¿Cuántos movimientos tiene la sinfonía fantástica?

0 ver

La Sinfonía Fantástica, innovadora por su carácter programático, se compone de cinco movimientos, una estructura poco común para su época que habitualmente se limitaba a cuatro. Estos son: Sueños y pasiones, Un baile, Escena en el campo, Marcha al suplicio y Sueño de una noche de aquelarre.

Comentarios 0 gustos

La Sinfonía Fantástica: Un Viaje en Cinco Movimientos a las Profundidades del Alma

La Sinfonía Fantástica, subtitulada Episodios de la vida de un artista, de Hector Berlioz, es una obra maestra que revolucionó la música sinfónica del siglo XIX. Más allá de su exuberante orquestación y su melodismo cautivador, reside su carácter programático, una audaz incursión en la representación musical de una narrativa personal y profundamente emotiva.

Una característica fundamental de esta sinfonía es su estructura inusual: cinco movimientos. En la época en que Berlioz la compuso, la norma para una sinfonía era limitarse a cuatro movimientos, generalmente siguiendo un esquema de allegro, andante, scherzo y finale. La decisión de Berlioz de expandir la estructura, añadiendo un movimiento más, fue una ruptura radical con la tradición, reflejando su deseo de narrar una historia más compleja y rica en detalles.

Cada uno de estos cinco movimientos representa una faceta distinta de la obsesión del artista por su amada, guiado por una “idea fija” melódica que se transforma y reaparece a lo largo de la obra. Estos movimientos son:

  1. Sueños y pasiones (Rêveries – Passions): El primer movimiento nos introduce al estado de ánimo del artista, sumido en ensueños y anhelos, atormentado por la presencia recurrente de la amada idealizada. La “idea fija” se presenta aquí en su forma original, impregnada de melancolía y esperanza.

  2. Un baile (Un bal): El vals elegante y brillante sirve como contraste, representando un intento de distracción de la obsesión. Sin embargo, la “idea fija” reaparece brevemente en medio del baile, recordándole al artista la persistencia de su amor.

  3. Escena en el campo (Scène aux champs): Este movimiento pastoral evoca un paisaje idílico, un escape temporal de la angustia del artista. Dialogan dos pastores con una sencilla melodía, creando una atmósfera de paz y tranquilidad, aunque la “idea fija” emerge sutilmente al final, insinuando que la obsesión nunca desaparece por completo.

  4. Marcha al suplicio (Marche au supplice): Este es el punto de inflexión dramático de la sinfonía. En un sueño, el artista ha matado a su amada y es conducido al patíbulo. La marcha, sombría y grandiosa, describe el camino del condenado, interrumpido por breves reminiscencias de la “idea fija” antes de que la hoja de la guillotina caiga con un estruendoso golpe.

  5. Sueño de una noche de aquelarre (Songe d’une nuit du sabbat): El movimiento final es una pesadilla grotesca y fantástica. El artista se ve transportado a un aquelarre infernal, rodeado de monstruos, brujas y espíritus malignos. La “idea fija” se transforma en una melodía burlesca y vulgar, perdiendo su inocencia original. Este movimiento culmina con la Dies irae, una melodía medieval tradicionalmente asociada con el juicio final, que añade un elemento de horror y desesperación.

En conclusión, la Sinfonía Fantástica es una obra maestra no solo por su innovadora orquestación y su belleza melódica, sino también por su audaz estructura en cinco movimientos. Esta estructura permite a Berlioz explorar las profundidades de la psique humana, narrando la historia de un amor obsesivo con una intensidad y un dramatismo sin precedentes. La decisión de romper con la tradición del formato de cuatro movimientos fue fundamental para lograr la singular expresividad y el impacto emocional de esta obra icónica.