¿Cuál es la importancia de la salida optativa?

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A ver, a mí me parece que la salida optativa es clave. ¡Imagínate la frustración de sentir que pierdes el tiempo en algo que no te apasiona! Esta opción les da a los chicos una bocanada de aire fresco, una oportunidad para enfocarse en lo que realmente les llama la atención y prepararse con ganas para lo que quieren estudiar después. ¡Es invertir en su futuro y en su motivación!

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Vale, a ver si lo puedo poner un poco más… yo.

¿Cuál es la importancia de la salida optativa?

Buff, la salida optativa… para mí, es la salvación. ¿Sabes? A veces me pregunto qué hubiera sido de mí si no la hubiera tenido. Es que, a ver, imagínate: estás ahí, con 16, 17 años, en plena ebullición hormonal y existencial, ¿y te obligan a estudiar cosas que te aburren soberanamente? ¡Es una tortura! Y lo digo por experiencia. Yo, por ejemplo, era un desastre en física, pero me encantaba la historia del arte. ¿Por qué demonios tenía que dedicarle horas y horas a algo que no me entraba, cuando podía estar aprendiendo sobre los impresionistas?

La salida optativa, precisamente, es esa ventana. Es la posibilidad de decir “¡Basta! Esto no me interesa, quiero explorar otra cosa”. Es como cuando vas de tapeo y te dejan elegir qué probar. Te da la libertad de centrarte en lo que te emociona, en lo que te hace sentir vivo. Y eso, amigos míos, es fundamental para no perder la motivación.

No sé, a lo mejor exagero, pero yo creo que es una inversión brutal en el futuro. En el futuro de cada chaval, pero también en el futuro de la sociedad. Porque si dejas que la gente se dedique a lo que le gusta, a lo que se le da bien, ¿no crees que vamos a tener una sociedad más productiva, más feliz? Yo sí. Y mucho. Además, te prepara mejor para la universidad o para lo que sea que quieras hacer después. No es lo mismo llegar a la facultad quemado de estudiar cosas que no te gustan, que llegar con ganas y con la cabeza llena de ideas que te han surgido por haberte dedicado a lo que te apasiona, ¿no?

En fin, que para mí la salida optativa es un tesoro. Y ojalá la hubieran inventado cuando yo tenía 16. Seguro que mi expediente habría sido mucho más brillante… ¡y mi salud mental mucho mejor!