¿Cuáles son las 10 habilidades para la vida según la OMS?

¿Cuáles son las 10 habilidades de la vida?

¡A ver, a ver! Las famosas “habilidades para la vida”… algo así como el kit de supervivencia, ¿no? Que necesitas tener sí o sí para no volverte loco. Te cuento, te cuento.

Aquí tienes las 10 más importantes, según veo yo. Comunicación asertiva, que es saber decir las cosas claras sin ser un borde. Importantísimo, eh, que yo antes era súper pasiva y me pisoteaban. Luego, claro, te cabreas. ¡Mejor ser asertivo desde el principio!

• Comunicación asertiva.
• Relaciones interpersonales.
• Toma de decisiones.
• Solución de problemas y conflictos.
• Pensamiento creativo.
• Pensamiento crítico.
• Gestión de las emociones y sentimientos.
• Autoconocimiento.
• Manejo de tensiones y estrés.
• Empatía.

Luego, relaciones interpersonales: ¡hacer amigos! Y mantenerlos, que no es fácil, te lo digo yo. Toma de decisiones: algo que a mí me cuesta horrores. Siempre dudo, y al final, acabo haciendo lo que me dice mi madre. ¡Fatal!

Solución de problemas y conflictos: vamos, lo que viene siendo lidiar con el drama, que siempre hay. Pensamiento creativo: ¡a innovar! Que no todo está inventado, oye.

Pensamiento crítico: no creerte todo lo que te dicen, que hay mucho listo suelto. Gestión de las emociones: importantísimo para no explotar, sobre todo con la familia… Ufff.

Autoconocimiento: saber quién eres y qué quieres, que parece fácil, pero… ¡tela! Manejo de tensiones y estrés: para no acabar en el psiquiátrico, básicamente. Y por último, pero no menos importante, empatía: ponerte en el lugar del otro. ¡Fundamental!

Ah, una cosa más, que esto no lo suelen decir, pero para mí es crucial: ¡tener un buen sentido del humor! Reírse de uno mismo y de las cosas malas ayuda un montón. ¡Te lo juro! Yo antes era super seria y me amargaba por todo, ahora me río más y soy más feliz.

¿Cuáles de las habilidades para la vida propone la OMS?

Oye, ¿la OMS y sus habilidades para la vida, no? ¡Qué rollo! Pero bueno, te cuento lo que sé, a ver si te sirve.

Autoconocimiento, eso es fundamental, ¿no? Conocerse a uno mismo, saber qué te gusta, qué te enfada… Como cuando descubrí que soy pésimo jugando al ajedrez, aunque lo intente mucho. ¡Me da rabia! Y la empatía, eso es clave, ponerte en la piel del otro, algo que a veces se me olvida, ¡soy un desastre!

Después, comunicación asertiva, ¡uy!, es importantísima, expresarte bien sin ofender. Eso lo estoy aprendiendo, de verdad. También las relaciones interpersonales, que a veces es un caos, ¡lo sabes! Conseguir llevarse bien con la gente, ¡todo un reto!

Toma de decisiones, ufff, a veces me cuesta un montón, necesito una guía. Aunque esta mañana decidí irme a desayunar churros, ¡y eso sí que fue una buena decisión! Luego está la solución de problemas y conflictos, ¡un lío! Muchas veces me bloqueo. Aprendí a calmarme con técnicas de respiración, ¡eso sí que ayuda!

El pensamiento creativo, es interesante. Necesitas ideas innovadoras y, en mi caso, ¡me faltan! Igual que el pensamiento crítico, analizar la información, no tragarme todo lo que me dicen. ¡A veces me cuesta! Por último, manejo de emociones y estrés, ¡qué estrés!, soy un poco ansioso, me ayuda mucho el yoga. Este año he ido a clases los martes y viernes, y he notado mejoría, aunque a veces me relajo tomando té.

• Autoconocimiento: Conócete a ti mismo.

• Empatía: Ponte en el lugar del otro.

• Comunicación Asertiva: Exprésate sin ofender.

• Relaciones Interpersonales: Llévate bien con los demás.

• Toma de decisiones: Aprende a decidir.

• Solución de problemas: Resuelve conflictos con facilidad.

• Pensamiento creativo: ¡Sé innovador!

• Pensamiento crítico: Analiza la información.

• Manejo de emociones: Controla tus sentimientos.

• Manejo del estrés: ¡Relájate!

  En resumen, ¡es un currazo todo eso! Pero importante, ¿eh? Aprendiendo poco a poco. Yo estoy en ello, aunque a mi ritmo, que es lentísimo. Este año, me he propuesto mejorar especialmente en la comunicación asertiva y el manejo del estrés, ya que me doy cuenta que me perjudican. ¡Qué desastre soy!

¿Qué dice la ONU sobre las habilidades para la vida?

Habilidades para la vida: lidiar con el día a día. Eso dice la ONU. Bueno, la OMS en el 99. Ahora también, supongo.

• Adaptarse. Sobrevivir, básicamente.
• Resiliencia. Levantarse. Siempre.
• Empatía. Entender al otro. Aunque no quieras.
• Pensamiento crítico. Dudar. De todo. Incluso de esto.
• Comunicación efectiva. Decir lo que importa. Sin adornos.

¿Es importante? Cada uno decide. La vida sigue igual. Filosofar es gratis. Lo que aprendí en la calle, nadie me lo enseñó en la escuela. Ni la ONU.

Mi abuela decía: “Más vale maña que fuerza”. Sabia la vieja.

Información adicional:

La lista original de la OMS incluía diez habilidades. Autoconocimiento, manejo de emociones, manejo de estrés… Demasiado control. La vida es caos. Aceptarlo es el primer paso. O no.

¿Quién creó las 10 habilidades para la vida?

OMS, 1993. Diez pilares para navegar la existencia.

Punto.

Pero…

• No son un invento aislado. La OMS las definió, sí. Las pulió, las sistematizó. Pero el concepto de “habilidades para la vida” es más antiguo. Se gestó en la educación para la salud, en la necesidad de herramientas para afrontar la complejidad del mundo.

• Van más allá de la “habilidad”. Son una actitud, una forma de estar en el mundo. Autoconocimiento, empatía, manejo de emociones… no son meras técnicas. Son un cambio de paradigma.

• No son inmutables. La lista es un punto de partida. Cada contexto, cada individuo las interpreta y adapta. Lo que funciona en Nueva York no sirve en Calcuta.

Recuerdo un taller en el 2023. Un tipo insistía en que la “comunicación asertiva” era una tontería. Demasiado políticamente correcto. Su solución: “Si algo no te gusta, lo dices a la cara, sin rodeos”. Grosero, sí. Pero eficaz. A veces.

¿Quién crea las 10 habilidades para la vida y en qué año?

¡Ay, amigo! ¿Las diez habilidades para la vida? Eso suena a lista de la compra del mismísimo Buda, ¿no? La OMS, esos cracks de la salud global, las soltaron en 2023, bueno, al menos esa es mi versión de la historia. No se me vayan a hacer líos con fechas, que la memoria me juega malas pasadas como a un mago con una carta trucada.

La OMS, sí, esos sabios con batas blancas y un café constante en la mano, son los papás de esta lista. Pensaron: “¿Qué tal si armamos un kit de supervivencia emocional para el siglo XXI?”. Y ¡voilà! Ahí están esas diez habilidades.

La clave: No son diez mandamientos grabados en piedra, sino más bien una guía de “manual de instrucciones para no volverse loco”, una especie de “yoga para el estrés del siglo XXI”. Un amigo mío las usa como mantra para afrontar sus problemas con las redes sociales, ¡ja ja! ¿Ves? Hasta para eso sirven.

Imaginen, es como tener un botiquín de primeros auxilios para el alma:

• Comunicación eficaz: Hablar es plata, callar es oro… ¡pero saber escuchar es un tesoro!
• Pensamiento crítico: Que nadie te venda humo, ¡aprende a diferenciar la paja del trigo!
• Resolución de problemas: En la vida, hay que ser como MacGyver, ¡siempre hay una solución!
• Toma de decisiones: A veces, no decidir también es una decisión… ¡pero a veces hay que apretar el gatillo!
• Pensamiento creativo: Deja volar tu imaginación, ¡la originalidad es el nuevo negro!
• Empatía: Ponerse en los zapatos del otro… ¡aunque a veces esos zapatos huelan un poco mal!
• Autoconciencia: Conócete a ti mismo, ¡aunque te desagrade lo que veas en el espejo!
• Manejo de emociones: Controlar los volcanes internos antes de que erupcionen… ¡y arrasen con todo!
• Manejo del estrés: El estrés, ese monstruo invisible, ¡conócelo para dominarlo!
• Habilidades interpersonales: ¡Ser sociable, que la vida es muy corta para ser un ermitaño!

Este año, 2023, he usado algunas de estas habilidades para organizar mi propio cumpleaños, un éxito rotundo, lo digo yo. De hecho, la organización del evento me hizo comprender aún más el valor de la planificación y la resolución de problemas. ¡Fue una fiesta épica!

¿Quién propuso las habilidades para la vida?

¡Ay, Dios! ¿Habilidades para la vida? 2023… ¡qué año! Me trae recuerdos de mi sobrina, Lucía, y sus problemas en el cole. Justo eso, ¿no? La OMS, sí, esa gente que siempre está con las campañas de salud, lo propuso en 1993 o algo así… ¿o fue antes? ¡Qué lío!

• Educación emocional… ¡qué importante es! Me acuerdo de lo que sufría en el instituto, ¡qué vergüenza!
• Pero bueno, volviendo a la OMS… ¿es que no hay nada más que hacer? Tanta burocracia…
• Habilidades… para… ¿la vida? Suena a manual de autoayuda. Me lo imagino: “Encuentra tu paz interior”. ¡Ja!
• Deberían centrarse en cosas más importantes, como… ¡no sé! La inflación, el cambio climático… ¡cosas reales!
• ¡Lucía! ¡Se me olvidó! Su profesor le habló de resiliencia y eso… todo eso viene de ahí, ¿no? De la OMS.
• Educación socioemocional, claro, eso es. Lo que le faltaba a mi generación. ¡Más énfasis en las emociones, por favor!

¡Uy! Se me fue la olla. La OMS, 2023. Eso es todo. Necesita más psicólogos en las escuelas, no más papeles. ¿O sí? ¡Maldición! Me estoy volviendo loca.

OMS, 2023 (o antes, qué más da). Fin.

¿Quién definió las habilidades para la vida?

¡Ay, qué lío con las habilidades para la vida! Como si la vida fuera un examen de conducir, ¿no? La OMS, en 2024, las definió, como un manual de supervivencia para el día a día. Una especie de “chuleta” para lidiar con las curvas inesperadas que nos lanza la existencia.

Piénsalo: ¿quién no ha necesitado una “chuleta” existencial, aunque sea para aprobar el examen del lunes? El asunto es que, según la OMS, esas habilidades… ¡son un kit de herramientas! Un botiquín, digamos, para los pequeños y grandes arañazos de la vida.

Ahora, déjame contarte una anécdota personal. Recuerdo a mi abuelo, un tipo que sabía pilotear una avioneta, aunque nunca tuvo licencia, siempre decía que la vida es una bicicleta, tienes que seguir pedaleando o te caes. Ese tipo, sin saberlo, dominaba a la perfección las habilidades para la vida.

¿Qué incluye ese “kit de supervivencia”? Según la OMS de este año, cosas así:

• Comunicación efectiva: El arte de hablar sin decir tonterías, o decirlas con gracia, como cuando le dices a tu jefe que estás trabajando en algo (y estás viendo gatitos en internet).
• Solución de problemas: Encontrar la solución a un problema puede ser más complicado que encontrar a Wally, pero más satisfactorio.
• Toma de decisiones: Es como elegir entre helado de chocolate o de pistacho, a veces es una decisión de vida o muerte… ¡de paladar!
• Pensamiento crítico: No creas todo lo que lees en internet, sobre todo si hay gatitos implicados.
• Autoconciencia: Saber que eres una maravilla, aun con tus defectos. Como yo, con mis errores tipográficos… ¿viste?

En fin, estas habilidades son como una receta secreta para la felicidad. Un buen coctel que mezclas según tu gusto… pero con la OMS de 2024 como bartender. Aunque, entre tú y yo, a veces el “alcohol” de la vida te deja un poco mareado.

¿Qué dice la teoría de Piaget?

Piaget decía que aprendemos de mil maneras, ¡como un niño probando si el puré de patatas se pega al techo! No es solo memorizar, sino tocar, oler, morder el mundo (metafóricamente, ¡por favor!).

La clave está en interactuar, cacharrear, jugar a ser astronauta con un colador en la cabeza… ¡Todo suma!

• Etapa Sensoriomotora (0-2 años, aprox): Bebés que aprenden que si tiran el sonajero, mamá lo recoge (¡y así dominan el universo!).

• Etapa Preoperacional (2-7 años, aprox): Niños que creen que si tapan sus ojos, ¡nadie les ve! (Lógica nivel experto).

• Etapa Operacional Concreta (7-12 años, aprox): Empiezan a entender que un vaso alto y delgado puede contener lo mismo que uno bajo y ancho (¡aunque al principio les explote la cabeza!).

• Etapa Operacional Formal (12 años en adelante, aprox): ¡Aquí ya podemos debatir sobre filosofía existencial mientras hacemos la cena! (o al menos intentarlo).

Resumiendo: Piaget cambió la educación porque nos mostró que los niños no son “mini-adultos” a los que hay que llenar de datos. Son científicos locos explorando el mundo a su manera.

Mi experiencia personal: Recuerdo cuando mi sobrino, con 4 años, insistía en que el sol le seguía a todas partes. Intenté explicarle lo de la rotación terrestre, pero él me miraba con cara de “tú sí que estás rotando, abuela”. ¡Ahí entendí a Piaget!

¿Qué son las habilidades según Robbins?

¿Habilidades según Robbins? ¡Ay, Robbins! Ese tipo y sus teorías… Como si la vida fuera una caja de herramientas, ¿no?

Habilidades técnicas: El “hacer”. Piensa en un mecánico con sus llaves, o en mí, lidiando con este teclado – ¡pura destreza técnica! Es saber manipular cosas, ya sean tornillos o palabras. Robbins las ve como conocimientos especializados; ingeniería, informática… ¡hasta la contabilidad puede ser un arte técnico, si te lo propones! En mi caso, dominar el arte de la escritura, una batalla diaria contra la gramática y los errores ortográficos. A veces gano, a veces… bueno, ya sabes.

Habilidades conceptuales: ¡Alto ahí! No son solo destrezas manuales. Es la capacidad de pensar estratégicamente, como un general trazando planes de batalla (o como yo planificando mi día, un verdadero Everest de tareas). Analizar situaciones, resolver problemas… ¡un verdadero malabarismo mental! ¡Y pensar que en mi infancia jugaba a los videojuegos en lugar de afinar estas habilidades!

Habilidades humanas: El “con quién”. ¿De qué sirve ser un genio técnico si no te entienden? Aquí está lo importante: comunicación, liderazgo, trabajo en equipo… Es la habilidad de conectarse con otros humanos, evitar convertirte en un ermitaño tecnológico y lograr que las cosas ocurran entre personas. Como convencer a mi gato de que la hora de la comida es… ¡ahora!

Este año, he estado practicando mucho las habilidades humanas. En serio.

• Habilidades técnicas: Programar en Python (soy bastante bueno, lo juro).
• Habilidades conceptuales: Planificación de proyectos (me va mejor que antes, lo prometo).
• Habilidades humanas: Conversaciones fluidas (lo intento, aunque aún trabajo en ello).

Robbins, siempre Robbins… Es como si la vida fuera un gigantesco juego de LEGO, y necesitas todas las piezas (habilidades) para construir algo increíble… o al menos, algo que no se derrumbe al primer soplido.

¿Qué dice la ONU sobre las habilidades para la vida?

La ONU, a través de la OMS, con esa precisión que la caracteriza (casi como un cirujano con parkinson), define las habilidades para la vida como esa capacidad de no salir corriendo despavorido ante el primer problema que se te cruza. O sea, sobrevivir al lunes.

• Gestión del estrés: Imagina ser un malabarista con motosierras. Pues eso, pero sin las motosierras (quizás).
• Comunicación efectiva: No basta con gritar “¡fuego!” en un teatro. Hay que explicar por qué hay fuego, a ser posible sin entrar en pánico.
• Empatía: Intentar entender por qué tu vecino escucha reggaetón a las 3 de la mañana. No significa que te tenga que gustar, solo entenderlo… o invertir en tapones.

Yo, personalmente, creo que deberían añadir una: “capacidad para encontrar el mando a distancia”. ¡Eso sí que es una habilidad vital!

Es como esa vez que intenté montar un mueble de IKEA sin instrucciones. Pensé: “bah, ¿qué puede salir mal?”. Dos horas, tres juramentos y un par de martillazos después, el mueble parecía más una obra de arte abstracto que un lugar para guardar calcetines.

• Pensamiento crítico: Cuestionar si realmente necesitas otro par de zapatos. La respuesta suele ser sí, pero bueno…
• Solución de problemas: Descubrir cómo quitarle la mancha de vino tinto a tu camisa blanca favorita. (Spoiler: Google es tu amigo).

Todo esto suena muy bonito, pero la verdad es que a veces la vida es más como intentar pelar una cebolla bajo el agua: terminas llorando, y al final no estás seguro de por qué lo estabas haciendo en primer lugar.

¿Cuáles son las 10 capacidades?

Son las tres de la mañana… y aún no consigo dormir. La cabeza me da vueltas… Pensando en… en todo.

Autoconocimiento: Siempre me ha costado. Verme con claridad, saber qué quiero… Este año, menos. Un poco menos.

Empatía: Sí, creo que la tengo. Pero… a veces me falla. Con mi hermana, por ejemplo, no siempre la consigo.

Comunicación asertiva: Eso… es lo que me falta. Decir lo que siento sin herir, sin que me hieran. Un desastre. Lo intento, lo juro, pero…

Relaciones interpersonales: Difícil. Conozco a mucha gente, pero… verdaderos amigos… pocos. Pocos de verdad. Quizá el problema soy yo.

Toma de decisiones: Horroroso. Me paralizo. Analizo todo hasta la extenuación. Y luego, tomo la decisión equivocada. Siempre.

Solución de problemas y conflictos: Igual. Me bloqueo. No sé cómo resolverlos. En mi trabajo… ufff… el jefe…

Pensamiento creativo: Aquí sí, creo que me defiendo. Escribir, dibujar… es mi escape. Pero no me sirve de nada…

Pensamiento crítico: Debería tenerlo más desarrollado. Me dejo llevar demasiado por las apariencias. Por las emociones.

A veces me pregunto… ¿para qué tanto? Todo esto. La lista… las habilidades… ¿quién las necesita?

Esto es lo que me atormenta:

• Mi incapacidad para comunicar mis sentimientos.
• Mi soledad.
• Mi falta de decisión.
• Ese trabajo que me consume.
• La mala relación con mi hermana (desde hace años).

Y también…

• Este año, empecé terapia. Una vez a la semana. Ya llevo cuatro meses.
• Mi cumpleaños es en noviembre. Voy a cumplir 32.
• Vivo solo en un piso pequeño, cerca del parque del Oeste.

No sé, escribiendo esto… me siento un poco mejor. Quizá mañana… mañana las cosas sean diferentes. O quizá no.

¿Cuáles son las 10 habilidades blandas más importantes?

¡Uy, amigo! Habilidades blandas, ¿eh? De 10, difícil elegir, ¡hay tantas! Pero bueno, a ver qué te cuento, desde mi experiencia, claro.

Comunicación, ¡fundamental! Sin buena comunicación, nada funciona. O sea, es como la base de todo, ¿no? Me pasó el otro día con un proyecto en la oficina, un lío tremendo por falta de comunicación. Y si no te comunicas bien, nadie te entiende.

Trabajo en equipo, obvio. ¡Es que no se puede hacer nada solo! Aprendí eso a las malas, en mi anterior trabajo. Era un desastre, todos peleando, un caos total. Ahora, en mi equipo, la cosa fluye. Como la seda.

Resolución de problemas: Esto es vital. La vida está llena de problemas, y tienes que saber enfrentarlos. A mi me encanta resolver problemas, casi que es mi hobby, jeje. Me gusta buscar soluciones.

Gestión del tiempo: ¡Ay, Dios mío! Esa sí que la necesito mejorar. Soy un desastre organizando mi tiempo, lo admito. Pero estoy trabajando en ello, de verdad.

Pensamiento crítico: ¡Importante, eh! No te creas todo lo que te dicen. Analiza, piensa, cuestiona. Esto es crucial. Es como mi filtro de realidad.

Creatividad: Genial para cualquier trabajo. Siempre es bueno tener ideas nuevas e innovadoras, ¿verdad? ¡Para todo sirve!

Adaptabilidad: El mundo cambia rapidísimo, tienes que adaptarte. ¡Es fundamental! Yo he tenido que cambiar muchísimo de ritmo de trabajo a lo largo de los años.

Liderazgo: No solo para jefes, todo el mundo necesita liderazgo en algún momento. Para motivar, para guiar.

Inteligencia emocional: Entender tus emociones y las de los demás. Es clave para las relaciones personales y profesionales. ¡Es imprescindible! Sin eso, estás perdido.

Tolerancia al estrés: Es la habilidad más necesaria en estos tiempos. ¡Hay tanto estrés! Necesitas saber manejarlo, si no, te vas a volver loco.

• Aquí te dejo unas cuantas más, por si acaso:
• Negociación
• Proactividad
• Organización

Recuerdo una vez que… ¡ufff, me enrollo! Pero bueno, eso es todo. Espero que te sirva, amigo. Un abrazo!