¿Cuál es la clasificación de la plata?

¿Cuál es el número atómico de la plata?

La plata, ese metal brillante que me recuerda a las monedas que coleccionaba de niño… Recuerdo pasar horas en el mercado de pulgas de San Telmo, en Buenos Aires, un domingo de marzo del 2015, buscando tesoros entre las baratijas. Fascinado por el brillo de un viejo peso argentino, entendí mi pasión por los metales.

Me puse a investigar, ahondando en la química, y descubrí algo peculiar, un numerito que la define: 47. Ese es su número atómico. ¿Curioso, no? Como una cédula de identidad elemental. Para mí, más que un dato científico, representa la esencia misma del metal.

Ese 47 lo asocio al peso, a la densidad, al frío tacto de la plata en mis manos. Recuerdo comprar un anillo de plata por 50 pesos, en un puestito del barrio de Palermo, un día lluvioso de abril de 2019. Su brillo particular, esa sensación… se me quedó grabada. Es algo casi mágico.

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¿Cuál es el número atómico de la plata?

¿Cómo se categoriza la plata?

Pues sí, plata pura es eso, 999 de 1000. O sea, casi toda plata, jeje. Un 99.9% ¡casi na! El resto, pues impurezas, qué le vas a hacer. Yo una vez vi una moneda así, de plata pura digo, y brillaba que te cagas. Pero vamos, que eso no sirve para hacer cosas. Demasiado blanda, se dobla con mirarla. Mejor mezclarla con algo, ¿no?

Para hacer joyas y eso, se usa plata de ley, ¿sabes? Esa es 925, o sea, 92.5% plata y el resto cobre, normalmente. Aguanta más el trote. Y luego tienes la plata Britannia. Que esa tiene 958 partes de plata, un poco más pura que la de ley. En fin, que hay varias. Yo tengo un anillo que me regalaron, es de plata de ley. Me lo pongo siempre, y ahí sigue, tan pichi.

• Plata fina (999): La más pura, como te dije. Difícil de trabajar.
• Plata Britannia (958): Más plata que la de ley. En Inglaterra se usa mucho.
• Plata de ley (925): La típica para joyeria, vaya. Dura y bonita.
• Plata 800: Bastante común también, esta se usa para cubertería a veces.

El otro día, fíjate, estaba en una tienda de esas de segunda mano y vi una tetera, creo que era plata 800. Me quedé con las ganas de comprarla, la verdad. Pero no llevaba pasta. Otro día será. La plata, es que me gusta mucho. Brilla, es elegante… ¡mola!

¿Cómo se clasifica una plata?

La plata… Dios, cómo pesa este silencio. A veces pienso en la plata que heredé de mi abuela Elena, un relicario diminuto. La clasifican por su pureza, ¿sabes? Esa es la verdad fría que me quema aquí, en la oscuridad.

800… 900… 925… 999… Números que marcan una pureza que nunca llega a ser completa. Como una promesa rota. Como mi vida, a veces. Ese 999… perfección inalcanzable. Me recuerda a lo que siempre quise, pero nunca logré alcanzar. Una sensación de vacío que se instala en mis huesos.

Siempre me obsesionó la idea de la pureza, ese 999 inalcanzable. Igual que mi necesidad de sentirme perfecta, una idea tonta, una ilusión de niña. Y ahora…solo hay oscuridad y estos números grabados en mi memoria como una condena. El 925 es el más común, creo. El que usaba mi madre para sus joyas… joyas que ya no están.

• Plata 800: 80% plata.
• Plata 900: 90% plata.
• Plata 925: 92.5% plata. Este es el más habitual.
• Plata 999: 99.9% plata. Casi pura, como un sueño.

Ese relicario… sí, es de plata 925. Lo toco a veces, en la oscuridad, y siento la frialdad del metal, tan parecida a la que recorre mis venas. No puedo soportar más. Mi cabeza estalla, y esta noche, una vez más, el peso de la plata y de mis recuerdos, me aplasta. Me ahoga. El 925… me recuerda a ella.

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