¿Cómo se da la nutrición en las bacterias autótrofas?
Las bacterias autótrofas obtienen su nutrición de manera independiente. Las fotoautótrofas utilizan la luz como energía y el CO2 como fuente de carbono. Las quimioautolitótrofas, en cambio, obtienen energía de la oxidación de compuestos inorgánicos, también usando CO2 como fuente de carbono.
- ¿Cómo se nutre la bacteria?
- ¿Qué son las bacterias autótrofas y las bacterias heterótrofas?
- ¿Cuáles son las diferencias entre bacterias autótrofas y heterótrofas?
- ¿Cuál es el modo de nutrición en las bacterias autótrofas?
- ¿Cómo se alimentan las bacterias autótrofas y heterótrofas?
- ¿Cuál es la diferencia entre la nutrición autótrofa y la heterótrofa?
¿Nutrición en bacterias autótrofas?
¡A ver si te puedo contar esto de las bacterias autótrofas como yo lo entiendo!
Necesitan nutrición, ¡obvio!, pero no como nosotros. Lo que les importa es el carbono, lo usan como base para construir sus cosas.
Y aquí viene lo chulo: en lugar de comerse a otros seres vivos, ¡lo sacan del aire! Usan el dióxido de carbono, el mismo que nosotros exhalamos.
Luego, para la energía, algunas son como plantas mini, las fotoautótrofas. Usan la luz del sol, ¡igual que las plantas! Otras, las quimioautolitotrofas, son más raras. Estas oxidan cosillas inorgánicas, como azufre o hierro, para obtener su energía. ¡Imagínate, comer rocas y gas! A mí, eso me vuela la cabeza.
¿Cómo obtienen la nutrición las bacterias?
Nutrición bacteriana: Asimilación directa.
Se alimentan por absorción. Simple y directo.
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Ingieren compuestos. No necesitan tenedor.
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Membrana permeable. El entorno, su plato.
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Carbono y nitrógeno. Su sustento esencial. Lo usan todo.
Yo mismo vi bacterias fluorescentes comiendo petróleo en una playa contaminada en el Cantábrico. Una lección de supervivencia.
Casi todo es alimento para alguna bacteria. Nada se desperdicia.
¿Cómo se alimentan las bacterias parasitas?
Dios mío… la oscuridad… me envuelve… siempre esta oscuridad. Las bacterias parasitarias, esas malditas… se alimentan de nosotros. De mi. Lo sé. Lo siento.
Recuerdo… o creo recordar… aquellas imágenes… en la microscopía…esas cosas minúsculas… devorando… Robando. Absorben nutrientes directamente de las células del hospedador. Mi cuerpo… el suyo… todo un festín para ellas.
Es horrible… la verdad es horrible. No quiero pensar en ello… pero… hay proteínas, azúcares… todo lo que necesitan… lo toman de nosotros. Y no hay escape… no se puede detener.
Como… como vampiros microscópicos… chupando la vida… la esencia… la fuerza… mis fuerzas…
Me duele… el estómago… siempre… desde… desde… hace 2 años. Desde que me diagnosticaron la infección.
- El médico habló de Clostridium difficile… una bacteria que se alimenta de mi intestino.
- Me recetaron antibióticos… pero no hacen nada.
- Cada día… se vuelve peor. El dolor es constante.
- Vivo en un infierno silencioso. Nadie entiende… nadie puede entender.
El carbono… el nitrógeno… lo extraen… directamente. Les importa una mierda mi sufrimiento… solo comen… solo crecen… dentro… dentro de mí. Dios… perdóname… pero…
Es repugnante la manera en que se alimentan. Es… brutal.
Perdón… no puedo… es demasiado. Necesito… necesito dormir… pero el dolor… no deja.
¿Cuál es nuestra relación con las bacterias y las arqueas?
Relación con bacterias y arqueas:
- Arqueas: Metanogénesis intestinal. Indispensable.
- Simbiosis: Bacterias fermentadoras. Ácidos grasos de cadena corta. Beneficio humano. Directo.
La metanogénesis no es una función más; es. Punto.
Simplemente, sin ellas, el proceso se derrumba. Mi abuela siempre decía, “sin tripas, no hay gloria”. Y ella entendía de fermentación, créeme.
No olvidemos que el microbioma es un ecosistema en constante cambio, un campo de batalla microscópico.
No confundamos beneficio con amistad. Es supervivencia.
El equilibrio es precario.
¿Qué tienen en común las bacterias y las arqueas?
Son como primos lejanos, esos que ves en las bodas y no sabes muy bien de qué rama de la familia vienen. Procariotas ambos, o sea, sin núcleo celular. Imaginad una casa sin habitaciones, todo revuelto, ¡un caos! Así son sus células. Bueno, un caos organizado, suponiendo que entiendan de organización seres microscópicos que ni siquiera llegan a la fiesta de fin de año de un ácaro. En mi casa, después de una fiesta, sí que hay caos real. Y mira que mi piso es pequeño… comparado con el planeta, claro.
Otro rasgo en común: se reproducen asexualmente. Mitad y mitad, como cuando repartes una pizza, aunque sin discusiones sobre quién coge el trozo más grande. ¡Qué envidia! Yo una vez me partí un diente intentando separar dos porciones de pizza congelada… Fue épico. En fin, volviendo a las bacterias y arqueas, se dividen y ya está, dos nuevos individuos. Eficientes, ¿verdad? Aunque un poco sosos, tanta copia y pega. Ninguna chispa de romance microscópico.
- Sin núcleo (procariotas): Como un piso compartido sin paredes, un poco agobiante quizás.
- Reproducción asexual: Clonación pura y dura. Nada de citas, flores ni cenas románticas.
Ampliando un poco el tema: Aunque parezcan gemelos, tienen diferencias importantes en la composición de sus paredes celulares y en la maquinaria que usan para fabricar proteínas. Es como si uno usara un iPhone y el otro un Android. Aparentemente parecidos, pero con sus peculiaridades y fans acérrimos. ¡Ah! y, por cierto, yo soy de Android.
¿Qué característica comparten las bacterias y las arqueas pero no los eucariotas?
Pues mira, te cuento. Las bacterias y las arqueas… ¡no tienen orgánulos en el citoplasma! Bueno, o sea, no tienen orgánulos membranosos, como los eucariotas. Es la principal diferencia. Lo de los eucariotas es otro rollo, con sus mitocondrias, aparato de Golgi, núcleo, ¡un montón de cosas! Las bacterias y arqueas son más sencillas, ¿sabes?
Más simple, todo ahí mezcladito en el citoplasma. Como mi mochila del cole, ¡todo suelto! Libres, sin compartimentos. El otro día ví una imagen en el micro de biología… Alucinante. Las bacterias y arqueas sí que tienen ribosomas, eso sí. Pero, vamos, no orgánulos con membrana como las mitocondrias o el retículo endoplasmático.
- Bacterias y arqueas: Citoplasma sin orgánulos membranosos.
- Eucariotas: Citoplasma compartimentado por orgánulos.
Yo para acordarme pienso en mi habitación. Un desastre, todo por el suelo. ¡Como las bacterias! Jajaja. Y luego pienso en la habitación de mi hermano, super ordenada, con cajones, estanterías… ¡Como los eucariotas! Que sí, a veces me paso de ordenado, pero ¡me va genial!
Ayer me compré un libro de microbiología, ¡estoy enganchadísimo! ¿Sabías que algunas arqueas viven en ambientes extremos? Volcanes, aguas termales… Una pasada. Me flipan estos bichitos.
¿Qué tipos de nutrición tiene la bacteria?
Las bacterias, esas pequeñas rebeldes del universo microbiano, se alimentan de dos maneras principales:
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Autótrofas: Las “cocineras” del mundo. Fabrican su propio alimento, como si tuvieran un MasterChef interno, utilizando la energía de la luz (fotoautótrofas, como las plantas, pero más cool) o de reacciones químicas (quimioautótrofas, exploradoras de mundos extraños). Imaginen una bacteria desayunando dióxido de carbono y excretando oxígeno… ¡un sueño para cualquier ecologista! ¡Yo a veces me siento así cuando hago pan!
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Heterótrofas: Las “gourmets” del caos. Estas sí que son de las mías. ¡Comen de todo! Se alimentan de materia orgánica ya hecha, como si fueran influencers gastronómicos probando los últimos platos. Pueden ser saprófitas (reciclan restos orgánicos, como esos buitres microscópicos) o parásitas (viven a costa de otro ser vivo, ¡qué morro!). Algunas son tan exigentes que solo comen un tipo de molécula. ¡Como mi sobrino con los nuggets!
La energía bacteriana es como un buffet libre. ¡Cada bacteria elige su plato!
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Fotótrofas: Usan la luz solar, como si fueran paneles solares andantes.
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Quimiótrofas: Obtienen energía de reacciones químicas, como si fueran alquimistas en miniatura. ¡Transforman el hierro en oro… bacteriano!
Y, un dato extra, algunas bacterias son tan “flexitarianas” que pueden cambiar su menú según la ocasión. ¡Como yo un lunes por la noche!
¿Cómo es la reproducción en las bacterias?
Rápido y furioso, estilo bacteria. Se dividen, cual fotocopiadora descontrolada, por fisión binaria. ¡Zas! De una, dos. De dos, cuatro. Y así hasta el infinito y más allá (o hasta que se acaba el caldo de cultivo, claro).
- Duplicación del ADN: Piensa en una bacteria presumiendo: “¡Mira, tengo dos juegos de cromosomas! ¡Soy el doble de inteligente… o el doble de bacteria!” Bueno, algo así.
- Crecimiento celular: Como un globo que se infla, la bacteria va creciendo, estirándose, preparándose para el gran espectáculo de la división. A veces pienso que se inflan tanto que explotan, pero no, ¡se dividen! Magia bacteriana.
- Formación del septo: Una pared invisible, un muro de Berlín bacteriano, se forma en el centro de la célula. Dramático, ¿verdad? Este septo separa los dos juegos de ADN y el citoplasma.
- División celular: ¡Tachán! Dos células hijas idénticas a la mamá bacteria. Listas para comer, crecer y, por supuesto, ¡dividirse! Es como un ciclo sin fin, un bucle bacteriano. Yo, personalmente, a veces me divido para hacer la compra: una yo para la cola de la pescadería y otra para coger sitio en la charcutería. (Bueno, eso no funciona tan bien).
Dato curioso: En mi nevera hay un yogur caducado del 2023. Apuesto a que ahí dentro hay una fiesta bacteriana. Millones de bacterias reproduciéndose a toda velocidad. Es como un festival de música microscópica, pero sin la música (creo). Otra cosa que me fascina es la rapidez. Algunas bacterias se dividen cada 20 minutos. Si yo hiciera eso… bueno, mejor no pensarlo. Llenaría el planeta de “yos”. Sería un caos. Un caos hermoso, pero caos al fin y al cabo.
Más información: Además de la fisión binaria, algunas bacterias utilizan otros métodos de reproducción, como la conjugación (intercambio de material genético), la transformación (absorción de ADN del entorno) y la transducción (transferencia de ADN mediante virus). ¡Complejo! Como la vida misma.