¿Cuál es la mejor luna para casarse?

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Para una boda auspiciosa, considera la fase lunar. El cuarto creciente o la luna llena, asociados a la prosperidad y la plenitud, son óptimos para celebrar una unión duradera y afortunada, según antiguas creencias. En contraste, la luna nueva o menguante se vinculan a menos fortuna.
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La influencia de la luna en las bodas auspiciosas

Durante siglos, las culturas de todo el mundo han asignado un profundo significado a las fases lunares, creyendo que influyen en los acontecimientos humanos. En el contexto del matrimonio, la fase lunar elegida para la ceremonia nupcial se considera crucial para la fortuna y la longevidad de la unión.

Fases lunares óptimas para las bodas:

  • Cuarto creciente: Representa el crecimiento, la renovación y la prosperidad. Se cree que las bodas celebradas durante este periodo están destinadas a crecer y florecer con el tiempo.

  • Luna llena: Simboliza la plenitud, la abundancia y la iluminación. Se dice que las bodas celebradas con luna llena traen armonía, abundancia y felicidad a la pareja.

Estas fases lunares están asociadas a la positividad, el crecimiento y la plenitud, atributos esenciales para un matrimonio exitoso. Por lo tanto, a menudo se consideran las más auspiciosas para celebrar una unión duradera y afortunada.

Fases lunares menos favorables para las bodas:

  • Luna nueva: Representa el inicio de un nuevo ciclo, la oscuridad y la incertidumbre. Tradicionalmente, se ha asociado con menos fortuna y un mayor riesgo de desafíos en el matrimonio.

  • Luna menguante: Simboliza el declive, la disminución y el final. Se cree que las bodas celebradas durante esta fase pueden experimentar dificultades o contratiempos en el futuro.

Estas fases lunares están vinculadas a la negatividad, la disminución y la incertidumbre, lo que las hace menos deseables para las ceremonias nupciales según las creencias tradicionales.

Consideraciones prácticas:

Además del simbolismo lunar, hay consideraciones prácticas a tener en cuenta al elegir la fecha de la boda. Por ejemplo, es importante evitar las noches de luna llena, ya que la luz brillante puede dificultar la fotografía y crear un ambiente menos romántico.

En última instancia, la elección de la fase lunar para la boda es una cuestión personal. Las parejas deben sopesar las creencias tradicionales, las consideraciones prácticas y sus propias preferencias para tomar una decisión que sea significativa y auspiciosa para su unión.