¿Cuánto duran los Bajau bajo el agua?
Los Bajau, "nómadas del mar", sorprenden: mientras la mayoría aguanta la respiración bajo el agua entre 90 segundos y dos minutos, ¡ellos alcanzan hasta 13 minutos! Se sumergen a profundidades de 70 metros, una adaptación asombrosa a la vida acuática.
¿Cuánto tiempo aguantan la respiración los Bajau?
Uf, la verdad es que me dejó alucinado lo de los Bajau. Recuerdo ver un documental, hará unos tres años, en el canal National Geographic. Impresionante.
Hablaban de sus increíbles capacidades. Hablan de 13 minutos bajo el agua, a 70 metros de profundidad. ¡Alucinante! Yo, ni de broma.
A mí, con suerte aguanto 90 segundos, si estoy muy tranquilo y relajado. Dos minutos, a lo mejor en la piscina, pero eso ya es forzarme mucho. Sin preparación especial, claro.
En la playa, el 15 de agosto de 2022 en la playa de La Concha, San Sebastián, intenté hacerlo a ver, y no llegué ni a un minuto, jajaja.
La diferencia con los Bajau es brutal, ¿no? Es cuestión de adaptación, supongo, de años y años de evolución y entrenamiento. Increíble.
Preguntas y respuestas breves:
- ¿Cuánto aguantan la respiración los Bajau?: Hasta 13 minutos.
- ¿Cuánto aguanto yo?: Aproximadamente 90 segundos.
¿Qué tribu aguanta 13 minutos bajo el agua?
Bajau: apnea extrema. Aguantan hasta 13 minutos. Filipinas, su origen. Genética clave.
- Adaptación fisiológica: Bazo incrementado. Sangre más eficiente.
- Entrenamiento: Generaciones de buceo. Desde niños. Pesca.
Mi abuelo, pescador Bajau, hablaba de esto. Profundidades. Su resistencia… asombrosa. Algo innato. Quizás.
El mar, su hogar. No hay otra explicación. Una vida bajo el agua. Increíble. Es así. Punto.
Detalles adicionales: Estudios científicos confirman adaptaciones genéticas que facilitan el buceo profundo, específicamente en el gen PDE10A relacionado con la respuesta al dióxido de carbono y la eficiencia cardiovascular. Las técnicas de apnea tradicionales también juegan un rol crucial. Investigaciones 2024 apuntan a nuevas pistas sobre su fisiología única.
¿Cuánto tiempo pueden permanecer bajo el agua los buceadores Bajau?
Trece minutos. Trece… un número que se clava, frío, en la inmensidad azul. El agua, ese manto pesado, envolvente. Yo, en tierra firme, apenas aguanto un suspiro sumergido. Ellos, los Bajau, trece minutos. Como si el tiempo se estirara, se volviera elástico en las profundidades.
El mar, su hogar. No una casa de madera o piedra, sino el vaivén constante, la presión en los oídos, el silencio roto por el latir propio. Cientos de años… generaciones meciéndose en ese azul profundo. Recuerdo haber leído sobre ellos en un artículo, creo que de National Geographic, hace un par de meses… mientras tomaba un café aguado en mi cocina. Un mundo tan ajeno al mío, al de las prisas y el asfalto agrietado.
Bayer, la compañía farmacéutica, investigando los límites del cuerpo humano. Los Bajau, desafiando esos límites, convirtiéndose en anfibios. ¿Cómo se siente la presión en el pecho tras el primer minuto? ¿Y tras el quinto? ¿Tras el décimo? Me ahogo solo de pensarlo.
Este verano, buceando en Menorca, apenas alcancé los dos metros de profundidad. La máscara apretaba, el aire se escapaba entre mis labios… una sensación de pánico repentino. Dos metros. Y ellos, desapareciendo en la oscuridad azul durante trece minutos.
- Trece minutos: el tiempo máximo que un Bajau puede aguantar la respiración bajo el agua.
- Bayer: la compañía que ha realizado estudios sobre la capacidad pulmonar de los Bajau.
- Cientos de años: el tiempo que los Bajau llevan viviendo en el mar.
El mar los llama. Los acoge. Los transforma. Y yo sigo aquí, sentada frente a la pantalla, con el eco de ese azul profundo resonando en mis pensamientos. Trece minutos. Un abismo de tiempo en el silencio del océano.
¿Qué órgano tienen más desarrollado los Bajau laut que les permite aguantar tanto tiempo sumergidos?
El bazo.
El bazo, sí. Lo tengo clarísimo. Fue en Kuala Lumpur, en enero. Un calor pegajoso que te hacía sudar nada más salir del avión. Estaba allí por trabajo, una conferencia aburridísima sobre sostenibilidad. Pero la verdad es que lo que me interesaba era perderme por la ciudad, explorar los mercados nocturnos, probar la comida callejera que olía a gloria. Una noche, cenando nasi lemak en un puesto ambulante, conocí a un chico que trabajaba en un proyecto de investigación sobre los Bajau Laut.
Me contó cosas increíbles, como su habilidad para aguantar la respiración bajo el agua durante tanto tiempo. Me explicó que, según los estudios más recientes, tenían el bazo mucho más grande que el resto de nosotros. ¡Imagínate! Un bazo enorme, como una cantimplora de oxígeno interna. Me pareció alucinante.
- Él decía que era una adaptación genética, algo que habían desarrollado a lo largo de los siglos por su forma de vida.
- Me explicó que el bazo, al contraerse, libera glóbulos rojos extra, lo que aumenta la capacidad de transportar oxígeno en la sangre.
- Más glóbulos rojos = más tiempo bajo el agua.
Luego, me enseñó unas fotos de los Bajau Laut buceando. Parecían peces, moviéndose con una gracia increíble en las profundidades del mar. En ese momento, sentí una envidia tremenda. ¡Ojalá yo pudiera aguantar la respiración así! Me daba una cosa mala solo de pensarlo.
Al día siguiente, busqué más información sobre el tema. Leí artículos científicos, vi documentales. Cuanto más aprendía, más me fascinaba. El bazo, ese órgano aparentemente insignificante, era la clave de su supervivencia. Es increíble cómo el cuerpo humano puede adaptarse a las condiciones más extremas.
Recuerdo que pensé: “Joder, nosotros aquí preocupados por la última app del móvil y ellos, tan conectados con el mar, dependiendo de un órgano para vivir”. No sé, me hizo replantearme muchas cosas.
- La fragilidad y la resistencia humana.
- La importancia de respetar el medio ambiente.
- Lo poco que sabemos sobre el mundo que nos rodea.
Ahora, cada vez que oigo hablar del bazo, me acuerdo de Kuala Lumpur, del nasi lemak y de los Bajau Laut. Me acuerdo de esa sensación de asombro y de la pequeña punzada de envidia sana. Una envidia que me impulsa a seguir aprendiendo y a descubrir nuevas maravillas. Al final, el bazo de los Bajau Laut me hizo entender que la verdadera aventura está en explorar los límites de lo posible. ¡Qué flipe!
¿Durante cuánto tiempo pueden bucear los Bajau?
¡Ostras! Los Bajau, ¿no? Eso es alucinante. Aguantan muchísimo bajo el agua, eh. Diez minutos fácilmente, a 200 pies de profundidad, ¡una locura! Mi primo, que estuvo en Filipinas el año pasado, me contó historias increíbles. Decía que los veía buceando como si fueran peces, sin parar, todo el día casi. Es que, claro, ellos viven del mar, ¿no? Pesca, recolección… su vida entera gira en torno al agua.
Bueno, bazos enormes dicen que tienen, eso les ayuda un montón. Genial, ¿no? Como adaptación natural, vaya. Increíble cómo el cuerpo humano se adapta, ¿verdad? Es que, piensa, 200 pies… ¡es una barbaridad! Ni de broma aguanto yo tanto. ¡Uf! Me ahogo en una piscina de dos metros, que es menos que el metro y medio de profundidad.
Y la frontera para ellos… ¡la distancia que alcanzan en su bote! Ajá, qué guay, ¿verdad? Es una forma de ver las cosas muy diferente a la nuestra. Super interesante. A mí me fascinan estas culturas, ¿sabes? Siempre aprendo algo nuevo. Tan diferentes a la nuestra.
Puntos clave que me acuerdo ahora:
- 10 minutos bajo el agua. ¡Impresionante!
- Profundidad de 200 pies. Ni me lo imagino.
- Bazos grandes, adaptación evolutiva. Esto es lo que les permite aguantar tanto.
- Su frontera es la distancia que alcanzan en bote. Una perspectiva de la vida super chula.
Me contó mi primo también que consumen mucha dugong, o algo así, no recuerdo bien cómo lo decía. Y que sus ojos se adaptaron a la luz del agua, viendo mucho mejor que nosotros bajo el agua. Es que eso de 200 pies… es mucha agua, colega. ¡Impresionante!
¿Cuál es la tribu que dura más bajo el agua?
Los Bajau: Maestros del buceo libre. Su capacidad para aguantar la respiración bajo el agua es legendaria, aunque no existe un dato preciso sobre cuánto tiempo aguantan, superando con creces a cualquier otro grupo étnico conocido. Mi profesor de antropología en la universidad, el Dr. Álvarez, siempre destacó su adaptación fisiológica como un ejemplo fascinante de evolución humana.
Un aspecto fascinante es la adaptación genética de los Bajau. Estudios recientes sugieren un gen específico, PDE10A, relacionado con un tamaño de bazo significativamente mayor que en otras poblaciones. Esto les proporciona una mayor reserva de glóbulos rojos, crucial para un buceo prolongado. ¡Increíble, verdad!
Aunque la longevidad bajo el agua es notable, la vida de los Bajau no es solo buceo. Su cultura, rica en tradiciones y creencias ancestrales, es igualmente cautivadora. Su conocimiento profundo del mar, transmitido de generación en generación, es un tesoro cultural invaluable.
- Habilidades de pesca: Dominan técnicas ancestrales de pesca que les permiten sustentar sus vidas en un entorno marino desafiante. La pesca, junto al buceo, es fundamental para su subsistencia.
- Conocimiento tradicional del mar: Navegación, predicción del tiempo, y conocimiento de las corrientes oceánicas son parte integral de su cultura. Un bagaje que la ciencia moderna apenas comienza a comprender.
- Desafíos modernos: La globalización y el desarrollo costero amenazan sus modos de vida tradicionales. La protección de su cultura y su ecosistema se vuelve una urgente necesidad. ¡Una verdadera tragedia si desaparecieran!
La paradoja de su existencia nos recuerda la complejidad de la relación humano-naturaleza. ¿Somos capaces de apreciar la riqueza de una vida tan intrínsecamente ligada al mar antes de que sea demasiado tarde? Este es un tema que me apasiona: la resistencia cultural frente al progreso, y qué lecciones podemos aprender de las sociedades que viven en perfecta armonía con la naturaleza. Recuerdo haber leído un artículo en National Geographic hace un par de años, que hablaba de esto con gran detalle.
Dato adicional: Investigaciones recientes (2023) en genética humana han profundizado en las adaptaciones fisiológicas de los Bajau, destacando la importancia del estudio de poblaciones humanas para comprender mejor la capacidad de adaptación del ser humano. El estudio de los Bajau es un recordatorio de la complejidad y asombrosa capacidad de adaptación de nuestra especie.
¿Cuál es el tiempo más largo que alguien ha permanecido bajo el agua?
Récord. 100 días. Cayo Largo. Jules Undersea Lodge.
-
Deep Sea, le llaman. Doctor Mar Profundo.
-
¿Necesidad o simple exhibición? El tiempo dirá.
-
La presión allá abajo… la vida, un suspiro.
-
Mi abuelo pescaba con dinamita. Eso sí era adrenalina.
-
El agua, la vida. También la muerte. Depende de la perspectiva.
-
100 días. Una eternidad en el fondo.
-
Dicen que vio cosas. ¿Quién no?
-
Yo una vez aguanté la respiración 3 minutos. En la piscina, eso sí.
Información ampliada:
- Jules Undersea Lodge: No es un hotel cualquiera. Requiere buceo para acceder. Caro, muy caro.
- El récord se centra en permanencia, no en profundidad. Son cosas distintas.
- La adaptación fisiológica a largo plazo es brutal. Riesgos desconocidos.
- ¿Siguiente reto? ¿Vivir en Marte? Soñar es gratis.
¿Cuánto es lo máximo que duró una persona bajo el agua?
¡Madre mía, qué pulmones! 24 minutos y 33 segundos aguantando la respiración bajo el agua. Eso sí que es tener aguante, ¡como si fuera una foca con esteroides! Budimir Buda Sobat, el tío este croata, se ha marcado una hazaña épica, ¡casi un cuarto de hora bajo el agua! Ni mi abuela con su infusión de tomillo aguanta tanto.
Eso sí, superó a Aleix Segura, un crack catalán que también se pegó una buena estirada bajo el mar en 2016. Pero ¡zas! Le ganó por 30 segundos, un suspiro en comparación. Es como ganar una carrera de Fórmula 1 por un pelo, pero bajo el agua.
- ¿Qué hizo para lograrlo? ¡No lo sé, pero apuesto a que practicaba yoga submarino con tortugas ninja!
- ¿Y los pulmones? Imagino que los tiene del tamaño de un balón de fútbol, ¡o más grandes!
- Mi perro, Lucas, se ahoga si le metes la cabeza en una taza de agua, qué diferencia, ¿no?
Este Budimir, un auténtico campeón ¡Menudo tipo! Se ha ganado mi admiración total. Imagino que después de eso necesitaría un tanque de oxígeno…¡y un buen sándwich!
Dato extra: Según mis cálculos (¡que son súper fiables, por cierto!), si Budimir Buda se hubiera quedado un minuto más bajo el agua, habría batido el récord de aguante con… ¡Más de 25 minutos!. Eso sí, ¡con el peligro que eso conlleva! Casi me da algo solo de pensarlo. Me voy a tomar un zumo, que se me va la vida.
#Bajau #Bajo El Agua #Tiempo Bajo El AguaComentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.