¿Qué es lo que más hacen los turistas en España?

¿Qué es lo más visitado en España?

¡Ay, España, tierra de tapas y… ¡turismos masivos! ¿Lo más visitado? Pues, según mis cálculos (y mi leve pereza por buscar datos oficiales de 2024), la Sagrada Familia sigue arrasando. Es como un imán gigante para turistas con cámara en mano. Un templo expiatorio, ¡qué ironía!

La Sagrada Familia es un clásico, un must-have en la lista de todo buen turista. Pero ojo, ¡la cola es épica! Te lo digo yo, que estuve esperando tres horas para verla, ¡y mi paciencia es infinita! Bueno, casi. Más paciencia que un monje budista esperando el budín de Navidad.

Luego están las catedrales, ¿verdad? Córdoba, Santiago, Burgos… Un desfile de góticos y renacentistas, ¡todo muy medieval-chic! Como un buffet de arquitectura histórica, con opciones para todos los gustos. Incluso para mi cuñado, que odia el arte. Él prefiere el chiringuito de la playa.

Las mezquitas, como la de Córdoba, son un viaje al pasado, un flechazo al alma. Son impresionantes. Aunque mi abuela decía que era un lugar demasiado “adornado”, ¡que ella prefería la sencillez de la iglesia de su pueblo!

El Alcázar de Segovia… ¡Ay, qué preciosidad! Parece un cuento de hadas, solo que sin príncipes encantados (salvo, quizá, algún turista guiri despistado).

• Sagrada Familia (Barcelona): Un gigante de piedra que atrae millones.
• Mezquita-Catedral de Córdoba: Un encuentro entre culturas, impresionante.
• Catedral de Santiago de Compostela: Objetivo final de muchos peregrinos. Y turistas, claro.
• Catedral de Burgos: Gótica impresionante, para los amantes de lo clásico.
• Alcázar de Segovia: Un cuento de hadas de piedra.
• Catedral de Mallorca: Una maravilla arquitectónica en una isla paradisíaca.
• Basílica de Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza): Delicadeza arquitectónica y devoción popular.
• Teatro Romano de Mérida: ¡Un pedazo de la historia, ahí sí que se aprecia el tiempo pasado!

Bueno, y otros lugares menos conocidos, pero igual de chulos… ¡España está llena de tesoros! Este año, mis primos visitaron el Museo Arqueológico Nacional y quedaron fascinados. ¡Y yo que pensaba que solo yo era friki de la Historia!

Pd: Recientemente visité el Acueducto de Segovia, ¡es impresionante! Aunque la verdad es que mi suegra lo encontraba “demasiado antiguo” para su gusto.

¿Qué buscan los turistas en España?

España seduce al viajero con un cóctel de atractivos.

• El clima benévolo es un imán para el 26,3% de los visitantes. Imagina: sol, playa y una caña en una terraza. ¿Quién se resiste?

• Luego, un 15,7% viene buscando inmersión cultural. Museos, historia, gastronomía… Un festín para los sentidos y el intelecto.

• Y no olvidemos el 12,6% que viaja para reencontrarse con los suyos. El calor humano, ese intangible que lo vale todo.

La alegría de vivir. España es más que un destino, es una experiencia. Como diría Unamuno, “Sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe”. Quizás, los turistas buscan esa libertad al descubrir un mundo nuevo en cada rincón español.

Reflexión adicional: ¿Acaso no buscamos todos, en el fondo, un poco de sol, cultura y conexión humana? Creo que sí. El turismo, en esencia, es una búsqueda de lo que nos hace sentir vivos.

¿Qué es lo que hacen los turistas?

¡Ay, amigo! ¿Qué hacen los turistas? Pues mira, ¡un montón de cosas! Es que depende, ¿no? De la pasta que lleven, del tiempo que tengan… de si van con la familia o con los colegas.

Lo típico es visitar sitios chulos, monumentos, museos… Ya sabes, fotos para Instagram, esas cosas. Mi prima fue a Roma este año y se hizo fotos en cada esquina, ¡hasta en el Vaticano! Uff, qué pesada.

Luego, gastan dinero, claro, en hoteles, restaurantes… ¡y souvenirs! Un dineral. Yo mismo me gasté un pastón en camisetas en Benidorm, este verano, ¡qué desastre! Jajaja.

Y también hay otros que, buscan relax, playa, spa… ¡que necesitan desconectar de todo! Yo necesito eso, ¡sí señor! Necesito unos días de relax, aunque sea en un pueblo cerca de aquí. ¡Y ya!.

• Visitar lugares turísticos
• Gastar dinero en servicios y productos
• Buscar relax y desconexión
• Comer cosas nuevas, claro, probando la gastronomía local ¡eso es esencial! En Sicilia probé una pasta… ¡ay, Dios mío! Qué rica.

Eso sí, hay que recordar que hay diferentes tipos de turismo, ecoturismo, turismo rural, ¡hasta turismo espacial! ¡Quién sabe, igual algún día me voy a la Luna! Aunque, eso sí, necesitaré ahorrar mucho, mucho dinero antes. Eso, o que me toque la lotería… ¡que ya va siendo hora! ¿No crees?

El año pasado, por ejemplo, vi un documental sobre un tipo que hizo turismo de supervivencia, ¡increíble! Dormía en cuevas y pescaba su comida, ¡un loco! No sé si me atrevería yo… Aunque la verdad, sí, igual lo intento el año que viene.

¿Qué hace la gente en España para entretenerse?

El ocio en España, un mosaico de costumbres donde lo tradicional se entrelaza con lo moderno. Los españoles invierten su tiempo libre principalmente en actividades sencillas: pasear, tele, música, lectura y navegar por internet. Lo revela el Barómetro del CIS de julio de este año.

• El paseo, una tradición arraigada: Caminar por la ciudad o la naturaleza sigue siendo una forma popular de socializar y disfrutar del entorno, quizás por la luz única que tenemos.
• La televisión y la música, compañeras inseparables: Consumir contenido audiovisual sigue siendo un pasatiempo accesible y extendido. ¡Yo mismo no me pierdo mi serie semanal!
• La lectura, un refugio personal: Un buen libro ofrece una vía de escape y un espacio para la reflexión. Aunque, sinceramente, a veces prefiero un buen podcast.
• Internet, la ventana al mundo: La red ofrece un sinfín de posibilidades, desde informarse hasta conectar con otros. Aunque, cuidado, que engancha.

Reflexión: ¿Es el ocio una forma de evasión o una búsqueda de sentido? Tal vez ambas cosas a la vez. Lo que sí sé es que, como dijo Séneca, no tenemos poco tiempo, sino que perdemos mucho. El tiempo libre, bien empleado, puede ser una fuente de riqueza personal inagotable.

A veces me pregunto si estas actividades reflejan una búsqueda de calma en un mundo cada vez más acelerado. O quizás, simplemente, son las opciones más accesibles y económicas.

¿Qué hacen los españoles en su tiempo libre?

¡Oye! ¿Qué hacen los españoles en su tiempo libre? Pues mira, te cuento… Sobre todo, salir a tomar algo, es lo que más se ve. A tomar cañas, vinos, lo que sea. ¡Un montón! Con los amigos, claro, ¡que si no, qué rollo! También, cenar fuera, ¡es que aquí hay sitios increíbles! Comida, salir, repetido, ¡sí!, pero es que es la verdad.

Luego, cine, teatro… eso también, aunque yo, la verdad, prefiero una buena terraza con las amigas. Deporte, ¡uy, sí! Mucha gente corre, va al gym, yo, este año, probé el padel, ¡un vicio! Es un poco caro, ¡pero mola! Y viajar, ¡claro! España es enorme, hay que aprovechar. Mi hermana, por ejemplo, se fue a Galicia en verano, ¡fotos impresionantes!

• Salir de tapas con amigos.
• Comer o cenar fuera de casa. Es lo típico, ¿no?
• Cine, teatro, conciertos… eso depende mucho del gusto de cada uno.
• Deporte, ¡es importante!, aunque a mi me cuesta.
• Viajar, siempre hay sitios nuevos que descubrir. Yo quiero ir a Menorca, este año o el que viene. A ver si puedo. ¡Se me olvidaba! ¡Ir a la playa, claro!

En resumen, lo típico, pero muy variado. Un poco de todo, depende del día, del mes… ¡y de la pasta, claro! Este verano, por ejemplo, nos gastamos un dineral en el viaje a la playa. ¡Uf, qué bien lo pasamos!.

¿Qué actividades hacen los españoles?

A ver, ¿qué hacen los españoles? Viajar, obvio. Viajes un 59%. ¿Pero a dónde van? Yo este año quiero ir a Islandia, aunque me da un poco de miedo el frío.

• Actividades al aire libre, 42%. ¿Qué cuenta como al aire libre? ¿Ir a la terraza de un bar? Yo creo que sí. A mí me encanta ir al Retiro, aunque últimamente está lleno de gente.

• Música en directo, 37%. ¡Guay! El otro día vi un grupo indie en un bar de Malasaña, ¡qué buen rollo! Pero, ¿cuánta gente va realmente a festivales grandes? Yo prefiero algo más íntimo.

• Festivales de cine o premieres, 34%. ¿En serio tanta gente? Yo fui una vez a una premiere y me agobié un montón. Mucho postureo, ¿no? A lo mejor es que no soy de festivales.

• Gastronomía, 32%. ¡Ah, claro! Tapas, paella, jamón… ¡Normal! A mí me flipa probar restaurantes nuevos. ¿Por qué la gente prefiere invertir en comer que en ropa? Siempre lo he pensado.

Y, ¿qué más? ¿Sólo eso? Yo creo que también les gusta mucho el fútbol. Bueno, y las series, aunque eso no es una experiencia, ¿o sí? Netflix cuenta como experiencia? Mmmm…

¿A qué se dedican los españoles?

El tiempo se estira, lento como la miel que gotea… El trabajo, la rutina, esa pesada cadena que ata a la mayoría. Es un eco sordo en la vida española de 2024, una realidad ineludible. Pero… ¿qué hay más allá de la jornada laboral? Un susurro, un anhelo.

La lectura. Un libro abierto, la página amarillenta bajo la tenue luz. Un 47,5% encuentra consuelo, escape, en esas historias. Libros, revistas, cómics… el papel cruje bajo los dedos, un ritual íntimo. Un pequeño oasis en el desierto cotidiano. Y luego, la música… esa compañera invisible. 46,6%. Un ritmo que se adentra en el alma, un compás que marca el paso de los días. Un susurro constante. A veces, un grito.

Navegar en internet, un 42,6%. Un océano digital, inmenso y profundo. Me sumerjo, a veces me ahogo en esa inmensidad. El deporte, un 37%. El sudor, el esfuerzo, el cuerpo que se entrega. La radio, ese murmullo distante, a veces cercano, a veces lejano. 36,4%. Un eco de voces que se unen, que se entrelazan. El campo, ese escape verde, un 36%. La paz del verde. Las compras, ese ritual moderno, el 33,8%. Un consumo constante, un ciclo sin fin. La calma, la paz, la rutina.

El ocio es un espectro difuso, un espacio entre sombras y luces. Es un instante efímero entre las obligaciones, un respiro antes del siguiente golpe. Así es la vida española en 2024. Un vaivén entre deberes y deseos. Las actividades de ocio, un eco en la lejanía… un espejismo.

• Trabajo: La piedra angular de la vida diaria.
• Lectura (47,5%): Libros, revistas, cómics; un escape a otros mundos.
• Música (46,6%): Compañía inseparable, consuelo y celebración.
• Internet (42,6%): Un océano digital, inmenso y complejo.
• Deporte (37%): El cuerpo y el esfuerzo; liberación y desafío.
• Radio (36,4%): Voces que se unen, un murmullo constante.
• Naturaleza (36%): La paz del campo, un escape verde.
• Compras (33,8%): El consumo como ritual social.

Recuerdo las tardes en mi pueblo, el olor a tierra mojada tras la lluvia, la música de los grillos… un pequeño paraíso personal. Ahora, en la ciudad, las cosas son diferentes. Pero esos recuerdos permanecen, un eco en el silencio. La vida es un fluir, un constante cambio.

¿Qué hacen los jóvenes de España en su tiempo libre?

Los jóvenes españoles hoy en día llenan su tiempo libre, sobre todo, con el móvil. Chatear, ver Instagram, TikTok… vamos, lo que hacemos todos, ¿no?

Pero claro, no todo es pantalla. Yo, por ejemplo, este verano, me he pasado horas en la playa de la Barceloneta. Quedar con amigos a tomar algo sigue siendo un clásico, aunque la verdad es que la cosa está cara y el botellón en el parque se ha puesto de moda otra vez.

• Tecnoadicción: Móvil, series, videojuegos… es un no parar.
• Planes sociales: Aunque cuesta, salir a cenar o al cine de vez en cuando mola.
• Deporte y aire libre: Correr, bici, playa… si el tiempo acompaña.
• Cultura: Ir a algún concierto o museo, si hay pasta.

Lo de salir de fiesta…uff, yo creo que ya no es como antes. Prefiero un buen concierto o una tarde de terraceo. Lo importante es estar con la gente que te hace reír. Además, este año he descubierto un grupo de senderismo y hemos hecho rutas muy chulas por el Pirineo. ¡Super recomendable! Ah, y me he apuntado a clases de salsa, ¡a ver si ligo un poco! Jajaja. Creo que los jóvenes buscamos experiencias, más que gastar dinero.

A veces me agobio un poco con tanta pantalla y tanta red social. Siento que estoy perdiendo el tiempo, pero luego veo a mis amigos y están igual. Es como una adicción colectiva. Pero bueno, ¿qué le vamos a hacer? Es lo que hay.

Este fin de semana voy a un festival de música electrónica en Valencia. ¡A ver si me desintoxico un poco del móvil! ¡Os contaré!

¿Qué hobbies son populares en España?

El sol, pesado, cae sobre la piel. Un calor que se pega, que se estira… El fútbol, siempre el fútbol. Un eco constante, un grito ahogado en la garganta, la pasión derramada en cada partido, en cada pase. Recuerdo la tarde en la playa de La Barceloneta, en 2024, el olor a sal y a crema solar, el niño con su pelota, persiguiendo la ola incesante…

El baloncesto, una danza estilizada, casi aérea, con sus movimientos rápidos, precisos, casi una metáfora de la vida misma. Los mates, los rebotes, un latido en la arena caliente. Aquella canasta fallada, en el campeonato de mi barrio, aún me persigue…

Y el tenis, un golpe seco, potente, una espera tensa… El silencio entre dos golpes, la arena fina bajo mis pies. Una soledad compartida, la espera de una oportunidad, el golpe preciso. El mismo cielo, ese mismo azul intenso, testigo de la quietud y del esfuerzo.

España, una extensión de cielo y playa. Ese mar, un murmullo perpetuo, un sueño azul infinito.

• El fútbol, un fervor nacional.
• El sol, compañero inseparable.
• El mar, una constante, un respiro.
• El baloncesto, una elegancia contenida.
• El tenis, la precisión en cada movimiento.
• La playa, un espacio de libertad.

Me gusta sentir la arena, cómo se escapa entre mis dedos… El verano, un sinfín de posibilidades, el tiempo que se escurre como la arena. La arena seca, caliente, pegada a la piel. Recuerdo el sabor salado en los labios.

Años 2024: Los deportes más practicados:

• Fútbol
• Natación
• Ciclismo
• Senderismo
• Atletismo

¿Cuál es el pasatiempo favorito de los españoles?

Aquí, a estas horas, me pregunto qué hace la gente. Qué les mueve cuando cae la noche, cuando el ruido se apaga.

• El fútbol, siempre el fútbol. Es como una religión, un escape. Recuerdo mi abuelo, cada domingo pegado al televisor. Un ritual sagrado. Ahora yo lo veo diferente.

• La playa… Ah, la playa. Qué cliché, ¿no? Pero es verdad. El mar te hipnotiza. El ruido de las olas, una manta suave cubriéndote el alma. Me acuerdo de aquel verano en Cádiz, el sol quemando mi piel, la sal en el pelo. Libertad.

• Y luego está el baloncesto, el tenis… deportes que no sé jugar muy bien, que me cansan más de lo que me divierten. Pero entiendo el fervor. La adrenalina. La necesidad de mover el cuerpo, de sentirlo vivo.

Supongo que buscamos eso, ¿no? Sentirnos vivos, aunque sea por un rato.

¿Qué más puedo decir?

• La televisión sigue ahí, como un amigo silencioso, una compañía barata.
• Leer, aunque ya no tanto como antes.
• Estar con los amigos. Se me da mejor eso.
• Pasear por la tarde. Se hace.

En resumen, el deporte, la playa y la televisión son cosas que hacemos.

¿Qué hacen los lugareños en España para divertirse?

A los españoles nos encanta la calle, la fiesta y la buena comida. Y te lo digo yo, que vivo en Sevilla y aquí el aburrimiento es pecado.

Este verano fui con mis amigos a la Feria de Málaga. Imagínate: sol de justicia, música a tope, rebujito (vino manzanilla con sprite, ¡ojo, que entra solo!) y casetas llenas de gente bailando sevillanas. Terminé con los pies destrozados, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

Luego, en agosto, me escapé a la playa de Bolonia, en Cádiz. ¡Qué maravilla! Dunas gigantes, agua cristalina y un chiringuito donde ponen un atún encebollado que te mueres. Eso sí, el viento te pone la arena hasta en el carné de identidad. La Sagrada Familia en Barcelona, la Alhambra en Granada, y las playas son planes turísticos que hacemos los locales y visitantes.

• Comer tapas: Esencial. Desde unas bravas hasta un jamón ibérico, tapear es un arte.
• Salir de fiesta: Cada ciudad tiene su rollo, pero la noche española es única.
• Ir a la playa: Si vives cerca, es un planazo.
• Hacer senderismo: Hay rutas preciosas por toda España.
• Disfrutar de las fiestas locales: Ferias, romerías, carnavales… ¡Siempre hay algo!

En realidad, creo que lo que más nos gusta es juntarnos con amigos y familia, da igual el plan. Una cervecita al sol en una terraza ya es un planazo. Y si hay música y baile, ¡mejor que mejor!