¿Qué es una agua ionizada?

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El agua ionizada se produce mediante electrólisis, un proceso que utiliza corriente eléctrica para separar el agua en dos componentes: un agua alcalina rica en minerales como potasio y magnesio, y un agua ácida con otros iones. Este proceso modifica la composición iónica del agua.
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El Misterio del Agua Ionizada: Más Allá del Simple H₂O

El agua, elemento esencial para la vida, se presenta en diversas formas, cada una con características particulares. En los últimos años, ha cobrado popularidad el agua ionizada, un tipo de agua que, a diferencia del agua potable común, ha sido sometida a un proceso de electrólisis, generando un producto con una composición iónica modificada y, según sus defensores, con beneficios para la salud. Pero, ¿qué implica exactamente este proceso y qué lo diferencia del agua que bebemos a diario?

El proceso clave detrás del agua ionizada es la electrólisis. Esta técnica electroquímica utiliza una corriente eléctrica continua para descomponer el agua (H₂O) en sus componentes básicos: hidrógeno (H₂) y oxígeno (O₂). Sin embargo, el proceso no se limita a la simple separación de estos gases. La electrólisis, realizada en un ionizador de agua, ocurre en un compartimento dividido por una membrana semipermeable. Esto permite que la corriente eléctrica, al pasar a través del agua, separe simultáneamente los iones presentes en el agua, generando dos corrientes diferentes:

  • Agua Alcalina (pH superior a 7): Este tipo de agua, generado en el cátodo (polo negativo), se enriquece con iones minerales como potasio (K⁺) y magnesio (Mg²⁺), entre otros. Su pH elevado se debe a la mayor concentración de iones hidroxilo (OH⁻). Se le atribuyen propiedades antioxidantes, debido a la presencia de electrones libres, aunque esta afirmación necesita mayor investigación científica.

  • Agua Ácida (pH inferior a 7): Generado en el ánodo (polo positivo), este agua contiene una mayor concentración de iones hidrógeno (H⁺), lo que le otorga su carácter ácido. Su composición incluye otros iones presentes en el agua original, como cloro (Cl⁻) y sulfatos (SO₄²⁻). Se le atribuyen propiedades antibacterianas, aunque nuevamente, se requiere más investigación para corroborar su eficacia.

Es fundamental aclarar que el proceso de ionización no crea ni destruye moléculas de agua. Simplemente reordena los iones presentes en ella, modificando su pH y concentración de ciertos minerales. La afirmación de que el agua ionizada posee propiedades milagrosas para la salud, ampliamente difundida en publicidad, requiere un análisis crítico. Si bien existen estudios que exploran sus posibles beneficios, la comunidad científica aún no ha llegado a un consenso definitivo sobre su eficacia y seguridad a largo plazo. Muchos de los efectos atribuidos al agua ionizada podrían estar relacionados con el aumento de la ingesta de minerales alcalinos, más que a una propiedad intrínseca del proceso de ionización.

En resumen, el agua ionizada es un producto derivado de un proceso electroquímico que altera la composición iónica del agua, resultando en dos corrientes con diferentes propiedades: una alcalina y otra ácida. Si bien se le atribuyen varios beneficios para la salud, es crucial consultar con profesionales de la salud antes de consumirla regularmente, especialmente si se tiene alguna condición médica preexistente. La investigación científica continua siendo necesaria para determinar con certeza los efectos reales del consumo de agua ionizada a largo plazo.