¿Qué pescados son ricos en yodo?

Ay, el yodo… ¿Quién iba a decirme que un mineral tan pequeño pudiera ser tan importante, verdad? Recuerdo a mi abuela, siempre insistiendo en que comiéramos pescado, “¡Para que crezcáis fuertes!”, decía. Ahora entiendo un poco mejor por qué. No es solo por las proteínas, claro, sino por cosas como el yodo. ¡Qué cosas, la vida!

¿Qué pescados son ricos en yodo? Pues mira, a mí me encanta el marisco, y resulta que ahí está la clave. Gambas, berberechos, almejas… ¡un festín de yodo! Me acuerdo de una paella que hice una vez, con un montón de sepia y chipirones, estaba deliciosa y, sin saberlo, ¡una bomba de yodo! Bacalao y caballa también son buenas opciones, aunque a mí, la verdad, el bacalao a veces se me hace un poco soso, necesitaría una buena salsa… Pero bueno, sacrificios por la salud, ¿no?

El yodo, me dijeron una vez en una charla sobre nutrición (¡sí, sí, fui!), es fundamental para la tiroides. Es como… la jefa de la orquesta de nuestro metabolismo, ¿sabes? Si no hay suficiente yodo, la orquesta se desbarata. Y eso sí que no mola. Recuerdo a una amiga que tuvo problemas de tiroides, ¡qué mal lo pasó! Por eso, creo que es importantísimo prestar atención a nuestra alimentación. No se trata de obsesionarse, claro, pero un poquito de “planificación yodada” no viene mal, ¿no crees? Un par de veces por semana, un buen plato de pescado… ¡y asunto arreglado! O al menos, más controlado, porque yo soy de las que piensa que la vida es para disfrutarla, también de una buena paella de vez en cuando.