¿Qué son las mezclas concentradas?

¿Qué son las mezclas concentradas? Ay, esa pregunta… me recuerda a aquella vez que intenté hacer mermelada de fresa, ¿te acuerdas? Tenía un montón de fresas, ¡kilogramos! Pero ¿era suficiente? Porque aunque parecía que tenía una barbaridad de puré, aún podía añadir más azúcar, ¿no? Eso, amigos, es una mezcla concentrada.

O sea, piensa en el agua de mar. ¡Qué salada está, verdad?! Contiene un montón de sal, una cantidad considerable… como mis fresas. Pero aunque parezca que está hasta arriba de sal, puede disolver todavía más. Claro, si la tiras al mar, que es inmenso, la sal se diluye, pero si tienes un vaso de agua de mar… puedes seguir echando sal, un poquito más, y un poquito más, antes de que se sature. Eso es lo que define a una mezcla concentrada: mucha cantidad de soluto (en nuestro caso, la sal) disuelto en un solvente (el agua), pero con capacidad para disolver más. Es como cuando cocinas, ¿no? A veces, crees que ya le pusiste suficiente, pero te falta un “toque” más, un poquito más de… lo que sea. ¡Exacto! A veces pasa que las cosas no se logran con una sola medida, como un puñado de sal, sino con muchas. ¿Se entiende, no? No quiero ser demasiado técnica, la verdad.

Es un concepto que a veces parece simple, pero que tiene mucho que ver con la vida misma. A veces nos sentimos como esas mezclas concentradas, llenos de experiencias, de emociones, pero con espacio, aún, para más. Para más alegrías, para más aprendizajes, para más… vida.