¿Cómo aval puedo demandar al deudor?

Reclamando lo que te corresponde: Cómo un avalista puede demandar al deudor

Ser avalista implica asumir una responsabilidad financiera significativa. Aunque se actúa con buena fe, respaldando a un familiar, amigo o empresa, la realidad es que, en caso de impago, el avalista se convierte en el responsable principal ante el acreedor. Pero, ¿qué sucede cuando el avalista ha tenido que cubrir la deuda? ¿Cómo puede reclamar el dinero al deudor? La respuesta, aunque pueda parecer compleja, está en la ley y en la correcta planificación.

La principal vía para recuperar lo desembolsado es, por supuesto, la vía judicial. Sin embargo, antes de llegar a este punto, existen alternativas que pueden facilitar y acelerar el proceso, minimizando costes y tiempo.

Antes de la Demanda:

• Contrato de Contraaval: La estrategia más proactiva y recomendable es la firma de un contrato de contraaval entre el avalista y el deudor. Este contrato, de carácter privado, debe detallar con precisión la obligación del deudor de reembolsar al avalista el dinero que éste haya tenido que abonar por él, incluyendo plazos, forma de pago e incluso posibles intereses de demora. Este documento constituye una prueba fundamental en caso de litigio. Es importante que este contrato sea redactado por un profesional legal para garantizar su validez y eficacia.

• Limitación del Aval: Otra posibilidad, aunque menos frecuente y que depende de la negociación con el acreedor, es limitar el aval a una parte específica de la deuda o a un plazo determinado. Esto reduce la responsabilidad del avalista y, en caso de tener que cubrir la deuda, también reduce la cantidad a reclamar al deudor. Esta opción debe quedar claramente especificada en el documento de aval.

El Recurso Judicial:

Si las vías extrajudiciales fracasan, el avalista tiene derecho a interponer una demanda judicial contra el deudor para reclamar la totalidad de la cantidad pagada al acreedor. Para ello, necesitará reunir la siguiente documentación:

• El contrato de aval: Documento que acredita la relación entre el avalista, el deudor y el acreedor.
• El contrato de contraaval (si lo hay): Prueba fundamental que establece la obligación de reembolso del deudor.
• Comprobantes del pago realizado al acreedor: Extractos bancarios, recibos, justificantes de transferencia, etc. que demuestren el desembolso efectuado por el avalista.
• Cualquier otra prueba que respalde la reclamación: Correspondencia, emails, testimonios, etc.

La presentación de la demanda se realiza ante los juzgados de primera instancia correspondientes, siguiendo el procedimiento civil establecido. Es altamente recomendable contar con la asistencia de un abogado especializado en derecho civil para garantizar el éxito de la reclamación. Un abogado podrá asesorar sobre la mejor estrategia a seguir, preparar la documentación necesaria y representar al avalista durante todo el proceso judicial.

En conclusión, aunque la situación de ser avalista puede conllevar riesgos, la planificación y la toma de medidas preventivas, como la firma de un contrato de contraaval, pueden minimizar las complicaciones en caso de impago. Si la vía amistosa fracasa, la vía judicial ofrece al avalista la posibilidad de recuperar la cantidad adeudada, siempre y cuando se actúe con diligencia y se cuente con el asesoramiento legal adecuado.

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