¿Qué tipos de resistencias hay?

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Existen resistencias fijas, cuyo valor óhmico permanece constante, y resistencias variables, donde dicho valor se ajusta modificando un parámetro físico, como la posición de un cursor o la tensión aplicada. Esta variabilidad permite controlar el flujo de corriente en un circuito.

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Resistencias: Un Mundo Más Allá del Ohmio Fijo

Las resistencias, esos pequeños componentes omnipresentes en la electrónica, son mucho más que simples “frenos” para la corriente eléctrica. Su función principal es ofrecer una oposición al flujo de electrones, controlando la intensidad de corriente en un circuito y permitiendo así el funcionamiento correcto de los dispositivos electrónicos. Si bien la imagen común es la de una resistencia con un valor fijo, el universo de las resistencias es mucho más diverso y ofrece una amplia gama de posibilidades para el diseño y la optimización de circuitos.

Fundamentalmente, podemos clasificar las resistencias en dos grandes categorías: resistencias fijas y resistencias variables.

Resistencias Fijas: Un Valor Inmutable

Como su nombre indica, las resistencias fijas poseen un valor de resistencia predeterminado y constante. Este valor, expresado en ohmios (Ω), se codifica visualmente mediante un sistema de bandas de colores que permite identificar rápidamente su valor nominal y tolerancia. Entre los tipos más comunes de resistencias fijas encontramos:

  • Resistencias de carbón: Son las más económicas y utilizadas en aplicaciones generales. Están fabricadas con un compuesto de carbón y un aglutinante. Si bien son económicas, su precisión no es la más alta y pueden ser susceptibles a variaciones con la temperatura.
  • Resistencias de película metálica: Ofrecen una mayor precisión y estabilidad en comparación con las resistencias de carbón. Se fabrican depositando una fina capa de metal sobre un sustrato cerámico. Son ideales para aplicaciones donde la precisión es crucial.
  • Resistencias de película de óxido metálico: Similares a las de película metálica, pero con una mayor capacidad para soportar altas temperaturas. Se utilizan en aplicaciones que requieren una alta estabilidad térmica.
  • Resistencias bobinadas: Consisten en un hilo resistivo enrollado alrededor de un núcleo cerámico. Son capaces de soportar altas potencias, pero su inductancia inherente puede ser un problema en circuitos de alta frecuencia.
  • Resistencias SMD (Surface Mount Device): Diseñadas para montaje superficial en placas de circuito impreso (PCB). Son pequeñas, compactas y se utilizan ampliamente en la electrónica moderna. Su valor se indica mediante un código numérico.

Resistencias Variables: Ajuste y Control Dinámico

A diferencia de las resistencias fijas, las resistencias variables permiten modificar su valor óhmico mediante el ajuste de un parámetro físico. Esta característica las convierte en elementos esenciales para el control y la regulación de circuitos. La variabilidad permite controlar el flujo de corriente en un circuito, ajustando la señal o el nivel de voltaje. Los tipos más comunes son:

  • Potenciómetros: Son resistencias variables con tres terminales. Un terminal está conectado a un extremo de la resistencia, otro al otro extremo, y el tercero a un cursor que se mueve a lo largo de la resistencia. Al mover el cursor, se modifica la resistencia entre el terminal del cursor y cada uno de los terminales de los extremos. Se utilizan comúnmente para controlar el volumen de un audio, la intensidad de la luz, o la posición de un motor.
  • Reóstatos: Son potenciómetros utilizados de forma que sólo se emplean dos terminales: uno de los extremos de la resistencia y el terminal del cursor. Se utilizan para controlar la corriente en un circuito.
  • Trimmers: Son potenciómetros pequeños diseñados para ajustes precisos y esporádicos. Generalmente se ajustan con un destornillador y se utilizan para calibrar circuitos.
  • Resistencias dependientes de la luz (LDR o fotorresistencias): Su resistencia varía en función de la cantidad de luz que incide sobre ellas. Se utilizan en sensores de luz, como los que encienden automáticamente las luces al anochecer.
  • Termistores: Su resistencia varía en función de la temperatura. Se utilizan en sensores de temperatura y en circuitos de protección contra sobrecalentamiento. Hay dos tipos: NTC (Negative Temperature Coefficient) donde la resistencia disminuye al aumentar la temperatura, y PTC (Positive Temperature Coefficient) donde la resistencia aumenta al aumentar la temperatura.
  • Varistores (Resistencias dependientes del voltaje o VDR): Su resistencia varía en función del voltaje aplicado. Se utilizan como protección contra sobretensiones en equipos electrónicos.

En resumen, las resistencias, tanto fijas como variables, son componentes fundamentales en la electrónica. Su correcta elección y utilización son cruciales para el diseño y el funcionamiento eficiente de cualquier circuito. La comprensión de los diferentes tipos de resistencias y sus características permite a los ingenieros y diseñadores electrónicos crear circuitos más sofisticados y adaptados a sus necesidades específicas. La capacidad de ajustar el flujo de corriente a través de resistencias variables abre un abanico de posibilidades para el control preciso y la personalización de la electrónica que nos rodea.

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