¿Qué flor simboliza a la madre?

¿Qué flor simboliza a la madre? Ay, qué pregunta tan difícil… ¿Hay una sola flor capaz de abarcar todo el amor de una madre? Para mí, no. Pero si tuviera que elegir una, sin duda alguna serían los claveles.

No es que haya una ley que diga que los claveles son la flor de las madres, ¿no? Pero para mí, lo son. Mucho más que una simple flor oficial, vaya. Es que… es que me traen tantos recuerdos. Recuerdo a mi abuela, Dios la tenga en su gloria, con sus manos arrugadas pero llenas de vida, plantando claveles rojos en su jardín. El olor, ¡ay, qué olor! Tan intenso, tan terroso, tan… a ella.

Y luego está mi madre, claro. Siempre ha tenido un clavel rojo en el pelo el día de mi cumpleaños. Un gesto pequeño, sí, pero que me ha marcado para siempre. ¿Cómo explicar esa mezcla de ternura y orgullo que sentía al verla así? Imposible. Es como si esos claveles rojos absorbieran todo su amor, toda su entrega, toda su lucha por mí. Y al verlos, siento ese abrazo cálido, ese amor incondicional, ese… ¡ese olor! Como si mi abuela estuviera allí también, sonriendo.

Ahora, cuando veo claveles, especialmente los rojos o los rosados, me inunda una nostalgia dulce, casi agridulce. Me emociono, sí, pero es una emoción bonita. Un agradecimiento enorme, profundo, a la mujer que me dio la vida, a su paciencia infinita… A todo.

Claro, he leído que hay estudios que dicen que el 70% de las personas asocian los claveles con el Día de la Madre, o algo así… números, números. Pero a mí no me hacen falta estadísticas. Para mí, los claveles son el amor de una madre. Puro, eterno, y con un olor que me transporta al pasado, a esos momentos que quedaron grabados en mi memoria, para siempre, como esos pétalos de clavel, firmes y hermosos.