¿Cómo se llama el acto de pasar al alimento a través de la faringe?

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El paso del alimento por la faringe, tras la acción de la lengua, se denomina deglución. Este proceso involucra un complejo mecanismo que incluye el cierre de la epiglotis para proteger las vías respiratorias, asegurando que el bolo alimenticio siga su curso hacia el esófago.
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El Viaje del Bocado: Descifrando el Misterio de la Deglución

El acto aparentemente simple de tragar un bocado de comida esconde una intrincada coreografía de músculos y tejidos que trabajan en perfecta sincronía. ¿Cómo se llama este proceso? Se le conoce como deglución. Más que un simple paso del alimento a través de la faringe, la deglución es un mecanismo complejo y fascinante, crucial para la supervivencia y a menudo pasado por alto en nuestra apreciación diaria del acto de comer.

Tras la masticación, la lengua, maestra de la manipulación oral, forma el bolo alimenticio y lo posiciona estratégicamente para su viaje hacia el esófago. Este es el momento en que comienza la deglución, un acto reflejo que se divide, generalmente, en tres fases:

  • Fase oral: Esta fase, voluntaria, inicia con la propulsión del bolo alimenticio hacia la faringe. La lengua juega un papel protagonista, empujando el bolo hacia atrás y activando una cascada de eventos reflejos.

  • Fase faríngea: Aquí comienza la parte involuntaria de la deglución. Es una fase crucial y veloz. La faringe, punto de encuentro entre la cavidad oral, la nasal y la laríngea, se convierte en el escenario de una precisa coordinación muscular. La epiglotis, como una vigilante celosa, desciende rápidamente para sellar la entrada a la tráquea, protegiendo las vías respiratorias de la entrada accidental del bolo alimenticio. Simultáneamente, los músculos constrictores de la faringe se contraen en ondas peristálticas, propulsando el bolo hacia el esófago. La respiración se inhibe temporalmente para evitar la aspiración. Es en esta fase donde la complejidad de la deglución se hace patente.

  • Fase esofágica: Finalmente, el bolo alimenticio entra en el esófago, donde las ondas peristálticas continúan su trabajo, transportando el alimento hacia el estómago. Esta fase es también involuntaria y completa el viaje del bocado.

Cualquier disfunción en esta delicada secuencia puede resultar en problemas significativos, desde la tos crónica hasta la peligrosa aspiración de alimentos hacia los pulmones. La comprensión de la deglución, más allá de su simple denominación, nos permite apreciar la intrincada maquinaria biológica que nos permite nutrirnos de manera segura y eficiente. Desde la posición estratégica de la lengua hasta el milimétrico cierre de la epiglotis, cada elemento juega un rol vital en este acto fundamental para nuestra vida. La próxima vez que degluta, tómese un momento para maravillarse de la complejidad que se despliega en tan breve instante.