¿Cómo se transformó Muzan en demonio?

La Transformación Demoníaca de Muzan Kibutsuji: El Origen del Señor de los Demonios

En el enigmático período Heian, un hombre mortal llamado Muzan Kibutsuji se enfrentó a la oscuridad. Debilitado por una enfermedad mortal, buscó desesperadamente una cura, lo que lo llevó a un inquietante encuentro que transformaría su destino para siempre.

Un misterioso médico, conocido por sus experimentos poco convencionales, se ofreció a curar a Muzan utilizando un tratamiento experimental. Con pocas opciones, Muzan aceptó la oferta, sin darse cuenta de las horribles consecuencias que le esperaban.

A través de un ritual arcano, el médico inyectó a Muzan con una sustancia desconocida, desencadenando una transformación insondable. En cuestión de horas, el cuerpo de Muzan se contorsionó y cambió, adquiriendo características sobrenaturales. Su piel se volvió pálida y translúcida, sus ojos se volvieron escarlatas y sus colmillos se alargaron.

La transformación no solo alteró la apariencia física de Muzan, sino también su naturaleza esencial. De un ser humano vulnerable, se convirtió en un demonio, una criatura inmortal con un insaciable anhelo de sangre. Pero con el don de la inmortalidad llegó una maldición terrible: la vulnerabilidad a la luz solar.

Esta deficiencia atormentó a Muzan, convirtiéndose en una obsesión que impulsó sus acciones posteriores. Desesperado por superar esta debilidad, se dedicó a perseguir el secreto de la inmortalidad absoluta, emprendiendo un despiadado viaje para adquirir poder y eludir la amenaza de la luz destructiva.

Así, la transformación de Muzan Kibutsuji en demonio marcó el comienzo de su reinado como el Señor de los Demonios, un ser despiadado y enigmático cuya búsqueda de la inmortalidad condenó a innumerables vidas a la oscuridad. Y mientras el mundo continuaba girando, el legado de Muzan perduró, un testimonio de la imprevisibilidad del destino y el poder corruptor del anhelo no regulado.