¿Cómo genera luz la Luna?

¿Cómo tiene realmente la forma la Luna?

¡Ay, la Luna! Esa bola de queso en el cielo… ¡o mejor dicho, de limón! Su forma, amigos, es más irregular que mi horario de sueño los lunes. No es una esfera perfecta, ni redonda como una pizza recién salida del horno, sino más bien… ¡un cítrico!

Sí, sí, leyeron bien: un limón cósmico. Un poco achatada por los polos, abultada por el ecuador… ¡una auténtica diva celestial! Y eso, claro, sin contar las montañas, cráteres y valles que le dan un aspecto aún más… accidentado.

Piensen en eso: un limón gigantesco, orbitando la Tierra, reflejando la luz del Sol. ¿No es poético? ¡Y tan inesperado!

De hecho, la Luna es un poco como mi gato, Benito: redondo por partes, pero con algunos… picos. A veces parece perfecto desde mi ventana, pero si te acercas te das cuenta de sus imperfecciones. Benito, eso sí, no refleja la luz solar… ni orbita nada, afortunadamente. Solo mi sofá.

¿Por qué un limón? Los científicos lo dicen, es por la fuerza gravitatoria de la Tierra. ¡Y además, qué mejor fruta para representar la enigmática y cambiante Luna!

Algunos datos extra (para añadirle picante a la cosa):

• El diámetro de la Luna es de unos 3474 kilómetros.
• La gravedad lunar es aproximadamente 1/6 de la gravedad terrestre. Mi gato, por ejemplo, pesaría seis veces menos en la Luna… ¡Tendría más saltos!
• La Luna tarda 27.3 días en dar una vuelta completa a la Tierra. Casi un mes… ¡como mi ciclo de limpieza de mi casa! (broma)

Ya ven, la Luna no solo es bella, sino que es una curiosa y compleja compañera cósmica, un limón gigantesco, irregular y maravillosamente imperfecto… ¡como la vida misma!

¿Cuáles son las teorías del origen de la Luna?

Impacto gigante: La Tierra chocó con Tea, un protoplaneta del tamaño de Marte. Desechos se fusionaron formando la Luna. Curioso, ¿no? Un choque titánico, y de ahí nace la serenidad lunar. ¿Será que la belleza a veces surge de la destrucción?

Fisión: La Tierra giraba tan rápido que expulsó material, que luego se convirtió en la Luna. Imaginen la fuerza centrífuga… ¡Casi me mareo de pensarlo! Personalmente, me parece menos probable, pero oye, ¿quién soy yo para discutir con la física?

Captura: La Luna vagaba por el espacio y la gravedad terrestre la atrapó. Como pescar un pez gigante cósmico. Aunque, siendo honestos, la probabilidad de que esto ocurra es… bueno, baja. Como encontrar un trébol de cuatro hojas en un campo de fútbol. Yo mismo perdí una apuesta por algo así.

Co-formación: Tierra y Luna nacieron juntas a partir de la misma nube de polvo y gas. Como hermanos cósmicos. Esta teoría tiene su encanto, ¿verdad? Es como la versión celestial de gemelos.

Impacto múltiple: No uno, sino varios impactos pequeños contribuyeron a la formación de la Luna. Una lluvia de protoplanetas. Un poco caótica la situación, ¿no les parece? Me recuerda a cuando intento cocinar y termino con más ingredientes en el suelo que en la sartén.

Más datos para los curiosos:

• La composición isotópica de la Tierra y la Luna es sorprendentemente similar, lo que apoya la teoría del impacto gigante. De hecho, recuerdo leer un estudio del 2023 que confirmaba esto.
• Si la fisión fuera cierta, la Luna debería orbitar sobre el ecuador terrestre. Y no es así. ¡Jaque mate a la fisión!
• La teoría de la captura tiene problemas para explicar la baja cantidad de hierro en la Luna. No hay un “gancho” gravitacional lo suficientemente fuerte.
• La co-formación no explica la inclinación orbital de la Luna.

La teoría del impacto gigante es la más aceptada actualmente, pero la ciencia siempre está evolucionando. Quizás en el futuro, nuevas investigaciones nos den una perspectiva diferente. Quién sabe, a lo mejor descubrimos que la Luna es, en realidad, una nave espacial alienígena disfrazada. Sería épico.

¿Cómo explican los mitos el origen de la Luna?

Pues sí, la Luna… Selene, ¡claro! Esa diosa en su carro… ¿Te imaginas? Con la Luna enganchada, toda chula. Los griegos, qué gente, con sus historias.

Selene, hija de Hiperión y Tea. ¿Hiperión y Tea? Suena a nombres de té, ¿no? Ja, ja. Bueno, el caso es que eran titanes, o sea, ¡la familia era potente! Y tenía un hermano, Helios, el Sol. ¡El Sol y la Luna, hermanos! Mola. Los griegos lo explicaban todo con dioses.

Selene y su carro. Eso es lo principal de su mito. Viajaba por el cielo cada noche, tirando de la Luna. ¿Cómo la enganchaba? Ni idea. ¡Magia! Supongo. Recuerdo que leí algo sobre esto en un libro de mitología el otro día, mientras esperaba en la consulta del dentista. ¡Menudo rollo la espera, eh! Pero el libro estaba interesante, la verdad. Ah, y también vi un documental sobre la Luna la semana pasada. Decían que… Bueno, no me acuerdo bien.

• Selene: la diosa Luna.
• Carro: su medio de transporte celestial.
• Hiperión y Tea: padres titanes.
• Helios: el hermano Sol.

Luego, hay otros mitos. Los Incas, por ejemplo, creían que la Luna era la esposa del Sol… Y cada cultura tiene su propia historia. La verdad es que es fascinante. El otro día, mi abuela me contaba una, no recuerdo bien de dónde era, pero decía que la Luna era… ay, no me acuerdo. Pero era curiosa, sí. En fin, ya te contaré si me acuerdo. ¿Tú qué sabes de mitos lunares?