¿Qué pasa si uso sal caducada?

¿La sal caduca? Descifrando el misterio de la fecha de vencimiento

Seguramente, revisando tu despensa, te has topado con un salero con una fecha de caducidad impresa y te has preguntado: ¿realmente caduca la sal? La respuesta corta es no. A diferencia de los alimentos perecederos, la sal, en su composición química básica (cloruro de sodio), no se echa a perder ni representa un riesgo para la salud si se consume después de la fecha indicada. Entonces, ¿qué significa esa fecha?

La fecha de caducidad en la sal no se refiere a su seguridad alimentaria, sino más bien a la potencial disminución de su sabor y calidad. Esto se debe principalmente a que la sal, especialmente la yodada, puede absorber humedad del ambiente con el tiempo. Esta humedad puede afectar su textura, haciendo que se apelmace y dificultando su disolución. Además, la humedad puede degradar el yodo añadido, disminuyendo su aporte nutricional. En el caso de sales marinas o sales con especias añadidas, estos ingredientes extras sí pueden verse afectados con el tiempo, alterando el sabor del producto final.

Por lo tanto, usar sal “caducada” no te hará daño. Puedes utilizarla con total tranquilidad en tus comidas, aunque su sabor pueda no ser tan intenso como el de la sal fresca. Si la sal se ha apelmazado, puedes disolver los grumos aplicando calor suave o simplemente triturándolos. Para conservar su calidad por más tiempo, se recomienda almacenarla en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa del sol y la humedad.

En resumen, la fecha de caducidad en la sal es más una indicación de frescura óptima que de seguridad. Si bien su sabor o textura podrían verse ligeramente afectados con el paso del tiempo, no hay peligro en consumir sal que haya superado esa fecha. Así que, la próxima vez que veas un salero “caducado” en tu despensa, no te apresures a tirarlo. Probablemente todavía tenga mucho que ofrecer a tus platos.