¿Cuánto cobrará una persona que se jubila sin haber cotizado 15 años?

Jubilación sin 15 años cotizados: La pensión no contributiva como alternativa

La jubilación es una etapa vital anhelada por muchos, un momento para disfrutar del merecido descanso tras años de trabajo. Sin embargo, el acceso a una pensión contributiva, la tradicional prestación por jubilación, exige un mínimo de 15 años cotizados a la Seguridad Social. ¿Qué sucede entonces con quienes no alcanzan este requisito? Para estas personas, el sistema español prevé una alternativa: la pensión no contributiva de jubilación.

Esta prestación, gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), no se basa en las cotizaciones previas del beneficiario, sino en su situación de necesidad económica. Actúa como una red de seguridad para garantizar un mínimo de ingresos a quienes, al llegar a la edad de jubilación, no cuentan con los recursos suficientes para subsistir.

A diferencia de la pensión contributiva, cuyo importe se calcula en función del historial laboral y las cotizaciones realizadas, la pensión no contributiva de jubilación tiene una cuantía fija, establecida anualmente en los Presupuestos Generales del Estado. En la actualidad, para el año 2024, esta cuantía asciende a 7.905,80 euros anuales, distribuidos en 14 pagas. Esto se traduce en un ingreso mensual de aproximadamente 564,70 euros.

Es importante destacar que la pensión no contributiva de jubilación no es automática. Para acceder a ella, es necesario cumplir una serie de requisitos, entre los que se incluyen:

• Residencia legal en España: Se exige un periodo mínimo de residencia en el país.
• Edad de jubilación: Haber alcanzado la edad legal de jubilación.
• Carencia de rentas: Demostrar que los ingresos propios y de la unidad familiar no superan un límite establecido.
• No tener derecho a una pensión contributiva: La pensión no contributiva es subsidiaria de la contributiva.

Además, el importe de la pensión no contributiva puede verse afectado por la situación familiar del beneficiario. Por ejemplo, la convivencia con familiares puede influir en el cálculo de los ingresos de la unidad familiar y, por tanto, en la cuantía final de la prestación.

En definitiva, la pensión no contributiva de jubilación, aunque modesta en comparación con la pensión contributiva, representa un apoyo fundamental para las personas que, por diversas circunstancias, no han podido cotizar el tiempo suficiente para acceder a una pensión contributiva. Proporciona una ayuda económica esencial para cubrir las necesidades básicas y afrontar la etapa de la jubilación con mayor tranquilidad. Para obtener información detallada y actualizada sobre los requisitos y el proceso de solicitud, se recomienda consultar directamente con el IMSERSO o los servicios sociales de la comunidad autónoma correspondiente.