¿Cómo registrar el nombre a una estrella?

¿Sueñas con ponerle tu nombre a una estrella? La verdad detrás del “bautizo” estelar.

Siempre ha existido el romanticismo de nombrar una estrella en honor a un ser querido, un logro personal o simplemente por el placer de dejar una pequeña marca en el inmenso universo. La idea es tentadora: un certificado con tu nombre y el de una estrella brillante, brillando eternamente en la noche. Sin embargo, la realidad detrás de este deseo es un poco más compleja de lo que parece.

No existe una entidad oficial, como la ONU o la UAI (Unión Astronómica Internacional), que se encargue del registro global de nombres de estrellas. Las organizaciones que ofrecen este servicio son empresas privadas que operan en un mercado que explota el deseo de inmortalidad y reconocimiento. Por lo tanto, el “nombre” que adquieras a través de ellas no es reconocido por la comunidad científica internacional.

Entonces, ¿cómo funciona este proceso? La mecánica es relativamente simple:

1. Busca una organización: Existen diversas compañías que ofrecen el “registro” de nombres estelares. Es crucial investigar y elegir una con una buena reputación, si bien la validez del registro sigue siendo la misma: interna. Compara precios y servicios antes de tomar una decisión.

2. Selecciona tu estrella: Estas organizaciones usualmente ofrecen catálogos de estrellas con diferentes características (brillo, constelación, etc.). Podrás elegir la que más te guste, aunque la ubicación precisa suele ser una coordenada en el cielo, no un nombre reconocido por la comunidad astronómica.

3. Completa el formulario de registro: A continuación, deberás rellenar un formulario con tus datos personales y la información de la estrella elegida. Aquí podrás indicar el nombre que deseas asignarle a tu estrella, que puede ser el tuyo, el de alguien especial o cualquier otro que desees.

4. Realiza el pago: El “registro” tiene un costo, que varía dependiendo de la organización y las características de la estrella escogida. Es importante ser consciente de que estás pagando por un certificado conmemorativo, no por un derecho legal o científico sobre el cuerpo celeste.

5. Recibe tu certificado: Una vez realizado el pago, recibirás un certificado que acredita el “nombre” que has otorgado a la estrella, junto con, posiblemente, una carta y una representación gráfica de su ubicación.

En resumen: comprar el nombre de una estrella es una experiencia simbólica, un bonito gesto que permite honrar a alguien o celebrar un evento especial. Sin embargo, es fundamental comprender que este nombre solo tendrá validez dentro de la organización que te haya expedido el certificado. No se trata de un registro oficial, ni cambiará el nombre científico de la estrella, que está determinado por la comunidad científica internacional a través de la UAI. Si buscas un regalo significativo y estás dispuesto a pagar por un recuerdo especial, entonces esta opción puede ser interesante. Pero no esperes que tu nombre aparezca en ningún mapa estelar profesional.