¿Qué marca el inicio de la pubertad en los varones?

¿Qué marca el inicio de la pubertad en los varones? ¡Ay, qué recuerdos! Recuerdo perfectamente ese momento, aunque claro, en aquel entonces no tenía ni idea de qué estaba pasando. Fue… gradual, supongo. No fue como un interruptor que se encendió de repente. ¿O sí? A veces lo pienso, y me pregunto si realmente hay un “momento” exacto.

Empieza, creo, con los testículos y el pene. Crecen, sí, pero no es un crecimiento así… drástico, ¿me entiendes? Es algo sutil al principio, casi imperceptible. Como un brote lento, silencioso, que te va tomando por sorpresa. Recuerdo que un día, jugando al baloncesto con mis amigos – ¡éramos unos torpes! – me di cuenta de que… bueno, que era diferente. Más… grande, ¿no? Y no me refiero solo al tamaño. Era una sensación… nueva. Un poco extraña, a decir verdad.

Después vino el vello, ¿verdad? Primero en la zona púbica, ¡qué lío aquello! Me sentía como un oso hormiguero en celo, todo peludo y… incómodo. Luego, las axilas. Un desastre absoluto. Mi madre, pobrecita, me regaló una cuchilla y me enseñó a afeitarme, como si eso fuera a solucionar algo. Años después me reí, claro. Pero en aquel momento, parecía el fin del mundo.

La musculatura… bueno, eso fue más adelante, supongo. Empecé a levantar pesas con mi primo, ¡qué tontos éramos!, creyendo que íbamos a convertirnos en culturistas de la noche a la mañana. Casi nos rompemos el lomo. Pero sí, se notaba un cambio. ¡Qué diferencia de fuerza, mira que ahora!

Y la voz… ¡ah, la voz! Esa sí que fue un cambio radical. Pasé de tener una voz aguda, casi como de niña, a un sonido… grave, ronco, a veces casi aterrador. Recuerdo que en clase, un día, me carraspeé y todos se rieron. ¡Qué humillación! Pero, bueno, al menos ya no era el niño de la voz chillona.

Por último, el vello facial. ¡La guinda del pastel! ¡Cuánto tiempo esperando ese momento! Fue algo así como… ¡mi llegada a la adolescencia! Mi confirmación, si se quiere. Un momento que marca el paso a la masculinidad. Aunque, siendo sincero, la adolescencia es un mar de cambios, no hay un solo momento que defina su inicio. Pero sí, el vello facial, para mí, fue la cereza del pastel.

Bueno, espero que esto te sirva de algo. No es un tratado científico, ¡qué va!, solo mi experiencia, con mis errores y todo. Porque, al final, la pubertad es algo así… muy personal, ¿verdad?

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