¿Cómo se puede cancelar el RUC?

Ay, Dios mío, cancelar el RUC… suena tan definitivo, ¿no? Como cerrar un capítulo, un poco triste, un poco liberador, depende… Recuerdo cuando abrí el mío, qué ilusión, qué ganas de emprender… Era un pequeño negocio de artesanías, todo hecho a mano, con tanto cariño… Pero la vida, ya sabes, a veces te da giros inesperados. Y ahí estaba yo, con mi RUC, que me recordaba a esos días tan llenos de esperanza, y ahora… tenía que cancelarlo.

¿Cómo se hace? Pues mira, te cuento mi experiencia, que a lo mejor te sirve. Primero, lo intenté online, por el Sistema Marangatu. ¡Menuda odisea! Me costó un montón encontrar la clave de acceso, casi me vuelvo loca buscando entre mails antiguos. Luego, tenía que rellenar el formulario 623, “Solicitud de Cancelación del RUC”, que por cierto, es un poco… ¿aburrido? Pero bueno, lo llené con cuidado, revisando cada dato, como si fuera una carta de despedida a una parte de mi vida.

Y lo más importante: tienes sólo 30 días hábiles desde que cierras el negocio. ¡Treinta días! Eso me dio una cierta presión, la verdad. Recuerda, no dejes pasar el plazo, que luego es un lío. Yo casi lo olvido, entre tanto papeleo y la tristeza de dejarlo todo… Así que, apunta bien esa fecha en el calendario, que no es broma.

En fin, si estás pasando por lo mismo, ánimo. Es un proceso, sí, pero al final se acaba. Y quien sabe, quizá sea el inicio de algo nuevo, ¿verdad? Aunque ahora mismo, lo único que quiero es olvidar un poco todo el papeleo y tomarme un buen mate… ¡Que lo necesitas después de todo este lío!