¿Qué son los factores intrínsecos?

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Los factores intrínsecos son componentes esenciales, inherentes a un sistema. Su origen es interno, crucial para el funcionamiento y la salud óptima. Son piezas clave, intrínsecamente ligadas al desarrollo y mantenimiento del sistema.

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¿Qué son los factores intrínsecos y cómo funcionan?

¡Uf, factores intrínsecos! A ver, cómo te lo explico para que no te aburras… Imagina que eres un coche. Los factores intrínsecos serían el motor, la batería, el chasis… ¡lo que te hace ser un coche! Son las partes esenciales que vienen contigo de fábrica, ¿me explico? Sin ellos, no arrancas, no te mueves, no eres coche.

En términos más serios, pues, en biología por ejemplo, los factores intrínsecos son como los genes que heredamos o las hormonas que produce nuestro cuerpo. ¡Son nuestra programación interna!

Yo me acuerdo que cuando estudiaba biología en la universidad (allá por 2008, en la Complutense), el profe nos puso un ejemplo super claro: la vitamina B12 necesita el “factor intrínseco” producido por el estómago para poder ser absorbida. ¡Si te falta ese factor, por mucho que tomes B12, no te sirve de nada! Es como echar gasolina a un coche sin motor, ¿entiendes?

¡A veces me hago un lío con estas cosas! Pero bueno, espero que te haya quedado un poco más claro.

¿Qué son los factores intrínsecos?

Elementos esenciales e inherentes a un sistema o proceso, originados internamente.

¿Cómo funcionan?

Son necesarios para el correcto funcionamiento, desarrollo y mantenimiento de un organismo o sistema.

¿Qué significan los factores intrínsecos?

¡Ay, madre mía, los factores intrínsecos! Suena a chino, ¿verdad? Pero vamos a desentrañar este misterio con la gracia de un elefante en una cacharrería.

Son las cosas de dentro, ¡las de casa! O sea, lo que ya viene integrado en el asunto, como el motor de un coche (sin él, ¡ni de coña arranca!). En el cuerpo, son como tus superpoderes internos. Hablamos de tu ADN, ¡esa receta genética tan chunga que te ha tocado! También tus hormonas, esos mensajeros químicos que, si se enfadan, ¡te lían una buena!.

Piensa en una tarta. Los factores intrínsecos serían la harina, los huevos, el azúcar… Si te falta alguno, ¡adiós a la tarta de cumple del primo Luis! Esencialmente, son las cosas que, si faltan, ¡el tinglado se viene abajo!

  • Tu genética: Como el código fuente de tu vida, ¡y vaya código a veces! Mi sobrina tiene unos genes de atleta, y yo… bueno, más bien parezco un pulpo intentando escalar el Everest.
  • Tus hormonas: Unos mensajeros químicos que, si se desmadran, ¡te convierten en un Hulk irritable o en un oso perezoso!.
  • Tu sistema inmunitario: El ejército privado que te defiende de los bichos malos. Si este ejército hace huelga, ¡mal asunto!
  • Tu edad: Aunque no lo creas, ¡también cuenta! A medida que los años pasan, tu cuerpo se parece más a un coche con 200.000 km.

Si fallas en alguno de estos puntos… ¡zas! Problemas de salud. Es como intentar construir una casa con arena y agua: ¡se derrumba antes de poner la primera teja! Y créeme, reconstruirla es un trabajo de chinos. Especialmente si tienes 4 gatos en casa, que convierten el caos en una sinfonía de destrozos. Es un auténtico caos, digo yo.

Además, el año pasado, mi gata, una preciosidad llamada Luna, tuvo problemas hormonales que la dejaron como una momia. ¡Casi se va al otro barrio! Y no es broma, la veterinaria casi me infarta contándome los costes del tratamiento. Menos mal que al final se recuperó. Un susto que no olvidaré fácilmente. ¡Y eso que son solo gatos! ¿Qué sería entonces de un sistema mucho más complejo como el cuerpo humano?

¿Qué quiere decir factor intrínseco?

A ver, a ver, factor intrínseco… ¿Qué era eso? Ah, ya!

  • Proteína necesaria para absorber la B12. Súper importante, ¿no? Recuerdo que mi abuela tenía problemas con eso, le ponían inyecciones de B12.
  • Producido por el estómago. Células del revestimiento, dice. Interesante.
  • Sin factor intrínseco, no hay B12 que valga. ¿Pero entonces qué pasa?

¿Y si no produces suficiente factor intrínseco? Uf, problemas serios:

  • Anemia perniciosa: suena feo, ¿eh? Cansancio, debilidad… un rollo.
  • Daño neurológico: ¡Ojo! Esto ya es más grave.
  • Suplementos de B12, supongo. ¿Pero inyecciones? ¿Pastillas sublinguales? ¿Cuál será mejor?

Ahora que pienso, ¿qué cosas afectan la producción del factor intrínseco?

  • Gastritis atrófica: Inflamación crónica del estómago, qué mal.
  • Cirugía de estómago: Obvio, si te quitan parte del estómago…
  • Enfermedades autoinmunes: El cuerpo atacándose a sí mismo, ¡qué locura!

¿Existe otra información importante sobre el factor intrínseco?

  • Test de Schilling: Para ver si absorbes bien la B12. ¿Cómo será ese test? Curioso.
  • Diagnóstico: Importante pillarlo a tiempo para evitar problemas mayores.
  • ¡Vitamina B12! ¡Factor intrínseco! ¡Absorción!

¿Qué es un factor extrínseco?

Un factor extrínseco… es algo que llega de fuera. Imagina el viento frío en la cara, no viene de ti, es del mundo. Es así, como una ola inesperada.

Recuerdo las tardes de verano en casa de mi abuela, el sol quemando la piel, un calor pegajoso que te envolvía. El aire denso, casi palpable, y esa sed constante. ¡Qué bochorno! Ahí estaba, el factor extrínseco, moldeando el día. ¿Es que el ambiente no nos define acaso?

La humedad, la temperatura… son elementos del entorno que actúan sobre algo. Como el agua que erosiona la roca, lentamente, persistentemente. Y la tensión de oxígeno y dióxido de carbono, invisible pero presente, regulando la vida a su alrededor.

  • Temperatura: Calor sofocante, frío que cala los huesos.
  • Humedad: Niebla espesa, aire seco y quebradizo.
  • Tensión de O2 y CO2: Equilibrio vital, silencioso intercambio.

Mi memoria divaga. Recuerdo un viaje a las montañas. El aire era tan puro, tan diferente al de la ciudad… Sentía la diferencia en cada respiración. La altura, la presión… factores externos, extrínsecos, que marcaban el ritmo de mi cuerpo. ¡Uf!

¿Quién secreta el factor intrínseco?

A ver… factor intrínseco… ¿quién lo secreta? Uf, la digestión siempre me lía.

  • Células parietales, eso es. ¡En el estómago! Como las del ácido clorhídrico, ¿no? O eran otras…

  • Vitamina B12… ¿por qué es tan importante? Ah, sí, para la sangre. Y se une a esta proteína rara. ¡Factor intrínseco!

  • ¿Y si no lo tienes? Anemia perniciosa, creo. Mi abuela tenía problemas con eso. ¿Estará relacionado?

  • El estómago… qué cosa más rara. ¡Ácidos que queman y no se quema él mismo! Y encima produce esta cosa para absorber la B12.

El factor intrínseco lo secretan las células parietales del estómago.

¿Qué vitamina absorbe el factor intrínseco?

¡Ey, amigo! ¿La vitamina que necesita ese factor intrínseco? ¡La B12, claro! Es super importante, eh. Sin él, ¡ay, Dios mío! Ni la absorbes.

Te cuento, el otro día estaba leyendo, (sí, sí, lo sé, soy un empollón!) sobre la absorción de nutrientes y ¡zas!, me topé con esto. Increíble lo que puede hacer ese factor intrínseco, una pequeña proteína, pero ¡qué importante!

  • La B12 es crucial. Esencial para el sistema nervioso, la formación de glóbulos rojos… ¡un montón de cosas!
  • El factor intrínseco es clave para que la B12 pueda pasar al torrente sanguíneo. Se produce en el estómago, ¿sabías? Es una pasada.
  • Sin factor intrínseco, problemas. Anemia perniciosa, entre otros. Ya ves, nada trivial. Tengo una vecina, ¡pobre mujer!, que lo pasa fatal con eso…

La cosa es que, si no tienes suficiente factor intrínseco, pues la B12 se va al retrete, literalmente. ¡Un desperdicio total! Piénsalo, ¡toda esa vitamina B12 se va por el desagüe! ¡Qué rabia!

Es una cosa de química, o algo así… complicado de explicar, la verdad, ¡pero muy importante! Recuerdo que mi doctora me lo explicó, ¡todo muy interesante! Aunque ahora no me acuerdo de todos los detalles, jaja. Hablaba de problemas en el estómago y de la absorción, bastante rollo científico.

Y hablando de vitaminas, ¿has probado esas nuevas gomitas de vitamina C que están promocionando? ¡Son buenísimas! Me las tomo cada día, las de sabor a naranja. Pero bueno, volviendo al factor intrínseco… ¡esa B12 es fundamental!

¿Qué pasa cuando el cuerpo no absorbe la vitamina B12?

¡Ostras! ¿La B12? Pues mira, si tu cuerpo la rechaza… ¡mal asunto! Anemia, claro, eso es lo primero que te viene a la cabeza. Pero no solo eso eh.

Se te van a poner las células rojas, gigantescas, ¡macrocitos! Y las blancas… ¡uf! también raras, leucocitos a lo loco. Es un lío, una fiesta de células desmadradas.

Te cuento, a mi prima le pasó algo parecido, en 2024, aunque no fue exactamente igual, tuvo otros problemas. Era un cuadro rarísimo. ¡Casi se muere! Por eso te lo digo en serio.

Anemia megaloblástica, eso te dicen los médicos. Y ojo que puede ser que ni te des cuenta al principio, síntomas raros que vas achacando a otras cosas, cansancio, la cabeza… ya sabes.

  • Anemia: Te quedas sin fuelle, palidez…
  • Debilidad: Te sientes como un flan, todo el día.
  • Problemas neurológicos: Esto es grave, hormigueos, debilidad muscular, problemas de memoria… ¡hasta pérdida de equilibrio! No es broma.

En resumen: ¡Ve al médico! Si no absorbes B12 es algo muy serio. No te lo tomes a la ligera, es importante que te revisen. Mi prima casi se va al otro barrio, de verdad te lo digo. Ahora está bien, gracias a Dios. Pero sufrió un montón.

Y luego, otra cosa importante, aparte de la anemia y los problemas neurológicos, que ya te he dicho, puede haber otros problemas. Por ejemplo, problemas digestivos, a veces. ¡Y depresión! Sí, sí, la falta de B12 puede afectar hasta el estado de ánimo. Es una vitamina crucial. Así que, no la menosprecies.

Recuerda que esto no es un diagnóstico médico, consulta con un profesional.

¿Qué enfermedad autoinmune se caracteriza por un déficit de factor intrínseco?

Anemia perniciosa, ¡claro! Eso es. Se me fue el nombre un segundo… ¡qué despiste! Factor intrínseco… ¿qué era eso otra vez? Ah, sí, la proteína que necesita la vitamina B12 para absorberse. Sin factor intrínseco, adiós B12.

Y eso… ¿por qué pasa? Pues, problema autoinmune ¡otra vez! Mi vecina la Carmen lo tiene, siempre está cansada. El cuerpo ataca al factor intrínseco o a las células que lo producen en el estómago. ¿Gastritis atrófica? Sí, algo de eso leí en el prospecto de sus pastillas. Ese revestimiento del estómago… ¡cómo se desgasta con el tiempo!

¿Qué más? Necesitas más B12, suplementos… que te lo pinchen, que se absorba por otra vía, ¡uff! Mucho lío. Me preocupa mi abuela, tiene 80 años y… A ver si le pregunto si se hizo alguna prueba hace poco. ¡Ay! Que se me olvida… ¡Tengo que llamarla!

  • Anemia perniciosa: déficit de factor intrínseco.
  • Causa: Ataque autoinmune al factor intrínseco o a sus células productoras.
  • Consecuencia: Déficit de vitamina B12.
  • Tratamiento: Suplementos de vitamina B12, inyecciones. En el caso de mi abuela, este año le hicieron varias pruebas de sangre… ¡Espero que todo esté bien!

Gastritis atrófica, sí… eso lo vi en un artículo sobre enfermedades digestivas, el año pasado… Era largo y complicado, no me acuerdo mucho, la verdad. Pero algo así… un estómago irritado que no produce bien.

#Factores Intrínsecos #Seguridad Alimentaria