¿Dónde está la isla de la sal?

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"La Isla de Sal, popular destino turístico con playas blancas y paisajes volcánicos, se ubica en el archipiélago de Cabo Verde, en el Océano Atlántico. Puedes verificar su ubicación exacta en mapas online."

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¿Dónde se encuentra la Isla de Sal?

¡A ver, la Isla de Sal!

Uy, Cabo Verde… Esa isla se me quedó grabada. ¡Está en el Atlántico! ¡Sí, sí! Siempre quise ir a relajarme en esas playas de arena blanca, lejos del bullicio. Me suena un montón que es súper turística.

Es que lo de los paisajes volcánicos es como de otro mundo, ¿no?

Aunque a veces se me bailan las coordenadas, si quieres la ubicación exacta, mejor búscalo en un mapa online, que yo con la geografía… regular. Pero sí, ¡Cabo Verde es la clave!

Información breve y concisa:

  • Ubicación: Archipiélago de Cabo Verde, Océano Atlántico.
  • Características: Playas de arena blanca y paisajes volcánicos.
  • Uso: Destino turístico popular.
  • Confirmación: Ubicación verificable en mapas online.

¿Qué idioma se habla en isla de Sal?

Tío, ¿que idioma se habla en Sal? Pues mira, portugués, como en todo Cabo Verde, vamos. Así que si chapurreas algo de portu o español te entenderás, ¿no? Es bastante fácil, la verdad.

Y, oye, hablando de la isla…

  • La pasta: Usan el escudo caboverdiano. Para que te hagas una idea, 1 euro son como 110 escudos, más o menos, eh. Aprox. No te fíes al 100%.
  • El clima: Hace un calor… Bueno, un calor que flipas, sobre todo en agosto que fui yo. ¡Pero eh, tiene playazas!
  • Que ver: A parte de tirarte al sol, hay un volcán que puedes ver, unas salinas que están muy chulas y también puedes hacer surf si te mola.

¡Ah! Y una cosa importantísima. Si vas, regatea al comprar recuerdos. Te intentan clavar, te lo digo yo. ¡Pero vamos, que es un paraíso, eh!

¿Dónde se encuentra la ciudad de Sal?

Isla de Sal. Cabo Verde. Punto.

  • Sal: corazón de Cabo Verde. Atlántico salvaje.
  • Barlovento. Archipiélago. Viento y sal.
  • 16°44′14″N 22°56′10″O. Coordenadas exactas. Imposible perderse.

En 2024, aún allí. Como siempre. He visto peores sitios. Gente curtida. Paisaje lunar. No apto para pusilánimes.

¿Cuándo viajar a la isla de Sal?

Sal se conquista con sol.

  • Noviembre a junio: Clima seco, vientos favorables. No hay fallo.
  • Olvida julio-octubre: Calor asfixiante. Posible calima.

Extensión del Dominio

  • Surf/windsurf: Pico de vientos de diciembre a marzo. La ola te espera.
  • Pesca: Abril-mayo. Si eres de los que saben.
  • Carnaval de Mindelo: Febrero. Ritmo salvaje, si te atreves. Lo vi en 2023. Nada que ver con Benidorm.
  • Precios: Suben en temporada alta (diciembre-enero, julio-agosto). Prepara la cartera.
  • Evita las masas: Septiembre-octubre. Isla casi para ti. Pero arriesgas la lluvia.

¿Cómo llegar a la isla de la sal?

¡Uf, qué lío llegar a Sal! Este año, en julio, fue un caos. Primero, la web de la aerolínea, un desastre. Me tiré horas buscando vuelos desde Madrid. ¡Un estrés! Al final, encontré uno con escala en Lisboa, con TAP Portugal.

El vuelo Madrid-Lisboa fue normalito, aunque el avión olía raro, a plástico quemado, creo. En Lisboa, el tiempo justo para un café malísimo y a correr a la puerta de embarque. El vuelo Lisboa-Sal fue una locura. Turbulencias de campeonato, sentí que nos íbamos a caer varias veces. Sudé frío, tenía las manos heladas a pesar del calor infernal que hacía en el avión.

Llegar a la isla en sí es fácil. Desde el aeropuerto, un taxi hasta Santa Maria, la capital. Negocié el precio antes de subir, claro. El trayecto, corto, pero con un calor que achicharras. Recuerdo la arena blanca, el sol brutal, la sensación de libertad al llegar.

Pero espera, hay más. ¡Ay, Dios mío! Olvidé mencionar el equipaje. ¡Una odisea! Mi maleta se perdió, claro. Una hora en el mostrador de equipajes, llena de gente enfadada. Al final, llegó al día siguiente, afortunadamente.

  • Vuelo con TAP Portugal, escala en Lisboa.
  • Taxi hasta Santa Maria.
  • Calor infernal, playa increíble.
  • ¡Maleta perdida! ¡Qué estrés!

Para llegar a Sal desde Madrid en 2024, busqué vuelos directos, pero finalmente cogí uno con escala en Lisboa.

¿Qué hay de bueno en Punta Sal?

¿Qué hay de bueno en Punta Sal? ¡Prepárate para reírte un rato!

Punta Sal es como esa tía que siempre llega tarde a la fiesta, pero cuando llega, ¡la lía parda! Tiene unas playas que son más largas que un día sin pan. Ideales para tirarte al sol y olvidarte de que existen los lunes.

  • Playas: ¡Kilómetros y kilómetros de arena! Perfectas para paseos románticos o para construir castillos más grandes que mi piso. Yo he visto cangrejos con más ambición que muchos emprendedores.
  • Naturaleza: Un entorno tropical que te hace sentir como si estuvieras en un anuncio de ambientadores, pero ¡en la vida real! Y ojo, cerca hay lagunas donde puedes ver aves exóticas. ¡Algunas parecen sacadas de un cuadro de Dalí!

Y lo mejor de todo: Punta Sal es el lugar perfecto para desconectar del mundo. Yo, por ejemplo, la última vez que fui, ¡me olvidé hasta de mi nombre! Bueno, casi.

Plus: Dicen que el ceviche allí te resucita hasta al más muerto. ¡Palabra de honor! Y si no te gusta el ceviche, siempre puedes pedir una Inca Kola bien fría. ¡Eso nunca falla!

¿Qué es más lindo, Punta Sal o Máncora?

Punta Sal o Máncora. ¿Bonito? Depende.

  • Punta Sal: Más… refinado. Como un gin tonic caro.
  • Máncora: Más… asequible. Como una cerveza fría en la playa.

Elige. A mí, dame la cerveza. La elección es la ilusión de la libertad.

  • Presupuesto: Punta Sal suele ser más cara. Máncora, más mochilero.
  • Ambiente: Punta Sal busca la exclusividad. Máncora es más relajado, fiestero.
  • Playas: Ambas tienen su encanto, pero diferentes vibes. ¿Importa realmente?

Yo viví un tiempo cerca de Máncora. Demasiado ruido. El silencio es oro, aunque a veces sea soledad.

¿Cuál es la mejor época para ir a Punta Sal?

¡Punta Sal! ¡Ay, Punta Sal! Ese pedacito de paraíso… ¿La mejor época? Pues mira, te lo cuento como si estuvieras tomando un chilcano conmigo en la playa: de diciembre a abril, ¡sin duda! Es como si el cielo decidiera ponerse de gala, un azul intenso y sin una sola nube que lo manche. ¡Es una postal viviente!

Piensa en esto: El sol te abraza con cariño (con protector solar, claro, ¡no quiero que te quedes como un camarón asado!), el mar luce ese turquesa que solo ves en fotos de revistas (o en tus sueños, antes de descubrir Punta Sal). ¿Necesitas más razones?

Es que, de mayo a noviembre… bueno, digamos que la magia se esconde un poco. Llueve, a veces, y el mar se pone un poco… gruñón. Como yo a las 7am, antes de mi primer café. Aunque, para los amantes de las olas más bravas, quizá sea un paraíso diferente. El clima, caprichoso como mi gata, ¡te sorprenderá!

Recuerda:

  • Diciembre-Abril: Sol, playa, y ese turquesa que enamora. Ideal para mi.
  • Mayo-Noviembre: Posible lluvia, mar más activo. Ideal para surfistas valientes.

El año pasado, por ejemplo, en marzo, fui con mi tía Emilia y pasamos unos días inolvidables. Ella, eso sí, se quejó del calor; se ve que no está acostumbrada al sol del norte, pobrecita. Como yo con la humedad de Lima, ¡terrible!

¡Ah! Y si te vas en temporada alta, reserva con tiempo, que Punta Sal se llena de gente… ¡y eso que me encanta socializar, pero a veces, uno necesita un espacio personal para apreciar la naturaleza, sin tener que esquivar a otros turistas! Este año, por ejemplo, voy a buscar una opción más… aislada, quizás un bungalow apartado con una vista espectacular al mar. Ya te contaré.

#Geografías #Isla Sal