¿Cómo se llaman los órganos del gusto que se encuentran en la lengua?

Más Allá del Dulce, Salado, Ácido y Amargo: Un Viaje a las Papilas Gustativas

La lengua, ese músculo versátil que nos permite hablar, tragar y saborear, esconde un fascinante mundo microscópico de sensores responsables de nuestra experiencia gustativa. A menudo se simplifica diciendo que percibimos cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y rica, gracias a las papilas gustativas, los verdaderos protagonistas de este sentido fundamental.

No se trata de un simple grupo homogéneo de receptores. La lengua está cubierta por diferentes tipos de papilas, cada una con su propia morfología y distribución, contribuyendo a la percepción del sabor de manera única y coordinada. Podemos diferenciar principalmente cuatro tipos:

• Papilas caliciformes (o circunvaladas): Son las más grandes y se encuentran en la parte posterior de la lengua, dispuestas en forma de “V”. Se caracterizan por su tamaño y por estar rodeadas por un surco profundo. Su contribución al sabor es significativa, y se cree que tienen un papel crucial en la detección de sabores amargos, aunque también participan en la percepción de otros sabores. Su ubicación estratégica, al fondo de la lengua, sugiere una función protectora, detectando posibles sustancias tóxicas antes de que se ingieran completamente.

• Papilas fungiformes: Tienen forma de hongo y se distribuyen por toda la superficie de la lengua, aunque son más abundantes en la punta y los bordes. Son responsables de la percepción de los sabores dulces y salados, y también contribuyen a la detección de otros sabores. Su distribución más amplia permite una exploración sensorial más generalizada.

• Papilas filiformes: A diferencia de las anteriores, estas papilas no contienen botones gustativos. Son alargadas y con forma de cono, cubriendo gran parte de la superficie dorsal de la lengua. Si bien no participan directamente en la gustación, su función es fundamental en la textura de los alimentos, ayudando a la manipulación del bolo alimenticio y a la percepción de la temperatura.

• Papilas foliadas: Se ubican en los bordes laterales de la lengua, en pliegues verticales. Son menos numerosas y su función en la percepción del gusto, aunque presente, es menos estudiada comparada con las otras papilas. Se cree que participan en la detección de sabores ácidos.

La interacción entre estos diferentes tipos de papilas, junto con la información que recibe el sistema olfativo (el sentido del olfato), crea la compleja experiencia sensorial que llamamos “sabor”. La simple descripción de dulce, salado, ácido y amargo es una simplificación necesaria para la comprensión básica, pero ignora la riqueza y la complejidad de la percepción del gusto, donde la textura, el aroma y la temperatura interactúan con los receptores gustativos para crear una sinfonía sensorial única con cada bocado. La investigación continúa desentrañando los misterios de este sentido fascinante, revelando nuevas dimensiones de la experiencia gustativa más allá de los cuatro sabores básicos.