¿Cuál es la diferencia entre la acción voluntaria y la acción refleja?

¡Uf, la diferencia entre una acción voluntaria y una refleja! A ver, pensando en voz alta, para mí es un mundo de diferencia, ¿sabes?

Una acción voluntaria… es como cuando decides, no sé, levantarte e ir a prepararte un café. ¡Tú lo piensas, tú lo ejecutas! Es como tomar el mando, el control total. Elegir qué camisa ponerte, qué libro leer… cada pequeño detalle es una decisión. Me recuerda a cuando me independicé. ¡Uf, qué miedo daba! Pero al mismo tiempo, qué libertad, ¿no? Decidir a qué hora comer, qué película ver… ¡era mi propio volante!

En cambio, una acción refleja… ¡ay, Dios! Es como ese salto que das cuando oyes un portazo inesperado. O ese “¡ay!” que sueltas si te quemas con la plancha. No lo piensas, simplemente pasa. Es como si tu cuerpo tuviera un sistema de protección integrado, ¡que te salva sin consultarte! Me acuerdo cuando era niña y tocaba el fuego… ¡el susto y la retirada fueron instantáneos! Ni siquiera tuve tiempo de pensar “¡uy, qué calor!” Simplemente mi mano se apartó.

Es que, pensándolo bien, una es pura libertad, la otra es pura supervivencia. Una la diriges tú, la otra te dirige a ti, ¡aunque sea para tu propio bien! ¿No te parece fascinante cómo funciona el cuerpo? A veces pienso que somos una mezcla perfecta entre el control consciente y esa sabiduría instintiva que nos permite seguir adelante, incluso sin darnos cuenta. ¿Será que al final, la clave está en encontrar el equilibrio entre ambos?