¿Cuántos tipos de cohesión existen?

Más Allá de la Simple Conexión: Descifrando los Tipos de Cohesión Textual

La cohesión textual es el pegamento invisible que une las diferentes partes de un escrito, garantizando su fluidez y comprensión. No se trata simplemente de que las oraciones se sigan una a otra, sino de una red compleja de relaciones que entrelazan ideas y construyen un significado unitario. Si bien no existe un consenso absoluto sobre una clasificación definitiva y exhaustiva de los tipos de cohesión, podemos identificar diferentes categorías que nos ayudan a comprender cómo se logra esta vital conexión. La idea de “cuántos tipos existen” es, por tanto, relativa y depende del nivel de detalle con el que se analice.

El párrafo inicial menciona algunas categorías, pero profundicemos en su alcance y exploremos otras posibilidades:

1. Cohesión Causal: Esta es una de las más reconocibles, estableciendo relaciones de causa y efecto entre las proposiciones. Ejemplos claros son el uso de conectores como “por lo tanto”, “consecuentemente”, “debido a”, “como resultado de”, etc. Más allá de los conectores explícitos, la cohesión causal se puede inferir a partir de la propia organización del texto.

2. Cohesión Lógica: Va más allá de la simple causa-efecto, abarcando relaciones de condición (“si… entonces”), comparación (“asimismo”, “en cambio”), contraste (“sin embargo”, “no obstante”), o ejemplos (“por ejemplo”, “es decir”). La lógica interna del texto guía al lector a través de las diferentes ideas, creando un argumento coherente.

3. Cohesión Temporal: Fundamental para narrativas y textos que describen procesos, esta cohesión ordena los eventos en el tiempo. Se utiliza a través de adverbios temporales (“después”, “antes”, “mientras”), expresiones temporales (“el día siguiente”, “una semana después”), y la propia secuencia de los enunciados.

4. Cohesión Procedimental: Esta categoría es crucial en textos instructivos o recetas. Indica la secuencia de pasos necesarios para realizar una tarea. La cohesión se logra a través de conectores como “primero”, “luego”, “finalmente”, y el uso de verbos en imperativo.

5. Cohesión Comunicativa: Este tipo de cohesión se enfoca en la interacción entre el emisor y el receptor. Incluye mecanismos como las preguntas retóricas, las apelaciones directas al lector (“usted”, “tú”), y los cambios de registro para adaptarse al público objetivo.

6. Cohesión Secuencial: Similar a la procedimental, pero de alcance más amplio. Describe la progresión de ideas o argumentos, aunque no necesariamente en una secuencia de pasos estrictos. Se basa en la organización lineal del texto y en la conexión entre párrafos.

7. Cohesión Funcional: Se refiere a cómo las diferentes partes del texto contribuyen a la función general del texto. Por ejemplo, en un ensayo argumentativo, la cohesión funcional se manifiesta en la forma en que la introducción, desarrollo y conclusión trabajan conjuntamente para apoyar la tesis principal.

Más allá de estas categorías: Algunos autores proponen otras como la cohesión referencial (mediante pronombres, sinónimos, etc.), la cohesión léxica (repetición de palabras clave o campos semánticos), o la cohesión gramatical (uso de conectores, tiempos verbales, etc.). Es importante entender que estas categorías no son mutuamente excluyentes y, a menudo, se superponen en un mismo texto.

En conclusión, la cohesión textual es un fenómeno multifacético que se manifiesta de diversas formas, y la cantidad de tipos que se pueden identificar depende del enfoque analítico. La comprensión de estas diferentes categorías es esencial para la producción de textos claros, coherentes y efectivos. La clave reside en la interacción entre ellas, creando un tejido textual sólido y comprensible para el lector.