¿Qué bienes no entran en el divorcio?

14 ver
En un divorcio, los bienes privativos, pertenecientes exclusivamente a un cónyuge antes del matrimonio o recibidos posteriormente como herencia o donación individual, permanecen en su posesión. Su exclusión del reparto conyugal se debe a su origen y naturaleza personal, independientes de la comunidad matrimonial.
Comentarios 0 gustos

Bienes Excluidos de la División Conyugal en un Divorcio

En un divorcio, no todos los bienes y propiedades acumuladas durante el matrimonio se dividen equitativamente entre los cónyuges. Ciertos bienes se consideran “no maritales” o “privativos”, y por lo tanto están exentos de la distribución conyugal.

¿Qué bienes no entran en el divorcio?

Según la legislación de muchos países, los siguientes bienes generalmente no se consideran bienes conyugales y permanecen en posesión de su dueño original después de un divorcio:

  • Bienes privativos: Bienes pertenecientes a un cónyuge antes del matrimonio o recibidos posteriormente como herencia o donación. Esto incluye propiedades, inversiones y otros activos que eran propiedad exclusiva de un cónyuge antes de contraer matrimonio.

Razones para la exclusión

La exclusión de los bienes privativos del reparto conyugal se basa en dos consideraciones principales:

  • Origen: Estos bienes no se adquirieron durante el matrimonio, sino que eran propiedad del cónyuge antes de la unión o fueron recibidos posteriormente como donaciones o herencias individuales.
  • Naturaleza personal: Estos bienes a menudo tienen un valor sentimental o patrimonial significativo para el cónyuge propietario y no se consideran bienes compartidos.

Ejemplos de bienes privativos

  • Joyas heredadas
  • Obras de arte recibidas como regalo personal
  • Inmuebles adquiridos antes del matrimonio
  • Cuentas bancarias establecidas antes del matrimonio y mantenidas como cuentas separadas
  • Vehículos de propiedad exclusiva de un cónyuge antes del matrimonio

Protección de los bienes privativos

Para proteger los bienes privativos de la división conyugal, es importante mantener registros y documentación que demuestren su origen y propiedad. Esto puede incluir acuerdos prenupciales, escrituras de propiedad, declaraciones de herencia y comprobantes de regalos.

Conclusión

Entender qué bienes no entran en el divorcio es esencial para garantizar una distribución justa de la propiedad conyugal. Los bienes privativos, que pertenecen exclusivamente a un cónyuge y se originaron antes o independientemente del matrimonio, permanecen en su posesión después del divorcio. Esta exclusión protege los derechos individuales y reconoce el valor sentimental o patrimonial que estos bienes pueden tener.