¿Qué agua quita más la sed?

¿Qué temperatura de agua es más efectiva para calmar la sed?

Cuando se trata de saciar una sed intensa, el agua fría parece la opción obvia. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que quizás no sea la más eficaz para la hidratación duradera.

El enigma del agua fría

Aunque el agua fría ofrece un alivio inmediato al calor, su efecto refrescante es temporal. El cuerpo reacciona a las bebidas frías contrayendo los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo sanguíneo y la absorción de agua en los tejidos.

El poder del agua templada

Por otro lado, el agua templada (alrededor de la temperatura ambiente) demuestra ser más efectiva para calmar la sed a largo plazo. Esto se debe a que:

• Absorción más rápida: El agua templada facilita una absorción más rápida en el torrente sanguíneo, lo que permite una hidratación más eficiente.

• Menor respuesta vascular: El agua templada no provoca una constricción significativa de los vasos sanguíneos, lo que permite un flujo sanguíneo constante y una distribución uniforme del agua.

• Estimulación de las papilas gustativas: El agua templada activa las papilas gustativas más que el agua fría, lo que lleva a una sensación de saciedad más satisfactoria.

Estudios respaldan la afirmación

Varios estudios han demostrado los beneficios del agua templada para la hidratación. Por ejemplo, un estudio publicado en “Physiology and Behavior” encontró que los participantes se sentían más saciados después de beber agua templada que agua fría.

Otro estudio en “The Journal of Strength and Conditioning Research” demostró que los atletas que consumían agua templada tenían niveles más altos de hidratación durante el ejercicio.

Conclusión

Aunque el agua fría ofrece un alivio refrescante inmediato, el agua templada resulta más eficaz para hidratar y calmar la sed de forma duradera. Al elegir agua templada, estamos permitiendo una absorción más rápida, una menor respuesta vascular y una estimulación más efectiva de las papilas gustativas, lo que lleva a una hidratación fisiológica más eficiente.