta y ya ni lo nota. ¡Salud es lo primero!
¿Qué sal pueden consumir los hipertensos?
La sal rosa del Himalaya es, según dicen, la rockstar de las sales para hipertensos. ¡Menos sodio y más minerales! Como si la presión arterial alta fuera una fiesta y el sodio el invitado borracho que hay que controlar.
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La sal rosa del Himalaya es promocionada por su menor concentración de sodio. ¿Menos sodio? ¡Como cambiar el vodka por agua con gas en la fiesta de la presión arterial!
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Contiene minerales como calcio, magnesio, potasio, cobre y hierro. ¡Una constelación de minerales! Aunque, ojo, no esperes que te cure la presión alta a base de hierro, es más un apoyo moral.
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Extraída del Himalaya y de origen marino. ¿Del Himalaya? ¡Casi tan exótico como mi intento de hacer yoga en casa! Y de origen marino, como si las montañas recordaran sus días de playa.
Aunque la sal rosa tiene sus fans, no es una licencia para comer papas fritas a discreción. Reducir el sodio es crucial, ¡pero no es magia! Y, si me preguntas, prefiero un buen gazpacho fresquito en verano, que aliño con un poco de sal común, ¡pero en su justa medida!
Información Extra (no tan extra):
- Otras sales: Existen otras opciones, como la sal marina sin refinar o sales bajas en sodio, pero ¡ojo con el marketing! Lee bien las etiquetas.
- El potasio: ¡Un aliado! Frutas y verduras ricas en potasio ayudan a equilibrar el sodio. Plátanos, aguacates, espinacas… ¡La naturaleza es sabia!
- La moderación: La clave, como en casi todo en la vida, es la moderación. No te obsesiones con la sal, ¡pero tampoco te olvides de ella! Consulta a tu médico.
- El estrés: Mi terapeuta dice que el estrés también influye. Quizás deberíamos cambiar la sal por un buen masaje… ¡o por ambos!
- Mi abuela: Ella decía “más vale prevenir que lamentar” y, aunque no sabía nada de sal rosa, ¡tenía razón! Un estilo de vida saludable es el mejor aliado contra la hipertensión.
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