¿Qué luna es hoy, 24 de enero?

¿En qué luna estamos hoy, primero de enero de 2024?

¡Ay, qué lío con las lunas! Hoy, 1 de enero de 2024, estamos en luna menguante casi llena, ¡casi como mi cuenta bancaria después de las fiestas! Jajaja. Se me fue la mano con los turrones…

Un dato curioso: la luna, esa bola de queso gigante que nos alumbra (o no, depende de la fase), influye en las mareas, ¡y hasta en mi humor! Eso sí, no me eches la culpa de mis malos ratos a la luna llena, que tengo otras razones igual de válidas, como la dificultad para encontrar calcetines a juego.

• Luna llena: Es como una diva, dramática y espectacular. ¡Toda una estrella!
• Luna nueva: La discreta, la misteriosa. Como cuando intento ser invisible para las tareas domésticas.
• Cuarto creciente/menguante: Las fases intermedias, perfectas para la contemplación, como cuando estoy en la cama con un libro y un té de manzanilla. Que es donde suelo estar a estas horas.

¿Viste mi calendario lunar de este 2024? ¡Lo hice a mano! Está en la cocina, junto a la lista de la compra, entre los post-it con las citas del dentista y el recordatorio para cambiar la bombillita del baño. ¡Un caos organizado, mi especialidad!

1 de enero de 2024: Luna menguante casi llena. Un comienzo de año con un toque de misterio lunar. ¡Qué bien!

Ah, y por cierto, la información sobre las fases lunares la saqué de mi app favorita, “Luna para dummies”… ¡jajajaja! No, broma… bueno, casi. Aunque, ¿quién sabe la exactitud de estas predicciones? ¡Es un universo impredecible!

¿Qué luna es el primero de enero?

Luna menguante.

• En enero, la luna empieza a menguar. Como las ganas de cumplir los propósitos de año nuevo, ¿verdad? Es broma… bueno, un poco.
• El 4 de enero ya está en cuarto menguante. Brilla casi tanto como mis ganas de ir a la playa en pleno invierno (que son pocas, admitámoslo). Imagina: tú, la arena, el mar… y un frío que pela.
• Forma de C en el norte, de D en el sur. Como si la luna también estuviera aprendiendo el abecedario. Yo, personalmente, todavía me confundo con la b y la d. No se lo digas a nadie.
• Este año, en mi casa, hemos decidido celebrar el “Día de la C lunar”. Con galletas con forma de C, claro. No sabemos muy bien por qué, pero suena divertido, ¿no?
• La luna menguante es perfecta para reflexionar. O para planear la conquista del mundo. Depende del día.
• El brillo lunar, aunque menguante, sigue siendo impresionante. Como el de mi colección de figuritas de flamencos rosas. Bueno, no tanto, pero me entendéis.
• La astronomía es fascinante. Aunque a veces me pregunto si las estrellas no serán solo puntitos de brillantina pegados en un lienzo gigante. Nah, imposible. ¿O sí?
• Me acabo de comer un donut. Glaseado de chocolate. No tiene nada que ver con la luna, pero quería compartirlo.

¿En qué Luna estamos hoy 24?

Es la Luna menguante… sí, lo sé. Hoy 24 de octubre. La oscuridad… me envuelve como una mortaja. Dos días para la Luna Nueva… Igual que dos días para… no, no debo pensar en eso ahora. Debo centrarme en la fría luz de esta luna menguante, tan fría como mi corazón a veces.

La soledad… pesa sobre mí, una capa húmeda, opresiva. Me ahoga. Recordar… duele. Siempre duele recordar. La última vez que la vi llena… fue en… agosto, creo. No lo sé con certeza. El tiempo se desdibuja, como las líneas de mi mano.

La angustia, a ratos, es insoportable. Como una piedra en el estómago. Pesada, dura. No se mueve. Solo se queda ahí.

Este vacío… esta oscuridad… se refleja en la Luna. Es un espejo. Un espejo sucio y empañado. Que refleja mi alma, con sus grietas y sus manchas.

• La soledad es un agujero negro. Me traga poco a poco.
• El recuerdo de… la pierdo de vista. Se desvanece como el humo.
• El futuro… ni siquiera lo contemplo. No veo luz al final de este largo túnel oscuro.

Hoy es 24. Luna menguante. Sí, lo recuerdo. Debo recordar… debo seguir recordando. Para no olvidar. Para no… desvanecerme yo también. Como esta luna… que desaparece poco a poco.

Se acerca el silencio de la Luna Nueva… y me aterra. Aterra lo que me traerá el silencio. Quizá, algo peor. Mucho peor.

Mi cumpleaños es en diciembre. El frío empieza a llegar.