¿Por qué lado se sirve y se retira la comida de la mesa?

La coreografía silenciosa del servicio: Un baile de platos a izquierda y derecha

El arte de servir una mesa va más allá de simplemente colocar platos y cubiertos. Es una coreografía silenciosa, una danza elegante de movimientos fluidos que buscan optimizar el servicio y crear una experiencia gastronómica placentera. Y en esa danza, la ubicación, la dirección y el orden de los movimientos juegan un papel crucial. ¿Por qué, entonces, se sirve la comida por la izquierda y se retira por la derecha? La respuesta reside en la eficiencia y la armonía del servicio.

Tradicionalmente, y por razones de pura logística, el servicio de alimentos se realiza por el lado izquierdo del comensal. Esta práctica permite al camarero, o anfitrión, acercarse con el plato sin obstruir la mano derecha del invitado, que suele ser la dominante para la mayoría de las personas. Imaginemos el caos si se intentara servir por la derecha: el brazo del servidor bloquearía la mano del comensal, dificultando el acceso a los cubiertos o la propia comida. Este sencillo detalle, aparentemente insignificante, maximiza la fluidez del servicio y evita cualquier inconveniente.

La retirada de los platos sucios, en cambio, se realiza por el lado derecho. Este procedimiento, complementario al servicio por la izquierda, mantiene la misma lógica de eficiencia y fluidez. Al retirar los platos por la derecha, el camarero evita la interferencia con la mano izquierda del comensal, dejando libre su espacio para cualquier otra acción. Esta contraposición izquierda-derecha crea un sistema simétrico y eficaz, evitando colisiones y agilizando el ritmo del servicio.

Las bebidas, por otro lado, suelen servirse por la derecha. Esta excepción a la regla se basa en una cuestión práctica: permite al servidor un mejor acceso y manejo de las copas y botellas, sin entorpecer el servicio de la comida por la izquierda. Además, colocar las bebidas a la derecha contribuye a una mejor rotación del servicio, ya que permite al servidor moverse con mayor libertad alrededor de la mesa.

Finalmente, un detalle que marca la diferencia en la elegancia del servicio es la retirada de la vajilla auxiliar. Antes del postre, es fundamental retirar los platos, cubiertos y cualquier otro elemento utilizado en los tiempos anteriores de la comida. Esto no solo limpia visualmente la mesa, preparando el escenario para el dulce final, sino que también comunica atención al detalle y una experiencia gastronómica refinada.

En conclusión, el protocolo de servir por la izquierda y retirar por la derecha no es una simple convención arbitraria, sino una estrategia cuidadosamente diseñada para optimizar el servicio, garantizar la comodidad de los comensales y contribuir a una experiencia gastronómica más fluida y agradable. Es la coreografía silenciosa que transforma una simple comida en un acto de atención y eficiencia.