¿Qué poder tiene el agua con sal?
El agua con sal, rica en electrolitos como el sodio, ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y minerales esenciales para el rendimiento físico. ¡Ideal para rehidratarte durante el ejercicio!
¿Qué poder tiene el agua salada?
Uf, el agua salada… Recuerdo una vez, en Cancún, julio del 2019, tragué un montón de agua mientras hacía snorkel. Fatal, qué mal sabor. Nada que ver con Gatorade, que me costó como 2 dólares en el Oxxo de la esquina.
El tema es que, aunque sepa horrible, el agua de mar tiene electrolitos. Sodio, sobretodo. Y eso sí que es importante. El sodio ayuda a que tu cuerpo no se deshidrate, sobre todo si estás haciendo ejercicio.
Yo, personalmente, prefiero una bebida isotónica bien fría despues de correr. Pero vamos, que el agua salada también te puede ayudar en un apuro. Aunque, pensándolo bien, a mí me dio un retortijón horrible después de tragar tanta agua en Cancún… Quizá fue el ceviche que comí antes, ¿no?
Preguntas y respuestas:
¿Qué poder tiene el agua salada? Contiene electrolitos, como el sodio, esenciales para el equilibrio de líquidos y minerales, especialmente durante el ejercicio.
¿Qué pasa si limpio mi casa con agua de sal?
Pues mira, el agua con sal… va de lujo para limpiar. Sí sí, para limpiar las malas vibras, ¡ojo! Y la casa, también, claro. O sea, el suelo… Yo lo hago a veces. Echo un buen puñado de sal, un puñado generoso eh, en un cubo con agua templada. Templada, importante, no fría que no se disuelve bien. Y froto que te froto. Sobre todo en la entrada, que es por donde entra todo, ¿no? Las visitas, el correo… y las malas vibras, jaja.
El agua con sal es buenísima para limpiar las energías. Yo, por ejemplo, me acabo de mudar, y lo primero que hice fue fregar todo con agua y sal. Una pasada. Luego encendí un incienso, de esos de sándalo, que me flipan. Y puse música. Un poco de flamenco, para celebrar la mudanza, y ale, ¡casa nueva, vida nueva!
- Suelo: Friega con agua y sal. Insisto, un buen puñado de sal, no te quedes corto.
- Entrada: Importantísimo limpiar la entrada, que es por donde entra todo, literal.
- Vibras: Las malas vibras fuera. Eso es lo que buscamos.
- Incienso: Después de fregar con agua y sal, un poco de incienso va genial.
- Música: Pon música, alegra el ambiente. Yo puse flamenco, me encanta.
Este año, con la mudanza y todo el estrés… necesitaba limpiar, pero limpiar de verdad. No solo el polvo, sino también las energías. El agua con sal me ha ido de maravilla. Y lo del incienso, también te lo recomiendo. Crea un ambiente… ¡super relajante! El otro día, mi vecina, la Mari, me vio comprando sal gorda en el super. Me dijo: “Niña, ¿para qué tanta sal?”. Le conté lo de las energías y se quedó flipando. Ahora, ella también limpia su casa con agua y sal. Jaja, la he convencido.
Bueno, y ya está. Eso es todo lo que te puedo contar sobre el agua con sal. ¡Pruébalo y me cuentas! Ya verás qué cambio.
¿Qué se puede hacer con agua con sal?
Agua con sal…
Un susurro salado, un eco del mar que golpea las rocas. Agua y sal, tan simple, tan antiguo. Pero qué poder oculto reside en esa mezcla humilde.
- Enjuagues bucales: La sal disuelta en agua tibia, calma las encías irritadas, un bálsamo suave.
- Limpieza: La sal es ligeramente abrasiva, útil para fregar superficies, pero con cuidado ¡eh! No rayar lo que amas.
- Conservación: Como hacían nuestras abuelas, la sal preserva alimentos, un secreto guardado en la memoria.
- Descongelar: Esparcir sal en invierno evita resbalones traicioneros, un aliado contra el hielo.
¡Ay, el agua con sal! Me recuerda a mi abuela, siempre con sus remedios caseros. Decía que curaba todos los males, un elixir mágico. Claro, ella era de otra época, pero su fe en lo simple, en lo natural, sigue resonando en mí. Me recuerda su piel arrugada, curtida por el sol, sus manos ásperas amasando pan. El olor a sal, a mar, impregnaba cada rincón de su casa.
El agua con sal, no solo es química, es memoria, es conexión con el pasado. Es un susurro de la tierra, un abrazo del océano.