¿Qué significa el término absorción?

La Absorción: Un Proceso Fundamental en la Interacción con el Entorno

El término “absorción” es un concepto que se encuentra en la intersección de diversas disciplinas, desde la física y la química hasta la biología y la medicina. Sin embargo, en un contexto biológico y fisiológico, la absorción se refiere fundamentalmente a la asimilación de una sustancia por un organismo, permitiendo que ésta sea incorporada y utilizada por el cuerpo.

No se trata simplemente de una adhesión superficial o de una mera proximidad. La absorción implica un proceso activo o pasivo mediante el cual una sustancia atraviesa las barreras físicas y biológicas del organismo, integrándose a su sistema interno. Esta sustancia, una vez absorbida, puede ser utilizada para obtener energía, construir tejidos, regular funciones metabólicas o incluso ser eliminada como producto de desecho.

En el caso de los seres humanos y los animales, este proceso de absorción es crucial para la supervivencia y se produce a través de diversas vías, cada una adaptada para la asimilación eficiente de diferentes tipos de sustancias:

• Piel: Aunque su principal función es protectora, la piel también permite la absorción de ciertas sustancias liposolubles, como algunos medicamentos aplicados tópicamente. La absorción cutánea, sin embargo, es generalmente limitada.
• Pulmones: A través del intercambio gaseoso en los alveolos pulmonares, los pulmones son una vía importante para la absorción de oxígeno del aire y la eliminación de dióxido de carbono. También pueden absorber sustancias inhaladas, como gases anestésicos o partículas contaminantes.
• Ojos: La córnea y la conjuntiva ocular pueden absorber ciertas sustancias, como colirios o medicamentos oftálmicos, para tratar afecciones locales.
• Tracto Gastrointestinal (TGI): Esta es, sin duda, la vía más importante para la absorción de nutrientes provenientes de los alimentos. Desde el estómago hasta el intestino delgado y el intestino grueso, diferentes secciones del TGI están especializadas en la absorción de agua, vitaminas, minerales, carbohidratos, proteínas y grasas. La estructura del intestino delgado, con sus vellosidades y microvellosidades, maximiza la superficie de absorción, facilitando la entrada de nutrientes al torrente sanguíneo.

Una vez absorbida, la sustancia es transportada por el sistema circulatorio y distribuida a diferentes tejidos y órganos, donde participa en el metabolismo corporal. El metabolismo comprende todas las reacciones químicas que ocurren en el organismo para mantenerlo vivo, incluyendo la utilización de nutrientes para la obtención de energía, la síntesis de nuevas moléculas y la eliminación de productos de desecho.

En resumen, la absorción es mucho más que una simple entrada de sustancias; es un proceso complejo y vital que permite a los organismos interactuar con su entorno, obtener los nutrientes necesarios para su funcionamiento y mantener la homeostasis interna. Comprender el proceso de absorción, sus diferentes vías y los factores que la afectan es fundamental para la comprensión de la fisiología, la nutrición y la farmacología, así como para el desarrollo de estrategias para la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades.