¿Qué día es bueno para limpiar una casa?

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Tradicionalmente, el viernes es ideal para limpiar la casa, buscando buena suerte. Sábado o domingo también son buenas opciones, aprovechando el tiempo libre. ¡Elige el día que mejor se ajuste a tu rutina!

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¿Mejor día para limpiar la casa?

Limpiar la casa, ¿eh? Siempre me ha dado un poco igual el día, la verdad. Pero recuerdo que el 15 de marzo, en mi antiguo piso de Madrid, limpié un sábado, y fue un tostón. Tres horas seguidas, y gasté unos 15 euros en productos de limpieza. Agotador.

Para mí, lo importante es el tiempo, no el día de la semana. Si tengo una hora libre entre reuniones un martes, ¡pues limpio! Me da igual si es martes o viernes.

Tradición o no, lo que sí es cierto, es que un fin de semana, con más tiempo, la cosa es menos estresante. Mucho más relajado todo, así que puede que sea eso lo que hace que se relacione el fin de semana con la limpieza.

¿Qué día de la semana es mejor para limpiar la casa?

El sábado, quizás… o el domingo… no lo sé. Siempre lo dejo para el último momento. La verdad, es una tortura. Me pesa.

La casa, un desastre. Siempre lo está. Es mi culpa, lo sé. Pero…es que… no tengo ganas. Nunca.

  • Ropa por todas partes.
  • Platos sucios apilados, hasta que apestan.
  • Polvo, una capa invisible que lo cubre todo.

Viernes…no, me estresa la idea de hacerlo antes del fin de semana. Quisiera tener la casa limpia, sí, para poder relajarme, pero la pereza me gana. El sábado… bueno, el sábado se me va en otras cosas, casi siempre.

El domingo es peor. El domingo es la depresión misma, el peso de la semana acumulada me aplasta, la casa es un reflejo de eso. Es mi día de “no hacer nada”. Eso no ayuda.

Me da rabia. Me da rabia ser así. Debería ser más organizada, más… responsable. Pero…

  • No puedo.
  • No quiero.
  • No sé.

La verdad es que da igual el día. Cualquiera que sea es malo. Es un martirio. Lo evito hasta que ya no puedo más. Como hoy, que me pesa la conciencia, y escribo esto a las 3 AM, en vez de limpiar. A las tres AM es el único momento en que me enfrento a mi mismo, y a mi fracaso.

Hoy es martes, y la casa es un asco. Y mañana tengo que ir a la entrevista de trabajo para el puesto en el museo, el de ayudante de conservador, el que tanto quiero. ¿Cómo voy a conseguirlo así? Mi vida es un desastre.

¿Cuál es el mejor día de la semana para limpiar la casa?

Uf, limpiar… ¿Cuándo es el mejor día? Mmm, viernes, creo. Sí, viernes. Así tienes el finde libre de polvo y puedes invitar a alguien a tomar algo. O tirarte en el sofá a ver pelis sin sentirte culpable por el desorden.

  • Suelo hacerlo el viernes por la tarde, después del trabajo.
  • Así el sábado y el domingo están libres.
  • A veces, si estoy muy cansado, lo dejo para el sábado por la mañana, pero no me gusta nada. Pierdes parte del finde.

¿Por qué el viernes? No sé, supongo que es como un ritual para despedir la semana. Además, mi madre siempre limpiaba los sábados, y eso me daba mucha pereza. Así que, supongo que es como una rebelión silenciosa contra el método materno.

A veces pienso en limpiar el lunes, para empezar la semana con energía, pero… ¡no! Los lunes son horribles. Imposible ponerme a limpiar. Demasiada depresión post-finde. Además, los viernes tengo más motivación. Imagino que porque sé que después me espera el relax. ¿Será que me estoy condicionando?

Otra cosa, ¿sabes qué es lo peor? Limpiar el baño. ¡Ugh! Lo odio. Siempre intento postergarlo lo máximo posible. Debería hacerlo más a menudo, lo sé, pero es que me da muchísima pereza. Quizá debería ponerme música o algo para animarme. O pedirle a alguien que lo haga por mí, ¡ja, ja!

  • Igual si lo hago poco a poco es menos terrible.
  • Como, no sé, limpiar el espejo un día, la ducha otro…
  • Dividir para vencer, dicen.

Y luego está el tema de los productos de limpieza. ¿Por qué tienen que oler tan fuerte? Me da dolor de cabeza. Debería probar con productos más naturales, pero me da miedo que no limpien igual de bien. Tendré que investigar un poco.

En fin, volviendo al tema principal, sí, el viernes es el día. ¡A limpiar se ha dicho! Bueno, no ahora mismo, que todavía es miércoles. Pero ya me voy mentalizando.

¿Cuándo es bueno limpiar la casa?

Limpiar. Uf, qué pereza. Siempre limpiar. Yo aspiro, sí, aspiro. ¿Dos veces por semana el salón? ¡Imposible! Con el perro soltando pelo… bueno, con Kira, mi labrador, sería ideal, sí. Pero no doy abasto. A ver… cocina, sí… migas… Baño, ese sí que lo limpio más a fondo. No me gusta nada el moho. Y el espejo… ¡Manchas!

  • Aspiradora: una vez por semana (como mínimo).
  • Cocina: dos veces por semana (sería ideal). Sobre todo la encimera.
  • Baño: a fondo una vez por semana. Y repasar a diario.

El polvo. Lo odio. Plumero, bayeta… bah. ¿Cada cuánto? No sé. Una vez por semana también. O dos. Depende. Si abro las ventanas… entra más polvo. Ventanas… ¡otro tema! Las limpio una vez al mes… creo. Este año las he limpiado ya dos veces. ¡Récord! Los cristales… Con mi nuevo limpiacristales… es azul. Huele a limón. Sí, a limón.

  • Polvo: una o dos veces por semana (depende).
  • Ventanas: una vez al mes (más o menos).

El salón… Kira… ¡Pelos! Robot aspirador. Debería comprarme uno. Sería la solución. Lo he visto en casa de Marta. Funciona genial. Sí. Lo compraré… este mes… o el que viene. El que viene seguro. Suelo. Fregar. Pues sí. Una vez a la semana. Con lejía. Huele… fuerte.

  • Fregar el suelo: una vez por semana.

Ayer limpié el baño. A fondo. Me tiré una hora. Sí. Una hora. O más. Luego salí a pasear con Kira. Al parque. Ese que está cerca de casa. El que tiene… ¿cómo se llamaban esos árboles? Da igual. Volvimos llenas de barro. ¡Qué desastre!

¿Cuál es la mejor hora para limpiar la casa?

¡Ay, Dios mío, qué desastre! Limpiar la casa… 2023 ha sido un año loco, y la limpieza siempre queda relegada. El otro día, a las 10 de la mañana, justo después de desayunar mis tostadas con mermelada de fresa, decidí que YA ESTABA. El caos en mi apartamento era… ¡INSOPORTABLE!

Para mí, la mejor hora es sin duda la mañana. Aunque me cueste madrugar, ese tiempo, entre las 8 y las 11 AM, antes del calor sofocante de Madrid en verano, es perfecto. Me sentía un poco perezosa al principio, pero el sol entrando por la ventana me dio la energía que necesitaba.

Primero, la cocina. Un horror. Platos sucios, migas por todas partes… ¡hasta una cucaracha! ¡Casi me da un infarto! Eso sí que me motivó a limpiar. Luego, el salón. El sofá, un desastre, con las mantas por todas partes.

Luego ataqué el baño, que es mi pesadilla, ese lugar lleno de pelos y productos. ¡Ugh! Fue una batalla campal, pero logré dejarlo reluciente. Terminé a las 11:30 AM, agotada, pero con una sensación de paz increíble.

El orden importa, pero lo más importante es encontrar tu momento. Si no puedes hacerlo por las mañanas, pues ¡hazlo cuando te sea posible!

  • Ventajas de la mañana: Más energía, menos interrupciones.
  • Desventajas de la mañana: Hay que madrugar.
  • Alternativas: Tardes o fines de semana. Depende de tu estilo de vida.

Mi apartamento, en el centro de Madrid, es pequeño, pero lo adoro. Es un desorden organizado, claro.

Resumen: Mañanas, entre las 8 y 11 AM, es mi horario ideal. Pero, lo importante es encontrar la mejor hora para ti.

¿Cuál es el mejor momento del día para limpiar tu casa?

¡Ay, amigo, la limpieza! ¡Qué odisea! La mejor hora para limpiar? Entre las 8 y las 11 de la mañana, según esas gurús del orden, Rita y María de The Home Academy. Como si fuera la hora mágica de la Cenicienta, ¿eh?

Pero vamos a ver… ¡A esas horas yo estoy luchando contra el café y la resaca del viernes pasado! ¡Ni se me acerca un trapo! ¡Me parece más una misión imposible que el ascenso del Everest en chanclas!

A ver, que te lo cuento a mi manera:

  • Mañana: Si eres una persona matutina, ¡adelante! ¡A por ellos! Pero si eres como yo, un ser nocturno que funciona con cafeína y desesperación, olvídalo.
  • Tarde: Depende. Si tienes niños, ¡ni lo sueñes! Es como intentar peinar un gato con un tenedor. Es un caos.
  • Noche: ¡Ideal si eres un vampiro! O si, como yo, necesitas una siesta reparadora post-trabajo antes de cualquier tarea que requiera más esfuerzo que respirar.

Mi casa, entre semana, es un cuadro de Picasso…o sea, un completo desastre hasta el sábado por la tarde. ¡Luego, me convierto en una súper ama de casa, igual que mi abuela, que limpiaba con vinagre y sal; pero yo uso lejía y Fairy, ¡que ya no hay quien los use!

En resumen: olvídate de horarios rígidos, la vida es demasiado caótica. Limpia cuando puedas, cuando tengas la energía de un oso panda después de un duro invierno. El sábado por la tarde es mi hora mágica. ¡Y te digo más! A veces dejo cosas sucias un par de semanas, por si acaso se arreglan solas…¡sueña con los míos! ¡Y a veces funciona!

Este año, añadí a mi rutina de limpieza:

  • Limpiar el espejo del baño con un poco de agua y jabón. ¡Ni limpiacristales ni historias!
  • Usar mi aspiradora nueva, que la compré de oferta por 20 euros. ¡Todo un chollo!
  • Cantar a todo pulmón mientras limpio, ¡me ayuda mucho! ¡Aunque mis vecinos pueden no estar de acuerdo!
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