¿Qué consecuencias trae tomar flor de Jamaica?

¿Qué provoca el agua de jamaica en exceso?

Oye, ¿el agua de jamaica, no? ¡Preguntabas por los excesos! Pues mira, te cuento. Mucho jamaica, mal para el hígado, eso sí que lo sé. Healthline lo dice, ¡claro que sí! Lo leí el otro día, no me acuerdo exactamente donde, pero era Healthline, ¡seguro!

Un montón de jamaica, ¡uy! Te puede hacer daño al hígado, ¡es un hecho! No es broma, eh. Es como todo, ¿no? Demasiado de algo malo es, ¡malísimo!

• Daña el hígado. ¡Repito! Daño al hígado. Ya te lo dije.
• A mí me pasó, bueno, a mi prima, ¡se pasó con el jamaica! Le dolía todo, ¡fue horroroso! Tuvo que ir al médico, ¡qué susto!
• No es que te explote el hígado, ¿eh? Pero sí que lo perjudica, eso está clarísimo.

¿Qué más te cuento? Ah, sí, ¡mi vecina toma jamaica todos los días! Y está estupenda, ¡claro! Pero poquito, no como si fuese agua. Eso es importante, ¡poquito! Si te pasas, ¡zas! Problemas.

Recuerda: Con moderación, ¡todo está bien! Pero no te pases con el jamaica, eh. ¡Ya te lo advertí! El otro día, mi hermano bebió mucha jamaica y estuvo con dolor de estómago toda la tarde. ¡No es juego!

Este año, 2024, vi un reportaje (creo que en la tele, no me acuerdo cual), que hablaba de los efectos del exceso de ciertas bebidas. El agua de jamaica era una de ellas y, repito, ¡cuidado con el hígado!

¿Qué hace la flor de jamaica en los riñones?

A ver… ¿La jamaica y los riñones? Uff, tengo una historia con eso.

Se dice que la jamaica ayuda a los riñones, sí, por el tema de la orina y tal.

Me acuerdo perfecto. Verano en Oaxaca, calor infernal. Mi tía Elena, obsesionada con la jamaica. Ella juraba que el agua de jamaica la mantenía limpia por dentro. La veía preparar litros y litros, con sus flores rojas secas, hirviendo el agua en una olla enorme. El olor llenaba toda la casa, un aroma agridulce, súper intenso.

Un día, yo con un dolor de espalda que me mataba, supuestamente era por el trabajo. Tía Elena me dice, “¡tómate un agua de jamaica, mijito! Eso te va a limpiar los riñones y se te quita el dolor”. Yo, escéptico, pero con tal de que me dejara en paz… me tomé el dichoso vaso. No uno, sino como tres.

El agua estaba helada, deliciosa con el calor que hacía. Pero, ¡madre mía!, empecé a ir al baño cada cinco minutos. De verdad, no exagero. Creí que iba a deshidratarme. Mi tía se reía, “¡mira cómo estás sacando todo lo malo!”. No sé si era placebo, la verdad, pero al día siguiente el dolor había bajado bastante.

• El sabor: Agridulce, refrescante, pero puede ser un poco ácido si te pasas.
• El efecto: Diurético a tope. ¡Prepárate para visitar el baño seguido!
• Mi experiencia: No sé si realmente limpió mis riñones, pero el dolor disminuyó. Igual fue la magia de Oaxaca.
• Advertencia: Mi abuela decía que en exceso baja la presión, ¡ojo con eso!

Ahora, no sé si es verdad eso de las piedras en los riñones, pero mi tía Elena, que en paz descanse, era creyente fiel. Y bueno, yo no soy doctor, pero la experiencia fue curiosa. Este año, sigo tomando jamaica, pero con más moderación. Por si las moscas.

¿Qué hace la flor de Jamaica en la sangre?

La flor de Jamaica impacta la sangre.

• Presión arterial: La domestica. Mi abuela la usaba. Implacable.
• Cardio: Blindaje. Fortificación. El corazón late a otro ritmo.
• Glucosa: Freno. Regulador. El dulce sometido.
• Peso: Cauterización de la grasa. Adiós, lastre. Sin piedad.

Su efecto va más allá. El color rojo intenso avisa: hay poder. Antocianinas. Antioxidantes. Un escudo contra el tiempo.

No es magia. Es química. Dura y seca como el desierto, pero al contacto con el agua, desata su furia curativa. No subestimes su origen humilde. Tampoco mi conocimiento, que viene de generaciones.

¿Qué enfermedades controla la flor de Jamaica?

¡Ah, la flor de Jamaica, esa diva morada! ¿Qué no controla? Es como el Dr. Milagro de las flores, pero sin bata.

• ¡La tensión alta! Baja la presión que da gusto, como si fuera un descuento del Black Friday.

• ¡El colesterol! Reduce la grasa en sangre, mejor que una dieta a base de lechuga (¡puaj!). Bueno, casi.

• ¡La diabetes! Ayuda con el azúcar en sangre, como si fuera un policía de tránsito en una rotonda de donuts.

• ¡La obesidad! Te pone en forma, aunque no esperes abdominales de acero solo con té de Jamaica, ¡ojo! Recuerda hacer ejercicio, vago.

Y ojo, en mi querido México, el té de Jamaica sin azúcar es mano de santo contra la tos. ¡Más efectivo que los jarabes de la farmacia, te lo juro! Mi abuela lo usaba, y la tos salía corriendo despavorida.

Datos adicionales (¡agárrate!):

• ¡Colorante natural! Tiñe tus bebidas y postres de un rojo chillón, más intenso que el semáforo en rojo.
• ¡Exfoliante! Las hojas trituradas, ¡directo a la piel! Te deja más suave que pompis de bebé. ¡Y no es broma!
• ¡Fertilizante! Los restos de la flor de Jamaica son oro para las plantas. ¡Les da un subidón de alegría que no veas!