¿Cómo se llaman los que controlan los restaurantes?

Más allá del Maître: Los roles de poder en un restaurante

Si bien el Maître o Jefe de Sala es la figura más visible en la gestión del servicio en un restaurante, la pregunta “¿Cómo se llaman los que controlan un restaurante?” abarca un espectro mucho más amplio. El control, entendido como la dirección y supervisión de las diferentes áreas, se distribuye entre varios profesionales, cada uno con responsabilidades específicas que contribuyen al éxito del negocio.

Pensar en un restaurante como un engranaje complejo nos ayuda a comprender la interrelación de estos roles. Más allá del Maître, que orquesta la experiencia del comensal en la sala, encontramos otras figuras clave:

• El Chef o Jefe de Cocina: El responsable absoluto de la creación y ejecución de los platos. Su dominio culinario, la gestión del equipo de cocina y el control de costes en la producción son fundamentales. Su influencia se extiende más allá de los fogones, impactando directamente en la imagen y rentabilidad del restaurante.

• El Gerente o Director del Restaurante: Esta figura, a menudo invisible para el cliente, es la mente estratégica detrás de la operación. Supervisa todas las áreas del negocio, desde la gestión financiera y el marketing hasta la contratación de personal y el cumplimiento de normativas. Es el último responsable del éxito o fracaso del establecimiento.

• El Sommelier: En restaurantes de cierto nivel, el sommelier juega un papel crucial. Experto en vinos, se encarga de asesorar a los clientes en el maridaje, gestionar la bodega y asegurar la correcta conservación de las bebidas. Su conocimiento influye directamente en la experiencia gastronómica y la rentabilidad del negocio.

• El Supervisor de turno: En restaurantes con gran volumen de trabajo, los supervisores de turno actúan como enlace entre el Gerente y el personal operativo. Se encargan de la gestión del personal durante su turno, la resolución de incidencias y el cumplimiento de los estándares de calidad.

• El Propietario: Finalmente, no podemos olvidar la figura del propietario, quien, aunque no siempre esté involucrado en la gestión diaria, es el responsable último de la visión y el rumbo del negocio. Sus decisiones estratégicas, desde la inversión inicial hasta la definición del concepto gastronómico, marcan el destino del restaurante.

En resumen, el control de un restaurante no reside en una sola persona, sino en un equipo coordinado de profesionales con roles específicos y complementarios. Desde la creación de los platos hasta la gestión financiera, cada pieza del engranaje es esencial para ofrecer una experiencia gastronómica completa y asegurar la viabilidad del negocio. Por lo tanto, hablar de “los que controlan” un restaurante implica reconocer la complejidad de su organización y la importancia de cada uno de sus integrantes.

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