¿Qué agua beber si tienes piedras en el riñón?

Ay, las piedras en el riñón… ¿quién las ha padecido sabe lo que se siente, verdad? Ese dolor… ¡Uf! Como si te clavaran un cuchillo y lo retorcieran. Por eso, desde que tuve mi primer cólico nefrítico, me volví experta en aguas. Sí, sí, en aguas. Porque no todas son iguales, y menos cuando tus riñones te están pidiendo a gritos un respiro.

Me acuerdo que el médico me dijo: “Agua, mucha agua, pero baja en minerales”. ¿Baja en minerales? ¿Y eso qué significa? Pues me puse a investigar, claro. Y resulta que no es tan complicado. Lo que necesitas es un agua que no sobrecargue tus riñones, que les ayude a hacer su trabajo sin añadirles más piedras al saco, ¿no?

Y ahí fue donde descubrí aguas como la de Fuentes de Lebanza. “Mineralización débil”, decía la etiqueta. Justo lo que necesitaba. No sé, a lo mejor hay otras también, pero esta la encontré en el súper y me fue bien. Recuerdo que al principio bebía casi a la fuerza, por obligación, pero luego le cogí el gustillo. Y oye, no sé si fue casualidad o qué, pero desde entonces no he vuelto a tener una crisis tan gorda. Toco madera.

Claro, no es solo el agua. También hay que vigilar la alimentación, evitar ciertos alimentos… en fin, todo un rollo. Pero bueno, el agua es fundamental. He leído por ahí, no sé dónde, que beber suficiente agua reduce el riesgo de piedras en un, no sé, ¿un 50%? Algo así. No me hagas mucho caso con las cifras, que no soy científica. Pero vamos, que beber agua, y la correcta, es clave.

Así que, si estás pasando por esto, ya sabes. Busca un agua con baja mineralización, como la de Fuentes de Lebanza, y bebe, bebe mucho. Tus riñones te lo agradecerán. Y créeme, tu cuerpo también. Porque una cosa te digo: mejor prevenir que curar. Y más con esto de las piedras… ¡que dolor!