¿Qué hacer en caso de consumir mucha sal?

¿Cómo bajar la presión por exceso de sal?

¡Ay, Dios mío, la presión alta por culpa de la sal! ¡Parece que te has metido en una pelea con un ejército de saleros asesinos! Baja esa presión ya, ¡que esto no es una broma!

Primero, dieta, dieta, ¡que no es lo mismo que dejar de comer! Piensa en un plan de acción, no en un castigo. Como el mío: ¡sushi los martes, pizza los jueves (pero casera, eh)!

El potasio es tu nuevo mejor amigo. Como mi abuelita decía: “el potasio es la magia anti-sal”. Necesitas entre 3500 y 5000 miligramos al día, ¡casi una montaña! Pero no te preocupes, no tendrás que tragarte un puñado de pastillas. Plátanos, tomates, espinacas… ¡mira que cosas ricas! ¡Mejor que cualquier pastilla!

¿Alimentos procesados? ¡Huye de ellos como de la peste! Esos fabricantes son unos demonios que añaden sal como si fuera azúcar a un café con churros. ¡Asesinos de la salud!

• Frutas y verduras: ¡Un festín de potasio!
• Legumbres: ¡Son tus nuevos aliados!
• Pescado: ¡Omega-3 para un corazón feliz!
• Agua, agua, agua!: ¡Y mucha, eh! Ni se te ocurra beber refrescos, ¡sería una tragedia!

¡Recuerda! Si no funciona, ve al médico, no sea que el asunto se ponga feo. Yo casi me infarto el año pasado por culpa de los nachos con queso ¡qué locura!

CONSEJO EXTRA: Yo me compré un medidor de sal. Lo uso para controlar la sal en mi cocina. Es genial, lo recomiendo ¡aunque parezca sacado de una película de ciencia ficción!

¡Éxito en tu lucha contra la sal asesina!

P.D. Este año, mi objetivo es bajar 5 kilos. ¡Ya estoy a dieta!

¿Qué puede contrarrestar la sal?

Medianoche. Otra vez. Despierto. Pensando… en la sal. Demasiada sal. Como mi vida. Amarga, a veces. Insípida, otras.

• Agua. Claro. Diluye. Como las lágrimas diluyen la pena. Pero no la quitan. Nunca. Hoy puse demasiada sal en la sopa. Como puse demasiadas esperanzas… en algo que nunca sucedió.

• Caldo. Sí. Intenta disimular. Cubre el sabor. Como yo intento cubrir mi tristeza con una sonrisa. Una sonrisa rota. La sopa quedó… pasable. Pero yo… yo sigo roto.

• Limón. Ácido. Cortante. Como los recuerdos. Me cortan por dentro. El limón a veces ayuda. A veces solo empeora las cosas. La sopa, al menos, tuvo un poco de vida.

• Azúcar. Un contraste. Dulce. Intenta compensar. Como… como cuando busco un poco de alegría en medio del caos. Un abrazo. Una palabra amable. Raro. Muy raro.

• Papas. Absorben. Como si pudieran absorber todo lo malo. Todo el dolor. Ojalá… ojalá fuera tan fácil. Las papas absorbieron la sal. Pero no absorbieron mi… mi vacío.

Hoy, 27 de octubre del 2024, volví a fracasar. Otra vez la sopa salada. Otra vez yo… roto.

¿Cómo bajar la ingesta de sal?

Menos sal. Da igual.

• Comida fresca. Fruta, verdura. Sin más. ¿Quién tiene tiempo?
• Sodio bajo. Mira etiquetas. Aburre, pero toca.
• Cocina en casa. Si te apetece claro. La nevera te espera.
• Sal en recetas: Adiós. O casi. Experimenta.
• Especias y hierbas: Sustituye, innova. Algo nuevo quizás.
• Condimentos: Menos. Menos es más, dicen.

Información adicional:

• Cuidado con el pan. Lleva sal oculta. ¿Lo sabías?
• El potasio ayuda a eliminar sodio. Plátanos, aguacates.
• La sal es un hábito. Cambiar cuesta. Inténtalo.
• La OMS recomienda menos de 5 gramos al día. Casi nada.

La vida es corta. Decide. Pero luego no te quejes.