¿Por qué el queso no es saludable?

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El consumo excesivo de queso, especialmente el procesado y duro, puede ser perjudicial para la salud. Su alto contenido en grasas saturadas y sodio puede contribuir a la hipertensión y otros problemas.
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El lado oscuro del queso: por qué el consumo excesivo puede ser perjudicial

El queso, un alimento básico culinario apreciado en todo el mundo, a menudo se considera un alimento saludable. Sin embargo, el consumo excesivo de ciertos tipos de queso puede tener consecuencias negativas para la salud.

Alto contenido de grasas saturadas

La mayoría de los quesos, especialmente los procesados y duros, son ricos en grasas saturadas. Un consumo elevado de grasas saturadas puede aumentar los niveles de colesterol LDL (“colesterol malo”), lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca.

Contenido de sodio

Los quesos duros y procesados suelen tener un alto contenido de sodio. El sodio excesivo puede contribuir a la presión arterial alta, que es un importante factor de riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

Riesgo de hipertensión

La combinación de grasas saturadas y sodio en muchos quesos puede tener un efecto perjudicial sobre la presión arterial. Un estudio publicado en la revista “Circulation” encontró que el consumo de queso duro se asoció con un mayor riesgo de hipertensión.

Inflamación

Las grasas saturadas que se encuentran en el queso pueden promover la inflamación en el cuerpo. La inflamación crónica se ha relacionado con una serie de enfermedades crónicas, como la enfermedad cardíaca y el cáncer.

Trastornos digestivos

El queso, especialmente los quesos viejos o fermentados, puede ser difícil de digerir para algunas personas. Esto se debe a la presencia de lactosa, un azúcar natural en la leche que algunas personas tienen dificultades para digerir.

Recomendaciones

Si bien el queso no es inherentemente insalubre, es importante consumirlo con moderación, especialmente si tienes preocupaciones sobre la salud del corazón. Opta por quesos blandos y bajos en grasa y sodio, como el requesón o el queso fresco.

También es esencial leer las etiquetas nutricionales cuidadosamente y controlar el consumo general de grasas saturadas y sodio de todas las fuentes. Mantener una dieta equilibrada y saludable que incluya una variedad de alimentos nutritivos es la mejor manera de promover una buena salud.

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