¿Cuándo no estoy obligado a hacer la declaración de la renta?

¿Cuándo no estoy obligado a hacer la renta? ¡Ay, esa pregunta que me da siempre un vuelco al estómago! Recuerdo el año que trabajé de camarero en verano, gané una miseria, pero me pasé semanas sudando la gota gorda pensando si tenía que declararla o no. Al final, ¡menudo susto me llevé cuando descubrí que no!

Claro, la cosa está en esos 15.876 euros, ¿verdad? Sí, sí, según dicen, si tus ingresos por trabajo – da igual que sean de un solo jefe o de varios, como me pasó a mí ese verano con el bar y las clases particulares que daba- no superan esa cifra, ¡respiras tranquilo! Este año, dicen que han subido un poquito, antes era menos, ¿no? Se nota que las cosas se mueven, aunque sea un poquito.

Ese límite de 15.876 euros… ¡qué alivio cuando lo superas también! Quiero decir, te libera de tanto papeleo, de la eterna duda de si lo estás haciendo bien… Ojo, eh, que no estoy diciendo que no sea importante declarar, que es fundamental y todo eso, pero hay momentos que… ¡uff! Mejor no hablar de mis problemas con Hacienda. Recuerdo a mi tía, que una vez se lió tanto con la renta que ¡casi tuvo que pedir un préstamo para pagar la multa! ¡Qué susto, madre mía!

En fin, que si ganas menos de 15.876 euros al año por tu trabajo, ¡en principio puedes olvidarte de la declaración de la renta! Al menos por ahora, hasta que me entero de que alguna ley nueva me la vuelve a liar. Ya sabéis, la vida, que es así… un sube y baja, como la renta misma.

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