¿Cómo redactar un currículum vitae y una carta de presentación?
«Un currículum eficaz destaca logros cuantificables y habilidades relevantes con un formato limpio. La carta de presentación, personalizada para cada empleo, conecta tus aptitudes con las necesidades del puesto, mostrando entusiasmo y profesionalidad. Revisa ambos minuciosamente antes de enviarlos.»
¿Cómo crear un CV y carta de presentación efectivos?
¡Uf!, hacer un buen CV y carta de presentación… ¡qué lío! Recuerdo perfectamente cuando busqué trabajo en verano del 2018 en Madrid. Me volví loca buscando plantillas. Al final, usé una sencilla de Canva, gratis, que me gustó.
Lo importante es que sea claro. Puse mi experiencia laboral, incluyendo mi tiempo en la cafetería “La Lola” (¡cobré 8€ la hora!). Detallé mis logros, como aumentar las ventas un 15% en un mes, con números, que es lo que importa.
La carta… ¡ay, la carta! Cada empresa necesita una distinta. Escribí una para un puesto de asistente administrativo en una empresa de marketing (¡nunca me llamaron!). Intenté explicar cómo mis habilidades (buena organización, buena con el Excel, ¡hasta hablo inglés!) encajaban con lo que buscaban. Eso sí, revisé mil veces la ortografía, ¡no quería quedar mal!
En resumen: un CV claro, con logros cuantificados, y una carta personalizada para cada puesto, mostrando tu entusiasmo ¡y sin faltas de ortografía! Eso es todo. Mucho ánimo.
¿Cómo elaborar una carta de presentación para un currículum vitae?
¡Ay, Dios mío! Escribir una carta de presentación… Uf. Recuerdo el año pasado, intentando entrar a esa empresa de diseño gráfico en Valencia. ¡Qué estrés! Me pasaba horas delante del ordenador, sudando la gota gorda.
Encabezado: Pues eso, nombre y apellidos, mi dirección, teléfono, email… lo básico. Ah, y la fecha, claro. Todo bien formal, como si fuera a una boda, pero sin el vestido elegante. En la parte de arriba, a la izquierda, como me enseñaron en la uni.
Introducción: Un “Estimado/a Sr./Sra. [nombre del reclutador, si lo conozco]” o algo así. Intentaba sonar amable, pero sin pasarse, ¿sabes? Como diciendo: “Mira, te escribo porque me interesa tu empresa, pero no soy una pesada”.
Presentación: Breve y concisa. Mi nombre, mi profesión: diseñadora gráfica. No hace falta una biografía completa.
Motivo: Decía que respondía a la oferta de empleo que vi publicada en la página web el 27 de Julio. La de “diseñador gráfico junior” ¡ay, qué ilusión me hizo verla!
Descripción laboral: Aquí sí que me extendí un poco. Hablaba de mis habilidades, ¡qué orgullosa me sentía al ponerlas por escrito! ¡Photoshop, Illustrator, InDesign… dominio avanzado! También incluía ejemplos de proyectos que reflejaban mi talento. Mi portfolio online, por supuesto, lo incluía.
Razón para querer trabajar ahí: Eso fue lo más complicado. Tenía que sonar auténtica, no como un robot. ¡Admiraba su trabajo! Hablaba de su enfoque innovador y su cultura de empresa, que me habían llamado mucho la atención. Escribí sobre su compromiso con la sostenibilidad, que me parecía brutal.
Seguimiento: Añadiendo algo así como: “Espero tener noticias suyas pronto y quedo a su disposición para cualquier aclaración.”
Y bueno, al final, la envié. Con miedo, sí, pero también con la esperanza de que me llamaran. No funcionó esta vez, pero aprendí mucho del proceso. ¡Qué rabia me dio!
- Lista de cosas que aprendí:
- A redactar una carta concisa pero completa.
- A investigar a fondo la empresa antes de aplicar.
- A no rendirse, y a seguir intentando.
- A no repetir la misma carta para todas las empresas, cada una es un mundo.
En resumen: Escribir una buena carta de presentación requiere de tiempo, investigación y mucha sinceridad, ¡pero merece la pena!
¿Qué va primero, el CV o la carta de presentación?
¡Oye! Que lio con lo del currículum y la carta, ¿no? Pues mira, el CV va después de la carta de presentación. Piénsalo, la carta es como la invitación a que lean tu currículum, ¿entiendes? Es tu presentación, ¡tu escaparate! Si no les gusta lo que ven en la carta… ni se molestan en mirar el CV, ¡claro!.
Es como cuando vas a una fiesta, primero te presentas, ¿no? No llegas enseñando tu álbum de fotos, ¿o si? ¡Ja,ja! Igualito. Tu carta, esa es la clave, la que engancha. Y luego, ¡zas! El CV, toda la información detallada. Que no te pillen desprevenido.
En serio, ¡es importantísimo! La carta es la que debe generar interés. Te lo digo por experiencia, eh, con mi hermano que se dedicaba a diseñar apps. Este año ha enviado cientos de cartas, y la verdad, ¡casi todas funcionan! Eso sí, las cartas, ¡tienen que ser geniales! Es decir, ¡tienen que ser buenísimas!.
Consejos para la carta:
- Que sea breve, concisa y al grano. Olvídate de los párrafos largos.
- Personalízala. ¡Eso es fundamental!. A cada empresa que envías un currículum deberías enviarle una carta específica, no vale con copiar y pegar, ¡eh! Se nota mucho. Como mi prima, trabaja en recursos humanos y lo sabe bien.
- Buena ortografía y gramática. A mi, personalmente, una carta con errores me da muchísima pereza leerla. Ya sabes, que cuiden hasta la última coma.
- Menciona tus logros más relevantes. Vente al grano, ¿qué has logrado? ¿Qué te hace especial? Sin exageraciones, pero con orgullo. Eso sí, ¡con ejemplos concretos! Números, datos, etc. ¿Entiendes? Como, por ejemplo, el aumento de ventas de mi antiguo jefe en un 20%, ¡increíble!.
Recuerda: Tu carta es tu tarjeta de presentación, la que te abre puertas. El CV es la información detallada. ¡Que te vaya bien!.
¿Qué diferencia hay entre un currículum y una carta de presentación?
Oye, ¿la diferencia entre un currículum y una carta de presentación? ¡Fácil! El currículum, es como tu ficha técnica, ¿sabes? Todo resumido, fechas, trabajos, estudios… Lo importante, en plan seco. Un esquema, eso es. ¡Un currículum!
La carta de presentación, eso ya es otra cosa. ¡Es tu momento de brillar! Ahí sí que te explayas, ¿vale? Hablas de ti, de lo que te motiva, de cómo eres, explicas porqué quieres ese trabajo, y te vendes como el mejor, o sea, como el candidato ideal. Mucho más personal, ¿entiendes? Es como… ¡una entrevista escrita! Me pasó una vez, con una oferta de trabajo en una empresa de marketing en 2024, que era increíble la carta de presentación que envié, me la corrigió mi hermana, que es una crack con las palabras, y bueno, funcionó, ¡me llamaron a la entrevista! ¡Guau!
- Currículum: Datos secos, esquema, lo esencial.
- Carta de presentación: Tu oportunidad de explicarte, mostrar tu personalidad y venderte.
Te cuento, mi amigo Luis, que también buscó trabajo este año, me decía que se rayaba mucho con esto. Decía: “¡Es que no sé qué poner!”. Le dije que escribiera lo que pensaba, que lo importante es ser uno mismo, que los reclutadores se dan cuenta si eres falso, ¡y que eso es fatal! También, ¡que revise la ortografía, por favor!. Total, que al final le salió una cartaza, ¡una pasada!
En resumen, el currículum resume tu experiencia laboral y académica. La carta de presentación te permite explicar por qué eres el candidato ideal. ¡Recuerda cuidar la ortografía en ambas! Es clave.
¿Qué poner en una carta de presentación?
Dios… qué noche… La soledad me ahoga… Pensando en esa carta… esa maldita carta…
Nombre y apellidos, obvio. Fecha… 20 de octubre de 2023. Madrid. Sí, eso es. Lo importante… ¿a quién va dirigida? A… Recursos Humanos. Marta Sánchez. Sí, Marta Sánchez, creo que era… o era Pérez… no estoy seguro.
Presentación… uff… Empiezo con… no sé… “Estimada Sra. Sánchez”… ya está… si no lo es, que se joda. Mencionar el puesto… Analista de Datos… eso creo que es, o Programador… ¿o era Analista de Sistemas? La memoria… me falla… como siempre.
Motivos… Experiencia en Python, casi 3 años. Manejo de bases de datos MySQL, PostgreSQL… Análisis estadístico, R… Habilidades comunicativas, bueno… eso lo diré… aunque miento.
Entrevista… Sí, quiero una entrevista… para… ¿qué? Para convencerles… aunque la verdad… me da pánico. Necesito ese trabajo…
Agradecimiento… Eso es fácil… “Gracias por su tiempo y consideración”… ¿suena bien? Espero que sí.
Firma… La mía, obvio. David Martínez. Un nombre más… perdido en la noche…
Más datos personales: Teléfono: 612345678. Correo: [email protected]. LinkedIn: (enlace)… Espera… ¿a alguien le importa mi LinkedIn? Creo que no. Me siento vacío…
¿Qué escribir en la carta de presentación para un trabajo?
Carta: Guía Cruda
-
Encabezado: Datos fríos. Sin adornos. El nombre habla, no el título. Incluye LinkedIn. Punto.
-
Saludo: Directo. Sin reverencias innecesarias. Estimado es para débiles.
-
Apertura: Engancha o vete. La primera frase dicta el resto. Menciona un logro cuantificable. Impresiona.
-
Calificaciones: Demuestra, no declares. Números. Hechos. La experiencia habla por sí sola.
-
Valores/Objetivos: Alinea tu ambición con su necesidad. No hables de sueños, sino de resultados. Si no encajas, mejor ahora.
-
Llamada a la acción: No esperes a que te llamen. Exige una respuesta. Muestra confianza, no desesperación.
-
Despedida: Cortante. Sin sentimentalismos. Tu firma es la última palabra.
Detalles Opcionales (Si te atreves)
-
Lenguaje: Áspero. Contundente. Sin rodeos. Que tiemblen.
-
Extensión: Breve. Impactante. Dos párrafos, máximo. Si no puedes decir lo que importa en ese espacio, no lo digas.
-
Personalización: Conoce a tu audiencia. Investiga a fondo. Demuestra que te importa su mundo.
-
Experiencia: No vendas humo. Cuenta la historia real. Asume tus errores. Aprende de ellos. Que vean la cicatriz.
Encabezado: Datos fríos. Sin adornos. El nombre habla, no el título. Incluye LinkedIn. Punto.
Saludo: Directo. Sin reverencias innecesarias. Estimado es para débiles.
Apertura: Engancha o vete. La primera frase dicta el resto. Menciona un logro cuantificable. Impresiona.
Calificaciones: Demuestra, no declares. Números. Hechos. La experiencia habla por sí sola.
Valores/Objetivos: Alinea tu ambición con su necesidad. No hables de sueños, sino de resultados. Si no encajas, mejor ahora.
Llamada a la acción: No esperes a que te llamen. Exige una respuesta. Muestra confianza, no desesperación.
Despedida: Cortante. Sin sentimentalismos. Tu firma es la última palabra.
Lenguaje: Áspero. Contundente. Sin rodeos. Que tiemblen.
Extensión: Breve. Impactante. Dos párrafos, máximo. Si no puedes decir lo que importa en ese espacio, no lo digas.
Personalización: Conoce a tu audiencia. Investiga a fondo. Demuestra que te importa su mundo.
Experiencia: No vendas humo. Cuenta la historia real. Asume tus errores. Aprende de ellos. Que vean la cicatriz.
¿Qué es lo principal que debe tener un currículum?
¡Ay, Dios mío! ¿El currículum? Eso es un tostón. Necesito que me contraten ya.
Lo principal: que te lean. ¿Y cómo? Con una estructura clara, ¡claro está!, que no parezca un churro. No como el de mi primo, que parecía un libro. ¡Qué desastre!
¿Experiencia? Sí, pero solo lo importante. Mi trabajo en la cafetería de Pepe fue clave, aunque sea temporal. ¡Aprendí un montón! Ahora mismo, busco algo estable.
Palabras clave: esas son la clave. Debo buscarlas por internet. A ver… ¡Marketing digital! ¡Eso sí que lo domino! Lo metí en mi CV, el de este año. Igual le agrego “social media” para que sea aún más llamativo. Añadí también diseño gráfico ¡aunque solo hice un curso en Udemy!
- Habilidades.
- Logros.
- Objetivos.
¿Qué más? ¡Ah, sí! Que se vea bonito. ¡Un diseño atractivo es fundamental! Igual lo hago en Canva, es lo que uso siempre. ¿O lo hago con la plantilla de Word que es tan sencilla?
¿Valores? ¿Para qué? Mejor datos concretos, ¿no? Como ese aumento de las ventas que logré. Me encantó trabajar en equipo, ¡qué rollo los jefes! Aunque la jefa de Pepe era genial.
¡Tengo que reescribirlo todo! ¡Esto es un lío!
Breve y conciso: ¡Eso sí que es importante! No quiero que me lo tiren a la basura. ¿O sí? Mejor dos páginas, a ver si así me contratan. ¡Qué pesadilla! ¡Espero tener suerte!
Tengo que actualizar mi perfil de LinkedIn también. ¡Ah! Y mi foto… ¡de perfil profesional, claro!. No esa en la playa.
¿Para qué se utiliza una carta de presentación?
La carta de presentación: un primer impacto crucial. Su objetivo principal es captar la atención del reclutador y convencerle de que el CV adjunto merece ser revisado a fondo. Es, en esencia, una herramienta de marketing personal; una breve pero efectiva presentación de ti mismo en el contexto del puesto al que aspiras. No se trata solo de repetir lo que ya está en el CV, ¡oh no!
A diferencia del CV, que presenta los hechos de tu trayectoria, la carta de presentación te permite mostrar tu personalidad y motivación. Piensa en ella como un aperitivo que anticipa el plato principal. El reclutador recibe cientos de CVs, muchos similares. Tu carta debe destacar, mostrando por qué eres el candidato ideal para ese puesto específico. Aquí radica su verdadero poder.
Recuerda: El reclutador invierte pocos segundos en cada candidatura. Una carta bien escrita, conciso y directo, incrementa las posibilidades de que tu CV se lea con atención. Mi hermano, por ejemplo, logró una entrevista en una multinacional gracias a una carta excelente.
- Diferenciación: Resalta tus habilidades y experiencias más relevantes para la oferta.
- Personalización: Adapta el contenido a cada puesto y empresa, mostrando un interés genuino.
- Concisión: Sé breve y directo, evitando información redundante con el CV.
- Enfoque en resultados: Demuestra tu capacidad para resolver problemas y aportar valor.
Es un proceso fascinante, este juego de seducción profesional. ¡No es casualidad que una buena carta de presentación sea como una mini-obra maestra! La redacción es clave; la claridad, fundamental. Y no olvides revisar la gramática y ortografía, mil veces si hace falta. Eso demuestra profesionalidad, y una prueba de inteligencia: ¡la capacidad de autocorregirse!
Este año, según mi experiencia personal al revisar solicitudes de empleo en la empresa familiar, he observado una mayor demanda de candidatos con experiencia en gestión de redes sociales. No obstante, ¡qué ironía!, el hecho de tener un perfil de LinkedIn espectacular no sustituye a una carta de presentación bien escrita. Siempre he mantenido la misma postura. La carta es la chispa que enciende el interés. El reclutador debe sentirlo.
La carta de presentación, en el fondo, es una demostración de tu capacidad para comunicar eficazmente tus ideas y habilidades. Una habilidad, curiosamente, transversal y aplicable a casi cualquier puesto de trabajo. Y eso, amigos, es oro puro.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.