¿Qué es la capacidad estimativa?

La Capacidad Estimativa: El Sentido Interno que Discierne Peligro y Oportunidad

En el vasto universo de los sentidos, solemos centrarnos en los cinco principales: vista, oído, tacto, gusto y olfato. Sin embargo, la filosofía y la psicología antigua y medieval reconocen la existencia de sentidos internos, facultades cognitivas que operan a un nivel más profundo y complejo. Entre estos, destaca la capacidad estimativa, un sentido interno crucial que nos permite interpretar el significado inherente de la información sensorial.

A menudo llamada también cogitativa, la capacidad estimativa va más allá de la simple recepción de estímulos. No se limita a percibir la forma, el color o el sonido de un objeto. En cambio, discierne la utilidad o el peligro inherente a una imagen sensorial, es decir, la evalúa en términos de su potencial beneficio o amenaza para el individuo. Esta evaluación se realiza a un nivel pre-reflexivo, vinculando la percepción sensorial con una valoración primaria e instintiva.

Imagínese a un ciervo pastando tranquilamente en un prado. Su vista le informa sobre la hierba verde y la luz del sol. Su oído percibe el susurro del viento. Pero la capacidad estimativa, al detectar un ligero crujido entre los arbustos, le advierte del posible peligro: un depredador acechando. Esta información, procesada a un nivel instintivo, desencadena la respuesta de huida. No es necesario que el ciervo “piense” conscientemente sobre la amenaza; la capacidad estimativa actúa como un sistema de alerta temprana, basándose en la experiencia previa y el instinto.

La importancia de la capacidad estimativa reside en su función de mediadora entre la percepción y la acción. Proporciona el contexto necesario para interpretar la información sensorial y tomar decisiones rápidas y efectivas para la supervivencia. Este proceso de valoración primaria es fundamental para la adaptación al entorno, permitiendo a los organismos responder adecuadamente a estímulos potencialmente beneficiosos o peligrosos.

Lo que hace particularmente interesante a la capacidad estimativa es su cercanía a la inteligencia. A diferencia de otros sentidos internos, que se centran en la elaboración de imágenes o la asociación de recuerdos, la capacidad estimativa implica una forma de discernimiento y valoración. Esta facultad, más compleja y sofisticada, explica por qué intuitivamente atribuimos cierto grado de inteligencia a ciertos animales. Observamos su capacidad para evaluar situaciones, aprender de la experiencia y adaptar su comportamiento para maximizar sus posibilidades de supervivencia, y lo interpretamos como una manifestación de inteligencia. Aunque no sea la misma forma de inteligencia que poseen los humanos, la capacidad estimativa representa un componente esencial de la cognición animal y humana, permitiendo una interacción efectiva con el mundo que nos rodea.

En resumen, la capacidad estimativa es mucho más que un simple sentido interno. Es una facultad cognitiva crucial que nos permite discernir la utilidad y el peligro en nuestro entorno, mediando entre la percepción y la acción, y proporcionando la base para una respuesta adaptativa y, en cierto modo, inteligente al mundo que nos rodea. Comprender esta capacidad nos permite apreciar la complejidad de la cognición, tanto en humanos como en animales, y la importancia de la intuición y el instinto en nuestra vida diaria.

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