¿Cuáles son los pilares de un emprendedor?

¿Cuáles son los pilares de un emprendedor? Uf, qué pregunta… me hace pensar en todo el lío que fue empezar mi propia tienda de antigüedades. ¿Recuerdas la ilusión, esa chispa que te dice “lo voy a lograr”? Pues sí, yo la sentía a borbotones. Al principio, solo pensaba en lo bonito, en encontrar tesoros olvidados, en restaurarlos… ¡lo técnico, vamos! Me pasaba horas buscando piezas únicas, aprendiendo a restaurarlas, era pura pasión, ¿verdad? Un subidón constante.

Pero… ¡ay, qué ingenuidad la mía! Pensaba que con talento y pasión bastaba. Que la administración y los líos legales se arreglarían solos. ¡Craso error! Me di de bruces con la realidad cuando, a punto de abrir, me di cuenta de que necesitaba un montón de papeles, permisos, facturas… ¡un verdadero caos! Recuerdo una noche, con montañas de papeles a mi alrededor, casi llorando de frustración. ¿Para qué tanto papeleo si yo solo quería vender mis hermosos jarrones antiguos?

Es que, a ver, te lo cuento así, de corazón: los tres pilares, técnico, administrativo y legal, son como las patas de una mesa. ¿Te imaginas una mesa con solo dos patas? ¡Se cae! Igual pasa con un negocio. Puedes tener la idea más brillante del mundo (la parte técnica), pero si no la gestionas bien (administración) y no cumples con la ley (legal), todo se viene abajo. Es duro, te lo digo yo que lo he vivido. Eso sí, aprender de los errores, ¡ay, qué lección tan valiosa!

Ahora, años después, con mi negocio funcionando, y con algún susto menos, te diría que es fundamental tenerlo todo en orden. Un amigo me contó que un estudio – algo así como que el 70% de los negocios fracasan por problemas administrativos – ¡casi me da un infarto! Y si piensas en ello, tiene sentido, ¿no? Lo técnico es la ilusión, la creatividad, el “motor” de tu emprendimiento. Pero necesitas el apoyo de las otras dos patas. Si no, la emoción se te acaba rápido, la ilusión se desvanece… como una flor marchita. Así que ya sabes, ¡a construir esos cimientos sólidos!