¿Por qué se fue Z de Mägo de Oz?

El Silencio Tras la Melodía: La Partida de Zeta de Mägo de Oz

La extensa y apasionada historia de Mägo de Oz, llena de cambios de formación y altibajos creativos, se vio marcada por una ausencia significativa: la partida de Zeta, uno de sus miembros fundadores y pieza clave en la composición y el sonido característico de la banda. A diferencia de otras separaciones marcadas por disputas internas o diferencias artísticas, la razón tras su adiós fue, tristemente, de índole profundamente personal y preocupante: una grave condición de salud.

No se trató de un desencuentro repentino ni de una decisión impulsiva. La salida de Zeta fue un proceso gradual, marcado por un año de intensos dolores y dificultades derivadas de un severo problema de espalda. Esta condición, lejos de ser un detalle menor, impactó profundamente en la banda, creando una etapa que, según los propios miembros, se caracterizó por la incertidumbre y la tensión. Las exigencias físicas de las giras, los ensayos y las largas jornadas de trabajo se convirtieron en una tortura para Zeta, dificultando considerablemente su participación y, por ende, el funcionamiento del grupo.

La decisión, por lo tanto, no fue una elección, sino una necesidad. La prioridad absoluta, tanto para Zeta como para el resto de Mägo de Oz, fue su recuperación. Se optó por priorizar su bienestar físico y mental por encima de las ambiciones artísticas del momento. Este gesto, a pesar de la inevitable pena y la reorganización que supuso para la banda, refleja la profunda camaradería y el respeto mutuo que, pese a los desafíos, siempre ha existido entre los miembros del grupo.

La salida de Zeta, por lo tanto, no se puede entender como un simple cambio de formación. Fue un capítulo doloroso, un testimonio de la fragilidad humana que a veces se interponga incluso en la pasión más arrolladora. Es una historia que, más allá de la música épica y las fantasías que Mägo de Oz recrea en sus letras, nos recuerda la importancia de priorizar la salud y el bienestar personal por encima de cualquier otra consideración. Su ausencia, aunque sentida por los fans, fue una decisión necesaria, un silencio necesario para permitir que la melodía de la vida de Zeta volviera a sonar con fuerza. Y aunque la música continúa, el recuerdo de este capítulo difícil, y su resolución con respeto y empatía, permanece como una parte esencial de la leyenda de Mägo de Oz.