¿Qué son los macronutrientes y ejemplos?

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¡Ay, qué importante es entender esto de los macronutrientes! Para mí, son la gasolina que mueve mi cuerpo: los carbohidratos, ¡qué energía me dan para el día a día!; las proteínas, esenciales para mantenerme fuerte y reparar mis músculos; y las grasas, ¡necesarias, aunque con medida!, para que todo funcione como un reloj. El alcohol y los ácidos orgánicos también aportan, pero con moderación, ¡claro! Sin ellos, ¡me sentiría como un coche sin combustible!

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¿Macronutrientes? ¿Ejemplos? Uf, ¡menudo tema! A ver, ¿cómo explico esto de una forma que se entienda? Para mí, imagínate, son como… ¿el combustible del cuerpo? Sí, eso mismo. Como la gasolina del coche, pero para nosotros. Ahí están los carbohidratos, que te dan ese chute de energía para ir tirando, ¿sabes? Yo, sin mi café con tostadas por la mañana… ¡no soy persona! Es como si mi cerebro no arrancara. Luego están las proteínas, esas que necesitas para estar fuerte, para que no se te caigan los brazos al levantar una bolsa de la compra, ja, ja. En serio, ¿te imaginas qué rollo si cada vez que haces ejercicio te deshicieras en lugar de fortalecer? Y por último, pero no menos importantes (¡ojo!), las grasas. Que sí, que tienen mala fama, pero son esenciales. Como el aceite del motor, que sin él, pues… ¡catastrofe! Eso sí, con moderación, como todo en esta vida. ¿Recuerdas aquella vez que me comí un bocadillo de chorizo entero antes de ir al gimnasio? Fatal. Me sentía pesada, lenta… Aprendí la lección. También dicen que el alcohol y los ácidos orgánicos aportan algo, pero bueno, esos ya son otra historia. No me quiero liar. Lo importante es entender que los macronutrientes son la base. Sin ellos, ¿qué seríamos? ¿Zombies? Bueno, quizá exagero un poco, pero ya me entiendes, ¿no? Estaríamos… ¡sin chispa!