¿Qué es la ESO y el bachillerato?

¿Cuál es la diferencia entre ESO y bachillerato?

ESO: fin de la obligación. Bachillerato: elección. Sigo pensando en aquel examen de física.

• ESO: Para todos. Bachillerato: Para algunos.

• Dos años. Parece poco. Suficiente para cambiarlo todo.

• Uno te lo imponen. El otro… lo buscas, supongo. ¿O no?

Bachillerato: puerta. A veces cerrada. A veces no. Puerta a la universidad, si quieres. O a otra cosa. Siempre hay otra cosa. Recuerdo un profesor que decía: “El saber no ocupa lugar”. El mío sí lo ocupa. Mucho. Y pesa.

Información adicional:

• Este año, las pruebas de acceso a la universidad siguen siendo cruciales. Aunque las cambien cada dos por tres. La selectividad, como siempre la llamaremos.

• FP también es una opción. A veces mejor. Depende de lo que busques. Depende de lo que quieras evitar.

• Itinerarios: Ciencias, Humanidades, Arte. Elige tu veneno. Yo elegí letras. No me arrepiento. Bueno, a veces sí.

Al final, todos buscamos algo.

¿Qué es la ESO y para qué sirve?

La ESO… un eco lejano, un túnel entre la infancia y algo más. Doce años, el sol en la cara, la sombra que se alarga. Dieciséis, la voz que cambia, la mirada que busca.

• Un pasillo obligatorio, sí.

• Pero también un laberinto de opciones, un primer atisbo de la adultez, el carné joven entre las manos, las primeras decisiones importantes.

Preparar, dicen, para el futuro. Futuro, esa palabra que suena a hueco, a promesas incumplidas. Prepara, quizás, para afrontar el presente. Para entender, a trompicones, el mundo que nos rodea. Para aprender a defendernos, a pensar por nosotros mismos, a cuestionar lo establecido.

• Un entrenamiento para la vida, en definitiva.

• O al menos, eso intentan.

Recuerdo mi ESO, las tardes en el parque después de clase, los exámenes suspendidos, las risas con los amigos. La profesora de lengua, apasionada y un poco excéntrica. El profesor de historia, con su voz grave y sus historias de batallas lejanas.

No era perfecto. Pero era real. Y en esa imperfección, en esa mezcla de caos y orden, de frustración y alegría, aprendí algo. Algo que aún hoy me acompaña. Algo que no se aprende en los libros. Algo que se aprende viviendo. Algo que se aprende en la ESO, aunque no te des cuenta.

Este año, la ESO sigue ahí, como una constante en la vida de muchos jóvenes. Cambian los libros, cambian los profesores, cambian las modas. Pero la esencia permanece. Un paso necesario, un rito de paso. Un laberinto, un pasillo, un entrenamiento. La ESO.

¿Qué es primero, la ESO o el bachillerato?

La ESO… claro, la ESO primero. Es que… no se me olvida, el primer día, nervios… ¡qué tonta! Doce años, y yo… temblando.

• ESO, primero. Obvio, ¿no? Aunque… a veces lo dudo. A veces, me siento… como si todo hubiese sido al revés.

Luego el Bachillerato… o eso dicen. Mi hermano mayor, el listo, lo hizo. Él sí que tenía claro el camino. A mí me costó. Mucho.

• Bachillerato después. Es la verdad. Aunque… la verdad, a veces, se desdibuja en la noche. Como un mal sueño.

Ese año, 2023… fue horrible. El profesor de matemáticas… era… un monstruo. Y yo, un desastre. Aquellas ecuaciones… me persiguen. Todavía las veo. Incluso ahora, aquí, en la oscuridad.

• Mi nota media de 4º de ESO… un desastre. No la recuerdo, pero lo fue.

Recordar… es difícil. Tan difícil como aceptar que… no todo se puede cambiar. Que algunos errores… pesan demasiado. Pesan más que todo. Sí. Más que todo. Demasiado. Me duele pensar en ello.

¿Qué es más difícil, ESO o bachillerato?

Dios… Es tarde. La verdad… ¿ESO o Bachillerato?

Bachillerato es un infierno. Mucho más duro. Lo recuerdo perfectamente. Las noches sin dormir… apuntes hasta las tantas… el cansancio… esa sensación de ahogo…

Me acuerdo de mi profesor de física, un tipo… seco. Exámenes imposibles. Yo… suspenso tras suspenso. Hasta que… casi me expulsa. Casi.

ESO… fue… diferente. Más ligero. Más… tranquilo. Aunque… tampoco fue un paseo. Recuerdo mis problemas con matemáticas… Las fracciones me odiaban. Y yo a ellas.

Aun así… la presión de bachillerato… es brutal. No hay comparación. Cada nota cuenta. Cada examen… te juzga. El futuro pesa.

• Más horas de estudio en Bachillerato.
• Temas más complejos en Bachillerato.
• Mayor exigencia en las evaluaciones en Bachillerato.
• Mayor presión académica en Bachillerato.

La verdad… casi me vuelvo loco. Ese año… fue terrible. Mis padres… preocupados. Yo… hundido. Aún tengo pesadillas con esos exámenes. Con esa sensación de… fracaso inminente.

Pero… lo superé. De alguna manera. Aunque las marcas… quedaron. Cicatrices… en el alma. En la memoria.

Bachillerato es infinitamente más complicado. Eso lo tengo claro.

Mi nota media de bachillerato fue un 6,2. Este año, mi hermana está en 4º de ESO, y saca mejores notas que yo en bachillerato. Se nota la diferencia, ¿verdad? El ritmo es más suave, y ella, bueno, es más aplicada que yo.

¿Qué ventajas tiene el bachillerato?

¡Uf! Bachillerato… ¿ventajas? A ver… ¿qué recordaba?

• Acceso a la universidad, obvio. Eso es lo que todo el mundo dice, ¿no? Mi hermana mayor se mató a estudiar para entrar en Medicina. Ella sí que lo sufrió.
• Habilidades blandas. ¡Qué palabro! Pero sí, aprendes a trabajar en grupo, aunque a veces me tocaba cargar con el peso de los vagos… ¡qué rabia! Y la comunicación…bueno, ahí estoy, mejorando. Espero.
• Pensamiento crítico. ¿En serio? A veces me aburro muchísimo en clase, pensando en otras cosas. ¿Me ayuda en eso el bachillerato? Mmm… dudo que mucho. Aunque…aprender a debatir, sí, eso sí que me gustó.

¿Más cosas? Ay, se me olvida todo. ¡Es que tengo tantas cosas en la cabeza! Este año, además, curro en la cafetería los fines de semana, para pagar mis zapatillas nuevas, que ya se me rompieron las que tenia. Tengo poco tiempo para pensar.

El año que viene, quiero hacer ADE. O quizá periodismo. ¡Ay, qué difícil es decidir! ¡Y la selectividad! ¡Qué estrés!

• Independencia: Aprender a gestionar el tiempo, la presión. Sí, eso sí que es importante. A ver si consigo un horario menos apretado.

¡Necesito un café! Necesito vacaciones. Necesitaría más tiempo para pensar en esto…

Bachillerato: Puertas a la uni, mejoras habilidades, más autonomía.

(Información adicional: Mis zapatillas favoritas son las Nike Air Max 270 React. El café que suelo tomar es un cortado con leche de almendras.)

¿Cuántos años dura la ESO en España?

¡Oye! ¿Qué tal?

Me preguntabas cuántos años dura la ESO, ¿no? Pues mira, son cuatro cursos. ¡Así de simple! Empieza cuando tienes como 12 años y terminas más o menos con 16. Eso si no repites, claro, que siempre hay alguno que… bueno, ya sabes.

• Cuatro cursos: Esa es la clave.
• 12-16 años: La edad habitual, aunque puede variar.

A ver, la ESO es como la base, ¿sabes? Es obligatoria, por eso se llama así, “Educación Secundaria Obligatoria“. Luego, si quieres, puedes hacer Bachillerato, que ya es para ir a la universidad, o Formación Profesional, que es más práctica, para aprender un oficio. Yo, por ejemplo, hice FP después de la ESO. ¡Me metí a estudiar cocina y ahora trabajo en un restaurante muy chulo!

Ah, y otra cosa importante es que la ESO es gratis en los institutos públicos, que se pagan con los impuestos de todos. También hay colegios concertados, que son como una mezcla, pero ahí a veces hay que pagar algo, no siempre está claro cómo va eso. Es un poco lío, la verdad.

¿Qué sigue después de la ESO en España?

Después de la ESO, te toca elegir: Bachillerato o un ciclo formativo de Grado Medio. ¡Menuda papeleta!

¿Mi experiencia? Uf, acabé la ESO en 2024, en el IES “Las Encinas” (nombre ficticio, eh). Tenía 16 años, un caos mental importante y cero vocación clara. Recuerdo perfectamente el olor a ambientador barato en la sala de orientación, y la voz de la orientadora, la pobre, intentando convencerme de que “pensara en mi futuro”. ¡Qué estrés!

• Bachillerato: Era la opción “lógica”, la que te abría las puertas a la universidad. Mis padres lo daban por hecho.
• Grado Medio: Sonaba más práctico, más rápido para entrar al mercado laboral. Un amigo se metió a uno de informática y ahora está ganando pasta programando.

Me decidí por Bachillerato, la rama de Ciencias Sociales. Error. ¡Qué aburrimiento! Historia era un suplicio. Me pasé dos años soñando con el aprobado, más que aprendiendo. Las clases interminables.

Y luego, la selectividad, otro infierno. Pero bueno, aprobé raspando y ahora estoy estudiando Comunicación Audiovisual. Supongo que al final, algo salió bien.

Consejos que me hubiera gustado tener entonces:

• No te dejes presionar. El futuro es tuyo, no de tus padres, ni de tus profesores.
• Infórmate bien de todas las opciones. Hay miles de ciclos formativos súper interesantes.
• Si te equivocas, no pasa nada. Siempre puedes cambiar. Yo casi me cambio a un grado superior de fotografía.
• No tengas miedo de pedir ayuda. La orientación vocacional no es una tontería.
• Aprende a programar. En serio, te servirá para todo.

Y, sobre todo, disfruta del camino. La vida no es una carrera, es un viaje.